Afafatas, amotos, y güiskas hasta que la peña prenda, Calito. ¿U qué? ¿U nos compramos abrigos y fubandas y un braserito pa debajo la mesa camilla pa no quearnos fríos mientras le pegamos al ratón y a la pandereta? Algún habilidoso a la vez llega también a la zambomba.
Que ya no quean motards, joer. Y menos de los de infierno.
La hostia, si esto no fuera el amoto-iserso-clús, ya lo creo: pondríamos cash para una autocaravana gigante en vez de pa un butu ni hogarines.
Claro, la autocaravana gigante no es pa desplazarse ni pa dormir, aclarando pa los pastel. La casa con rueas sería pa llegar, estando ésta apartá de la chusma y el ruio -descripción de siudá-, con los amotos, ponerlas alredeor, armar una chasca de órdago fuera -pa eso los güiskas, pa prender la chasca-, haber cascao en lumis -srtas de pestaña alegre- el cash que hubiera sobrao del alquiler de la motorhome, y a derrochar energías, que rodar pa na son tonterías.
¿U no?