javierdeauville
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Haciendo cálculos ya son casi 400.000 km los recorridos en moto a lo largo de mi vida y siendo sincero cada vez me ocasiona más placer viajar en moto. Ni los enlatados, ni la amable y desconcertante DGT (para muestra la chapuza de la última campaña de protección del motorista), ni el pésimo estado de algunas vías, han conseguido acabar con mi pasión por el mundo de las dos ruedas.
Ahora, como prometí, toca trasladaros las sensaciones y opiniones sobre mis primeros 10.000 kilómetros a lomos de “Marnie”: una teutona colorá que responde al nombre de BMW k1300 GT.
El duro invierno leonés y otras circunstancias personales han impedido que la moto tuviera a estas alturas los 15.000 km que debiera tener, pero creo que seis meses de convivencia con la nueva máquina aportan una experiencia suficiente para validar esta prueba personal.
La BMW k 1300 GT es una gran máquina pensada para aquellos que nos gusta el Touring, pero que no desdeñamos la emoción de negociar unas buenas curvas. Lo decía en las primeras impresiones a los 1.500 km. y lo mantengo: esta moto vale igual para afrontar 15 días de viaje por Europa y meterte para el cuerpo 9.000 km, como va disfrutar a tope de un paseo por carreteras de montaña. Pero vamos por partes.
Marnie en parado.
La estética es cuestión de gustos, pero pienso que esta moto es muy bonita. Su bajo centro de gravedad y el reparto de pesos hace que no sea complejo moverla . Por supuesto que 285kg. son 285kg, pero no es cabezona y mantiene la vertical con suma facilidad.
La pata de cabra quizás sea un poco corta, lo que hace que la moto incline bastante y haya que tirar con firmeza para ponerla en vertical. Eso sí, se encuentra y baja con suma facilidad. Para subirla al caballete central hay que aplicarse: primero estabilizarla sobre las dos patas del caballete, colocar el manillar en el centro y tirar con fuerza del asa lateral hacia arriba; nunca hacerlo a la vez del manillar.
La disposición de la información tanto de sus relojes como de su ordenador a bordo es legible, aunque en alguna circunstancia (según la incidencia del sol) ayudaría a mejorar este aspecto el que las luces del tablier estuvieran siempre encendidas (se apagan con luz diurna). Por supuesto la calidad y cantidad de la información que ofrece (sobre todo en la versión con todos los extras) es inmejorable.
En cuanto a la ergonomía de sus mandos es perfecta. Todos están en su lugar y se accionan con facilidad. Los de mayor uso nunca obligan a soltar el puño para utilizarlos. Sólo el pedal del freno está un poco metido y dependiendo del número de pie, puede que roces con el cárter al presionarlo.
Los asientos, tanto del conductor como del pasajero, son muy cómodos y permiten afrontar tiradas largas sin que las posaderas se resientan.
La forma del depósito y de los asientos facilitan mucho las maniobras de aparcamiento y permiten mover la moto usando los pies con relativa facilidad.
Las maletas y el top son generosos. Sus cierres de calidad y precisos. Nada de golpes para cerrar las maletas.
Marnie en ciudad.
Es evidente que esta moto no está pensada para la ciudad, pero sin embargo no es incómoda para su utilización urbana. Le penalizan la anchura de sus maletas (aunque son pocos segundos lo que se tarda en quitarlas o ponerlas), pero el par motor increíble de esta máquina, así como su radio de giro, te permiten caracolear con fluidez entre el tráfico urbano. La salida en primera es suave y puedes circular en segunda o tercera a punta de gas sin que la moto haga extraños, desde poco más de las 1.800 vueltas.
Marnie en carreteras secundarias, de montaña, vamos… divertidas.
La 1300 pesa y es larga pero te sorprenderás de su agilidad y de cómo puedes enlazar curva y contra curva como si llevaras una R bajo tus piernas. No exagero, palabra. El chasis y el reparto de pesos de esta BMW está muy logrado. El cambio de marchas (no hablo de lo ruidoso) es preciso y las velocidades engranan con facilidad. Utilizándolas y con el freno motor a tu favor, disfrutarás de las curvas inclinando lo indecible, sin sufrir las temidas inercias. Con esta GT, dependiendo de tu habilidad, la diversión está asegurada.
Claro que si quieres disfrutar del paisaje sin utilizar el cambio y a velocidades moderadas, no hay problemas. Engrana la cuarta, quinta o sexta (dependiendo del tipo de carretera) y a 50 km/h, sin despeinarte. ¿Qué quieres ir más rápido? Sólo tienes que roscar el puño del gas y saldrás como una gacela.
Frenar con Marnie es una gozada. Frena y mucho, pero lo hace como tú quieras. He probado a frenar metido en la curva y ya inclinado (dentro de un orden, claro) y la moto no hace un extraño. El freno trasero en esta moto parece que viniera de adorno. Sólo lo utilizo para timonear a baja velocidad en el acceso al garaje y para hacer maniobras. La actuación del delantero es tan noble que en una conducción normal no echarás de menos el trasero.
Lo de las suspensiones BMW es para nota. Algún día todas las motos touring se harán así. Eso de que el eje delantero no se hunda es algo que, además de mejorar tu seguridad, te permitirá hacer más fácil la trazada o, lo que es mejor, no perderla.
El ESA funciona a la perfección y según el tipo de conducción que vayas a realizar te será de gran utilidad, transmitiéndote unos niveles de seguridad desconocidos. De ir en modo Sport a normal o confort y parece que condujeras motos distintas. En la posición sport la moto se vuelve más rígida, lo que facilita la entrada en curva. Que el asfalto está bacheado y no se puede correr, nada, pones la posición confort y comprobarás como la moto absorbe las imperfecciones y aumenta tu comodidad.
La actuación del cardan en reducciones bruscas es muy noble. Me gusta.
De momento, y que dure, no he tenido oportunidad de probar las bondades del ABS, pero en frenadas firmes nunca ha entrado en funcionamiento.
El ACS hace su labor y aunque des gas con fuerza la rueda trasera no pierde tracción.
Marnie en autopista.
¿A dónde quieres ir? Sólo tienes que elegir el lugar y la GT te llevará allí como en una alfombra voladora de las” Mil y una noches”. Podrás ir lo rápido que quieras y que tu educación vial o los radares te permitan. La moto muy segura y cómoda. Acelera como un obús. Da igual la velocidad que lleves insertada, la respuesta a un toque del acelerador es inmediata y progresiva. Podrás circular a 60 en sexta y en un instante ponerte a 140. El motor se estira y se estira y parece que nunca se acaba.
Los efectos negativos del viento son mínimos. Venga de frente, de costado o de atrás, la moto es tremendamente estable.
La pantalla, que sube y baja accionando un botón, te protege del viento pero, ojo, no es la protección de la RT. Dos centímetros más alta y un poco más ancha harían la marcha de conductor y pasajero aún más cómoda. Con esto quiero decir, que a partir de cierta velocidades nada legales (más de 170 Km/H) se producen ligeros rebufos en la parte alta del casco y cierta incidencia del viento en los hombros. Pero vamos, nada que produzca una incomodidad notable. Lo que desconozco es si el poner una pantalla más protectora iría en detrimento de la estabilidad ante los embates del viento.
El consumo medio a velocidades crucero entre 140/160 (por supuesto en autopistas alemanas) es de unos 6,5 litros.
Reflexión final ( por ahora)
Lo más importante. Creo haber acertado con la compra de la moto, ya que estoy disfrutando de ella como un enano. Sobre todo desde el instante en que decidí dejar de hacer caso a la ganada fama de “motoaverías” que tienen las k de BMW. Lo que sea será, pero de momento, sólo puedo hablar bien de una moto que me ha hecho disfrutar a lo largo de seis meses y 10.000 km.
Os dejo un enlace con las primeras impresiones a los 1.500km y por supuesto estoy a vuestra disposición para contestar a cualquier pregunta (siempre que no sea muy técnica) o aclararos algún aspecto que no esté recogido en esta crónica.
http://deauvilleros.com/portal2/viewtopic.php?f=61&t=4856
Perdonad el tocho.
Vsssss
Ahora, como prometí, toca trasladaros las sensaciones y opiniones sobre mis primeros 10.000 kilómetros a lomos de “Marnie”: una teutona colorá que responde al nombre de BMW k1300 GT.
El duro invierno leonés y otras circunstancias personales han impedido que la moto tuviera a estas alturas los 15.000 km que debiera tener, pero creo que seis meses de convivencia con la nueva máquina aportan una experiencia suficiente para validar esta prueba personal.
La BMW k 1300 GT es una gran máquina pensada para aquellos que nos gusta el Touring, pero que no desdeñamos la emoción de negociar unas buenas curvas. Lo decía en las primeras impresiones a los 1.500 km. y lo mantengo: esta moto vale igual para afrontar 15 días de viaje por Europa y meterte para el cuerpo 9.000 km, como va disfrutar a tope de un paseo por carreteras de montaña. Pero vamos por partes.
Marnie en parado.
La estética es cuestión de gustos, pero pienso que esta moto es muy bonita. Su bajo centro de gravedad y el reparto de pesos hace que no sea complejo moverla . Por supuesto que 285kg. son 285kg, pero no es cabezona y mantiene la vertical con suma facilidad.
La pata de cabra quizás sea un poco corta, lo que hace que la moto incline bastante y haya que tirar con firmeza para ponerla en vertical. Eso sí, se encuentra y baja con suma facilidad. Para subirla al caballete central hay que aplicarse: primero estabilizarla sobre las dos patas del caballete, colocar el manillar en el centro y tirar con fuerza del asa lateral hacia arriba; nunca hacerlo a la vez del manillar.
La disposición de la información tanto de sus relojes como de su ordenador a bordo es legible, aunque en alguna circunstancia (según la incidencia del sol) ayudaría a mejorar este aspecto el que las luces del tablier estuvieran siempre encendidas (se apagan con luz diurna). Por supuesto la calidad y cantidad de la información que ofrece (sobre todo en la versión con todos los extras) es inmejorable.
En cuanto a la ergonomía de sus mandos es perfecta. Todos están en su lugar y se accionan con facilidad. Los de mayor uso nunca obligan a soltar el puño para utilizarlos. Sólo el pedal del freno está un poco metido y dependiendo del número de pie, puede que roces con el cárter al presionarlo.
Los asientos, tanto del conductor como del pasajero, son muy cómodos y permiten afrontar tiradas largas sin que las posaderas se resientan.
La forma del depósito y de los asientos facilitan mucho las maniobras de aparcamiento y permiten mover la moto usando los pies con relativa facilidad.
Las maletas y el top son generosos. Sus cierres de calidad y precisos. Nada de golpes para cerrar las maletas.
Marnie en ciudad.
Es evidente que esta moto no está pensada para la ciudad, pero sin embargo no es incómoda para su utilización urbana. Le penalizan la anchura de sus maletas (aunque son pocos segundos lo que se tarda en quitarlas o ponerlas), pero el par motor increíble de esta máquina, así como su radio de giro, te permiten caracolear con fluidez entre el tráfico urbano. La salida en primera es suave y puedes circular en segunda o tercera a punta de gas sin que la moto haga extraños, desde poco más de las 1.800 vueltas.
Marnie en carreteras secundarias, de montaña, vamos… divertidas.
La 1300 pesa y es larga pero te sorprenderás de su agilidad y de cómo puedes enlazar curva y contra curva como si llevaras una R bajo tus piernas. No exagero, palabra. El chasis y el reparto de pesos de esta BMW está muy logrado. El cambio de marchas (no hablo de lo ruidoso) es preciso y las velocidades engranan con facilidad. Utilizándolas y con el freno motor a tu favor, disfrutarás de las curvas inclinando lo indecible, sin sufrir las temidas inercias. Con esta GT, dependiendo de tu habilidad, la diversión está asegurada.
Claro que si quieres disfrutar del paisaje sin utilizar el cambio y a velocidades moderadas, no hay problemas. Engrana la cuarta, quinta o sexta (dependiendo del tipo de carretera) y a 50 km/h, sin despeinarte. ¿Qué quieres ir más rápido? Sólo tienes que roscar el puño del gas y saldrás como una gacela.
Frenar con Marnie es una gozada. Frena y mucho, pero lo hace como tú quieras. He probado a frenar metido en la curva y ya inclinado (dentro de un orden, claro) y la moto no hace un extraño. El freno trasero en esta moto parece que viniera de adorno. Sólo lo utilizo para timonear a baja velocidad en el acceso al garaje y para hacer maniobras. La actuación del delantero es tan noble que en una conducción normal no echarás de menos el trasero.
Lo de las suspensiones BMW es para nota. Algún día todas las motos touring se harán así. Eso de que el eje delantero no se hunda es algo que, además de mejorar tu seguridad, te permitirá hacer más fácil la trazada o, lo que es mejor, no perderla.
El ESA funciona a la perfección y según el tipo de conducción que vayas a realizar te será de gran utilidad, transmitiéndote unos niveles de seguridad desconocidos. De ir en modo Sport a normal o confort y parece que condujeras motos distintas. En la posición sport la moto se vuelve más rígida, lo que facilita la entrada en curva. Que el asfalto está bacheado y no se puede correr, nada, pones la posición confort y comprobarás como la moto absorbe las imperfecciones y aumenta tu comodidad.
La actuación del cardan en reducciones bruscas es muy noble. Me gusta.
De momento, y que dure, no he tenido oportunidad de probar las bondades del ABS, pero en frenadas firmes nunca ha entrado en funcionamiento.
El ACS hace su labor y aunque des gas con fuerza la rueda trasera no pierde tracción.
Marnie en autopista.
¿A dónde quieres ir? Sólo tienes que elegir el lugar y la GT te llevará allí como en una alfombra voladora de las” Mil y una noches”. Podrás ir lo rápido que quieras y que tu educación vial o los radares te permitan. La moto muy segura y cómoda. Acelera como un obús. Da igual la velocidad que lleves insertada, la respuesta a un toque del acelerador es inmediata y progresiva. Podrás circular a 60 en sexta y en un instante ponerte a 140. El motor se estira y se estira y parece que nunca se acaba.
Los efectos negativos del viento son mínimos. Venga de frente, de costado o de atrás, la moto es tremendamente estable.
La pantalla, que sube y baja accionando un botón, te protege del viento pero, ojo, no es la protección de la RT. Dos centímetros más alta y un poco más ancha harían la marcha de conductor y pasajero aún más cómoda. Con esto quiero decir, que a partir de cierta velocidades nada legales (más de 170 Km/H) se producen ligeros rebufos en la parte alta del casco y cierta incidencia del viento en los hombros. Pero vamos, nada que produzca una incomodidad notable. Lo que desconozco es si el poner una pantalla más protectora iría en detrimento de la estabilidad ante los embates del viento.
El consumo medio a velocidades crucero entre 140/160 (por supuesto en autopistas alemanas) es de unos 6,5 litros.
Reflexión final ( por ahora)
Lo más importante. Creo haber acertado con la compra de la moto, ya que estoy disfrutando de ella como un enano. Sobre todo desde el instante en que decidí dejar de hacer caso a la ganada fama de “motoaverías” que tienen las k de BMW. Lo que sea será, pero de momento, sólo puedo hablar bien de una moto que me ha hecho disfrutar a lo largo de seis meses y 10.000 km.
Os dejo un enlace con las primeras impresiones a los 1.500km y por supuesto estoy a vuestra disposición para contestar a cualquier pregunta (siempre que no sea muy técnica) o aclararos algún aspecto que no esté recogido en esta crónica.
http://deauvilleros.com/portal2/viewtopic.php?f=61&t=4856
Perdonad el tocho.
Vsssss
