Solitaria
Curveando
Probablemente el McLaren F1 sea uno de los vehículos superdeportivos que protagonizan más sueños entre los aficionados a los supercoches». El actor Rowan Atkison, famoso por interpretar a Mr. Bean, era hasta ahora uno de los afortunados poseedores de uno de estos vehículos. Pero tras 20 años en su poder ha logrado venderlo, por la increible cifra de 10,8 millones de euros (ocho millones de libras esterlinas). Cuando Atkison adquirió este superdeportivo pagó por él el equivalente a 732.000 euros.
El McLaren F1 reinó en su época gracias al motor V12 atmosférico de 635 CV, superando a todos los superdeportivos de su época en prestaciones.
Tras sufrir dos accidentes y haber recorrido más de 66.000 kilómetros no se ha devaluado. Más bien al contrario, ya que el precio de venta ha sido 15 veces superior al de su compra.
El prestigioso concesionario Taylor & Crawley, la misma compañía a la que el actor compró el coche, ha sido el encargado de cerrar la operación, según Mail Online.
Mr. Bean seguramente habrá disfrutado a los mandos de este McLaren, ya que 60.000 kilómetros se considera una cantidad elevada para este tipo de coches. En su historial figuran dos accidentes, uno en 1999 y otro, el más aparatoso, sucedido en el año 2011.
Este último se recuerda como la reparación más cara pagada por una aseguradora para arreglar un coche en el Reino Unido, ya que ascendió a 910.000 libras, unos 1,2 millones de euros.
El McLaren F1 reinó en su época gracias al motor V12 atmosférico de 635 CV, superando a todos los superdeportivos de su época en prestaciones.
Tras sufrir dos accidentes y haber recorrido más de 66.000 kilómetros no se ha devaluado. Más bien al contrario, ya que el precio de venta ha sido 15 veces superior al de su compra.
El prestigioso concesionario Taylor & Crawley, la misma compañía a la que el actor compró el coche, ha sido el encargado de cerrar la operación, según Mail Online.
Mr. Bean seguramente habrá disfrutado a los mandos de este McLaren, ya que 60.000 kilómetros se considera una cantidad elevada para este tipo de coches. En su historial figuran dos accidentes, uno en 1999 y otro, el más aparatoso, sucedido en el año 2011.
Este último se recuerda como la reparación más cara pagada por una aseguradora para arreglar un coche en el Reino Unido, ya que ascendió a 910.000 libras, unos 1,2 millones de euros.
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