No es lo que parece

Muy curioso, si señor. La anécdota de Steve McQueen persiguiéndose a sí mismo es genial.

Vs y ráfagas pa to kiski.
 
Flipaomequedao con lo de Steve Mcqueen. Eso sí, siempre pensé que el salto lo había hecho él mismo.
 
Atrás
Arriba