Ojalá, ojalá cunda el ejemplo y le metan bien a todas estas empresas que viven a base de putear a los clientes y exclientes..., cuento un caso:
Hace un mes llaman a casa ofertando un seguro por si te roban la tarjeta de crédito. Mí padre dice que no le intresa pero al final, ante la insistencia, cede y consiente que le manden INFORMACIÓN, ojo, información, NADA MÁS.
Pues bien, la semana pasada, revisando recibos, un cargo de 50 €

en concepto de seguro de tarjeta. Mí madre se queda a cuadros, y un día después recibimos una carta diciendo que están dados de alta en ese sevicio...¡¡coño!!, ¿y dónde he firmado eso? Además, te indican que si no estás de acuerdo, llames a un 902 >

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Le digo a mí madre que vaya al banco y devuelva el recibo, que se lo metan por el culo. En el banco le dicen que no, que hay que llamarlos. Mí madre dice que ni hablar, que encima van a hacer negocio con la llamada. Al final, llaman desde el banco, y tras tenerlos un buen rato les indican que para anular hay que mandar un fax de renuncia; ¡¡tiene cojones!!. De modo que me mandan una cosa sin yo pedirla y para darme de baja tengo que hacerlo por escrito, ¡¡anda ya!!.
Finalmente se pudo anular, pero es vergonzoso como te la intentan meter por todos sitios.
Según nos dijeron, cuando te llaman, graban la conversación (no sé que valor judicial podrá tener eso), para comprometerte si en algún momento dices vale, sí, o similar.
Yo ahora, cuando me llaman, sólo sé decir NO, que NO me interesa.
Estamos rodeados de capullos vividores y con las compañías de telecomunicaciones, especialmente.