E
estrella_de_mar
Invitado
Un loco se ha escapado del manicomio y ha subido una pequeña colina que está cerca de la institución. En lo más alto de la colina hay un gran árbol. El loco se ha encaramado a él, con una soga que ha podido conseguir, y amenaza con suicidarse.
Al pie del árbol se ha reunido un gran gentío: el director del manicomio, los médicos y enfermeros, la policía, los bomberos... . Todos intentan, en vano, convencer al pobre infeliz de que no se suicide.
De pronto, de entre toda la muchedumbre, sale un hombrecillo pequeño, todo despeinado, otro loco. Con su mano derecha, traza en el aire una gran señal de la cruz. El efecto es inmediato: el loco que se había subido al árbol baja a la velocidad del rayo y se entrega a sus guardianes.
Todos se acercan al hombrecillo, agradecidos y asombrados. El director le dice:
- Es asombroso, lo que puede la fe de un hombre.
Y el loco contesta:
-¿Qué fe, ni que ...? Yo sólo le he dicho: "O bajas (el movimiento vertical de la cruz) o te corto el cuello (el horizontal)".
Al pie del árbol se ha reunido un gran gentío: el director del manicomio, los médicos y enfermeros, la policía, los bomberos... . Todos intentan, en vano, convencer al pobre infeliz de que no se suicide.
De pronto, de entre toda la muchedumbre, sale un hombrecillo pequeño, todo despeinado, otro loco. Con su mano derecha, traza en el aire una gran señal de la cruz. El efecto es inmediato: el loco que se había subido al árbol baja a la velocidad del rayo y se entrega a sus guardianes.
Todos se acercan al hombrecillo, agradecidos y asombrados. El director le dice:
- Es asombroso, lo que puede la fe de un hombre.
Y el loco contesta:
-¿Qué fe, ni que ...? Yo sólo le he dicho: "O bajas (el movimiento vertical de la cruz) o te corto el cuello (el horizontal)".
