En realidad es muy fácil. A grandes rasgos hay dos tipos de curvas, las de derechas y las de izquierdas

. Lo malo es que de cada una de ellas hay más opciones: con visibilidad y sin visibilidad, de radio uniforme o radio cambiante, que puede ser que se abra o que se cierre. Enlazadas, en subida, en bajada, de radios mayores o menores, más anchas, más estrechas, bacheadas, de asfalto liso, con y sin guardarrail, con y sin arcén, con y sin tráfico, con sol, con sombra, con árboles que dejan entrar el sol entre las sombras de las ramas provocando una lectura muy difícil del firme, con lluvia, con posible hielo, con posible gravilla, con cambios de asfalto, con asfaltos buenos y malos, con cunetas, precipicios, paredes y rocas, con árboles en los lindes, con cambio de rasante, parcheadas, con obstáculos, con baches que hay que evitar en la trazada idónea o en la zona de frenado o en plena inclinación o cuando vas a volver a dar gas... la lista está abierta, pero además hay cosas que se mueven y que no pertenecen a la curva: animales, ciclistas, vehículos muy lentos o parados, peatones, pasos de agua, pegotes de barro o excrementos de ganado, hojas, piedras...
Debemos dejarnos un margen de seguridad real que nos permita detenernos en los metros que vemos y saber frenar bien nos permitirá que ese margen sea más amplio que si no sabemos frenar bien, usándolo para ir más rápidos o más seguros. Debemos respetar las trazadas más conservadoras cuando no tenemos visibilidad y volver siempre al gas lo antes posible para recuperar la estabilidad de la moto. Mirar lejos es fundamental para anticiparnos en lo posible. Todo lo lejos que podamos para anticiparnos lo más posible. En cuanto vas apurado casi seguro es porque estás mirando cerca o vas demasiado rápido para tu nivel. Y llevar la moto suelta, sin forzar los mandos. Cuanto menos trabajas el manillar en las curvas, más suave las das.
Con respecto a lo que dices, MildoscientoST, a mí me da tiempo a ver muuuchas cosas mientras conduzco, incluso mientras conduzco rápido. Puedo ver pasar un pájaro volando alto, una cueva allá arriba, o el río que serpentea allá abajo junto a la carretera. Sigo viendo a los demás vehículos, sigo buscando mis indicios para anticiparme más allá de lo que veo, sigo alerta de posibles peligros y sumando cada día peligros nuevos a mi lista de futuribles. No es que sea pesimista, sino que me preparo para evitar peligros antes de que aparezcan, igual que pones la mano un poco delante cuando vas hacia una puerta que se abre hacia tí y oyes ruido al otro lado. Por si acaso. Y si no se abre, tampoco te ha perjudicado tanto llevar la mano para parar la puerta antes de que te dé en la cara. Al final las curvas son de alguna de las formas que he puesto en el primer párrafo. Cuanto más cerca estás del giro, más posibilidades descartas y al final es de alguna de ellas. Tu mente va posicionándote en la trazada idónea a medida que analiza las cosas que ve, intuyendo la forma que finalmente tendrá la curva o, al menos, la primera parte de la curva que vas a negociar "con lo que ves". Si te acostumbras a conducir a lo que ves, te equivocarás muy pocas veces, pero cuando te equivoques en la valoración, tendrás recursos para negociar el error, pues habrás dejado margen suficiente para equivocarte y corregir sin que sea un estropicio de curva. (normalmente)