Con lo fácil que es reducir la velocidad de los coches a 15 km/h, lo que evitaría algunos accidentes.
Tenían razón cuando aparecieron los primeros autos a vapor. La velocidad estropea el cerebro.
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.