
El farmacéutico le pregunta qué desea pero el mudo no consigue hacerse entender con gestos, así que, harto ya, se saca el miembro y lo pone encima del mostrador al lado de un billete de cinco euros.
De repente el farmacéutico también se saca el pene, lo compara con el del mudo y se guarda el billete en el bolsillo.
Entonces el mudo comienza a hacer gestos de enfado con las manos, a lo que el farmacéutico le responde:
-Eh tranquilo, no te enfades!! Si no sabes perder, la próxima vez no apuestes!!!
