Hola a todos, os cuento:
No sé si os habrá pasado en alguna ocasión, pero llevo unas tres semanas, que cada vez que me subo a la moto (1150 GS), lo hago con una sensación de inseguridad..., me noto torpe, parece como si acabara de empezar en esto de las motos.
Nunca he sido muy lanzado con la moto, nunca le he quitado los pelillos laterales a las ruedas porque tumbo poco y tomo las curvas de forma bastante flojita; pero es desde hace tres semanas, cuando estoy notando que voy bastante mal.
Como muestra, a finales de diciembre, llovía a manta y hacía tiempo que no la cogía por un buen trancazo; por moverla, le di varias vueltas al garaje y en varias de ellas estuve a punto de tragarme alguna columna... ¡¡estoy apollardado, pensé!!
Otra muestra: la semana pasada me di una vuelta hacia la costa (ciento pocos kms), y por la autovía no me encontraba agusto; y no os digo ná por carretera revirada, en una de 50 cc hubiese ido más rápido. Es como si hubiese perdido la confianza inicial que cogí cuando la compré. Precisamente, este era uno de los motivos por los que más contento estaba con el cambio de montura.
¿Puede tener algo que ver, que la haya usado bastante poco en los dos últimos meses y haya desconectado de ella?
En fin, vamos a ver si no pierdo fuelle porque moto y miedo son muy malos compañeros.
Se admiten sugerencias y experiencias similares.
Saludos.
No sé si os habrá pasado en alguna ocasión, pero llevo unas tres semanas, que cada vez que me subo a la moto (1150 GS), lo hago con una sensación de inseguridad..., me noto torpe, parece como si acabara de empezar en esto de las motos.
Nunca he sido muy lanzado con la moto, nunca le he quitado los pelillos laterales a las ruedas porque tumbo poco y tomo las curvas de forma bastante flojita; pero es desde hace tres semanas, cuando estoy notando que voy bastante mal.
Como muestra, a finales de diciembre, llovía a manta y hacía tiempo que no la cogía por un buen trancazo; por moverla, le di varias vueltas al garaje y en varias de ellas estuve a punto de tragarme alguna columna... ¡¡estoy apollardado, pensé!!
Otra muestra: la semana pasada me di una vuelta hacia la costa (ciento pocos kms), y por la autovía no me encontraba agusto; y no os digo ná por carretera revirada, en una de 50 cc hubiese ido más rápido. Es como si hubiese perdido la confianza inicial que cogí cuando la compré. Precisamente, este era uno de los motivos por los que más contento estaba con el cambio de montura.
¿Puede tener algo que ver, que la haya usado bastante poco en los dos últimos meses y haya desconectado de ella?
En fin, vamos a ver si no pierdo fuelle porque moto y miedo son muy malos compañeros.
Se admiten sugerencias y experiencias similares.
Saludos.