ABRAXAS
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Hola a todos,
Ya estoy de vuelta de las vacaciones, un fantástico viaje por las tierras de Astérix y Obelix. 13 días de viaje en los que Pau y yo hemos podido disfrutar de la moto y del país vecino, concretamente la región de Bretaña.
En Francia siempre da gusto viajar en moto. Carreteras nacionales y comarcales con asfalto de primera, los coches se apartan para dejarte adelantar en cualquier situación, paisajes alucinantes y la cuna de la gastronomía. sin mencionar el ambiente de cordialidad que hay entre "motards"
En casi todas las ciudades que merecen la pena hay “Camping Municipal”, todos correctos y alguno sorprendente, por un precio de alrededor de 10€ al día moto, tienda y dos personas.
El plan ha sido:
Primer y segundo día etapas de transición, con obligada parada en Huesca a ver a la familia. Cruzamos el Pirineo por Somport y primera noche cerca de Oloron. Esta región merece la pena por la calidad de las carreteras y paisajes. El segundo día, de Oloron a Cholet, en el “Pays de la Loire”.
Día 3: llegada a Dinan, buscar camping, montar tienda y a ver la ciudad. Es una ciudad de aspecto medieval muy bien conservada, merece la pena el puerto, con sus creperías y bares, impresionante. En este camping estuvimos 4 noches, bien situado, con piscina, cafetería y tienda de ultramarinos, 52 € el total.
Dinan
Día 4: ruta hasta la “Costa de Granito Rosa”, a algo más de 100 Km de Dinan, por la carretera te vas encontrando pueblecitos encantadores, tanto en la costa como en el interior.
Día 5: A comer a Cancale, famoso por las ostras, hay un mercadito en el puerto en el que te venden las ostras abiertas, en fin, qué decir. Después enfilar hacia el Mont Sant Michel, es una abadía en mitad de un extenso llano al lado del mar. Disfrutamos allí de la subida de la marea, hay veces que lo convierte en una isla. La cena a San Malo, ciudad corsaria amurallada, muy bonita.
Cancale
Mont Sant Michel
Día 6: vamos a visitar las playas del desembarco y el cementerio Americano, un trocito de historia contemporánea, sobrecogedor.
Cementerio, más de 4000 cruces de mármol blanco
Día 7: Recoger y camino a Vannes, en la región de Morbian el turismo cambia totalmente, es más de playa, pero el camping es mejor.
Día 8: Dejamos la moto aparcada por un día para cambiarla por un barco que hace un pequeño paseo por el golfo de Morbian. Es éste como un gran lago con más de 40 islas, en el que he visto la mayor concentración de veleros de mi vida. Merece la pena ver cómo sube la marea, con diferencias de 3 metros entre el nivel alto y bajo del mar. Cuando sube o baja se crea una corriente a la entrada del golfo en la que se concentran todos los barcos para “jugar”, parece “rafting” con veleros de 15 m.
Menhir en Carnac
Día 9: Visita a Carnac, el mayor alineamiento de menhires, la lástima es que lo han cerrado al público y solamente se puede ver desde fuera de una valla. Luego cambiamos el rumbo para ir al fin del mundo para los franceses La Point Du Raz, el Finistère francés. Realmente parece el fin de la tierra, impresionante.
Point Du Raz (Finistèrre)
Noche en Quimper, no da tiempo a mucho más que acampar y cena, el camping municipal, está dentro de la ciudad, lo cuál se agradece, pero la calidad está muy por debajo de lo que hemos visto hasta ahora, el precio 8€ en total (bien pensado no está tan mal)
Día 10: Después de desayunar frente a la catedral de Quimper, salimos dirección Guerande, donde hay un festival Celta. Este pueblo también es de aspecto medieval, con sus murallas y sus casitas, ya impresiona menos después de 10 días viendo este tipo de pueblos. En el festival coincidimos con “Los Gaiteros de Xixón” que habían ido a actuar, buena gente, se agradece recuperar el idioma por una noche.
Día 11: Empieza el descenso, siempre evitando autopistas y autovías. El recorrido, por la costa tranquilamente, haciendo tantas paradas como pida el cuerpo o la vista. Escala en Saintes, merece la pena la abadía, pero poco más hay que ver.
Día 12: última etapa en el país vecino, Saintes – Burdeos – Pau. En Pau sorprende la cantidad de motos que hay, una ciudad en mitad de los Pirineos invita a hacer pequeñas escapadas, las matrículas que se ven son de toda Europa, pero sobre todo España e Italia (y francesas, por supuesto)
Saint Baines (cerca de Olorón)
Día 13: Se acabó, cruzar los Pirineos (había echado de menos tanta curva junta), comida en Huesca, chaparrón con granizado incluido al atravesar el “desierto” de los Monegros, (tras 12 días de viaje por bosques increíbles, y sin una gota).
Éste ha sido mi viaje, ahora a preparar el siguiente.
Saludos viajeros.
Ya estoy de vuelta de las vacaciones, un fantástico viaje por las tierras de Astérix y Obelix. 13 días de viaje en los que Pau y yo hemos podido disfrutar de la moto y del país vecino, concretamente la región de Bretaña.
En Francia siempre da gusto viajar en moto. Carreteras nacionales y comarcales con asfalto de primera, los coches se apartan para dejarte adelantar en cualquier situación, paisajes alucinantes y la cuna de la gastronomía. sin mencionar el ambiente de cordialidad que hay entre "motards"
En casi todas las ciudades que merecen la pena hay “Camping Municipal”, todos correctos y alguno sorprendente, por un precio de alrededor de 10€ al día moto, tienda y dos personas.
El plan ha sido:
Primer y segundo día etapas de transición, con obligada parada en Huesca a ver a la familia. Cruzamos el Pirineo por Somport y primera noche cerca de Oloron. Esta región merece la pena por la calidad de las carreteras y paisajes. El segundo día, de Oloron a Cholet, en el “Pays de la Loire”.
Día 3: llegada a Dinan, buscar camping, montar tienda y a ver la ciudad. Es una ciudad de aspecto medieval muy bien conservada, merece la pena el puerto, con sus creperías y bares, impresionante. En este camping estuvimos 4 noches, bien situado, con piscina, cafetería y tienda de ultramarinos, 52 € el total.
Dinan
Día 4: ruta hasta la “Costa de Granito Rosa”, a algo más de 100 Km de Dinan, por la carretera te vas encontrando pueblecitos encantadores, tanto en la costa como en el interior.
Día 5: A comer a Cancale, famoso por las ostras, hay un mercadito en el puerto en el que te venden las ostras abiertas, en fin, qué decir. Después enfilar hacia el Mont Sant Michel, es una abadía en mitad de un extenso llano al lado del mar. Disfrutamos allí de la subida de la marea, hay veces que lo convierte en una isla. La cena a San Malo, ciudad corsaria amurallada, muy bonita.
Cancale
Mont Sant Michel
Día 6: vamos a visitar las playas del desembarco y el cementerio Americano, un trocito de historia contemporánea, sobrecogedor.
Cementerio, más de 4000 cruces de mármol blanco
Día 7: Recoger y camino a Vannes, en la región de Morbian el turismo cambia totalmente, es más de playa, pero el camping es mejor.
Día 8: Dejamos la moto aparcada por un día para cambiarla por un barco que hace un pequeño paseo por el golfo de Morbian. Es éste como un gran lago con más de 40 islas, en el que he visto la mayor concentración de veleros de mi vida. Merece la pena ver cómo sube la marea, con diferencias de 3 metros entre el nivel alto y bajo del mar. Cuando sube o baja se crea una corriente a la entrada del golfo en la que se concentran todos los barcos para “jugar”, parece “rafting” con veleros de 15 m.
Menhir en Carnac
Día 9: Visita a Carnac, el mayor alineamiento de menhires, la lástima es que lo han cerrado al público y solamente se puede ver desde fuera de una valla. Luego cambiamos el rumbo para ir al fin del mundo para los franceses La Point Du Raz, el Finistère francés. Realmente parece el fin de la tierra, impresionante.
Point Du Raz (Finistèrre)
Noche en Quimper, no da tiempo a mucho más que acampar y cena, el camping municipal, está dentro de la ciudad, lo cuál se agradece, pero la calidad está muy por debajo de lo que hemos visto hasta ahora, el precio 8€ en total (bien pensado no está tan mal)
Día 10: Después de desayunar frente a la catedral de Quimper, salimos dirección Guerande, donde hay un festival Celta. Este pueblo también es de aspecto medieval, con sus murallas y sus casitas, ya impresiona menos después de 10 días viendo este tipo de pueblos. En el festival coincidimos con “Los Gaiteros de Xixón” que habían ido a actuar, buena gente, se agradece recuperar el idioma por una noche.
Día 11: Empieza el descenso, siempre evitando autopistas y autovías. El recorrido, por la costa tranquilamente, haciendo tantas paradas como pida el cuerpo o la vista. Escala en Saintes, merece la pena la abadía, pero poco más hay que ver.
Día 12: última etapa en el país vecino, Saintes – Burdeos – Pau. En Pau sorprende la cantidad de motos que hay, una ciudad en mitad de los Pirineos invita a hacer pequeñas escapadas, las matrículas que se ven son de toda Europa, pero sobre todo España e Italia (y francesas, por supuesto)
Saint Baines (cerca de Olorón)
Día 13: Se acabó, cruzar los Pirineos (había echado de menos tanta curva junta), comida en Huesca, chaparrón con granizado incluido al atravesar el “desierto” de los Monegros, (tras 12 días de viaje por bosques increíbles, y sin una gota).
Éste ha sido mi viaje, ahora a preparar el siguiente.
Saludos viajeros.
