Toda la zona es espectacular, y más aún por no ser muy conocida y visitada, con lo que se mantiene muy muy bien. Es tan espectacular, que hace 19 años lo dejé todo y me fuí a vivir allí, a las montañas que se ven al fondo con la moto en primer plano, esa fué "mi casa" durante 7 duros pero inolvidables años, eso ya es Galiza, concretamente Negueira de Muñiz.
De la existencia por esos parajes del oso, urogayo y lobo doy fé -y mis cabras también- lo que dá idea de como se conserva todo el entorno; y adentrarse en ese bosque de Muniellos con nieve, brumas fantasmagóricas, o lluvia torrencial; sin hacer ruido para que no te detecten los corzos o el urogayo antes de verlos tu a ellos es una experiencia sobrecojedora.
Iros a esa zona en invierno y con mal tiempo (para mí, bueno) y sabreis lo que es sentirse inmerso en una naturaleza intocada durante muchos años.
Y de curvas -ahora ya con casi todas las carreteras bien asfaltadas- se queda uno agotado hasta lo indecible al final del día

. Encantador el reportaje.