Juan Xixon
Arrancando
Copiado de La Nueva España. www.lne.es
Sacrificio humano
Los nuevos radares de tráfico han detectado en el mes de julio 80.000 coches a más de 160. Esto sólo puede sorprender a quien no utilice la autopista. Al que viaja a 120 no sólo le adelanta todo turismo o furgoneta, sino que tiene que frenar cuando intenta adelantar a un camión y las centellas que vienen detrás primero le echan los faros y luego le arrinconan. No es ya sólo que la infracción sea habitual, es que encima el infractor lo hace con total desvergüenza, fruto final de la impunidad. Hay alarma social por los muertos en un incendio forestal, pero no por los miles de muertos en carretera. Sólo se podría explicar lo que sucede -la aceptación fatalista de esta sangría- bajo un análisis antropológico y sacrificial, viendo en la inmolación en el asfalto una suerte de rito social de sangre, un peaje siniestro al más allá, la sacralización trágica del más viejo rito de paso: el viaje.
Sacrificio humano
Los nuevos radares de tráfico han detectado en el mes de julio 80.000 coches a más de 160. Esto sólo puede sorprender a quien no utilice la autopista. Al que viaja a 120 no sólo le adelanta todo turismo o furgoneta, sino que tiene que frenar cuando intenta adelantar a un camión y las centellas que vienen detrás primero le echan los faros y luego le arrinconan. No es ya sólo que la infracción sea habitual, es que encima el infractor lo hace con total desvergüenza, fruto final de la impunidad. Hay alarma social por los muertos en un incendio forestal, pero no por los miles de muertos en carretera. Sólo se podría explicar lo que sucede -la aceptación fatalista de esta sangría- bajo un análisis antropológico y sacrificial, viendo en la inmolación en el asfalto una suerte de rito social de sangre, un peaje siniestro al más allá, la sacralización trágica del más viejo rito de paso: el viaje.