Buenas tardes moteros:
Ya va, ya va.
Jajajajajajajajajajaja.
Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba también, tanto, que voy a empezar dando los agradecimientos al principio y no al final como siempre.
Y dos fueron los motivos de este regocijo motero.
El primero, que tenemos una suerte tremenda con los líderes que nos llevan por esas carreteras, y el sábado pasado Busman lo bordó con su ritmo alegre, con precisión de cirujano y sin una frenada ni corrección en medio de las trazadas, lo cual da una seguridad tremenda a los que vamos detrás porque visualizamos perfectamente por dónde va la carretera.
Y eso qué significa, diréis, que el resto de lo que nos dirigen no va tan bien, pues, evidentemente, nada más lejos de la realidad.
La semana pasada, por poner un ejemplo, Tino nos lideró con igual maestría, pero mis sensaciones eran que la moto se inclinaba por partes, como el respaldo de una tumbona de playa.
Jajajajajajajajajajajajajajaajjajaa.
Y claro, uno termina por pensar que si serán los años que afecta al sentido del equilibrio sobre dos ruedas.
Y aquí entra el segundo motivo, que no es otro que el neumático delantero, el cual estaba bastante pelado por los bordes y como se demostró después era el causante de mis inclinaciones por fascículos.
El viernes anterior a la salida cambiaba esa triangular goma, y ya hacia casa notaba que no se me cerraba la dirección en las rotondas, lo cual era una característica del anterior a pesar de ser el mismo modelo, y ademas me lo hacía desde que la adquirí con 1.300 kilómetros.
De repente, la moto se había vuelto totalmente neutra y mucho más ágil, claro, aunque, ahora, la sensación era que se tumbaba de una sola vez y de golpe.
Jajjajajajajajajajajajajajajajajaj.
Guardé la moto y tenía una ganas enormes de que amaneciera para confirmar las buenas sensaciones experimentadas.
En un duerme velas estaba ya, cuando un estruendo tremendo terminó de despertarme, efectivamente, eran Busman y Noreo con sus respectivas "sopranos".
Como un resorte me levanté y enseguida iniciábamos la marcha mi Tigresa y un servidor.
Con los neumáticos fríos negociaba las rotondas a baja velocidad sin notar los temidos cierres de dirección antes comentados, por lo que se me iba dibujando una sonrisa cada vez más grande, aunque no pude disfrutar de la subida a la Cruz Verde por el tráfico que me encontré.
Y allí estaban los "silenciosos".
La Mantis tenía un tuneo especial para esconder un vaso del líquido de frenos:
Jajajajajajajajajajajajaajjaa.
La MT-10 es del amigo Noreo que se la ha comprado para que la GS no se le aburra en el garaje.
Y al poco tiempo empezaron a llegar más amigos a La Farmacia.
Vaya par de "Rukkeros":
Y con la gallardía que se observa, nos fuimos a disfrutar de lo lindo.
Sí, yo convoqué, pero quien nos dirigió, y de manera admirable, no fue otro si no Busman sobre el que recayó todo el peso de llevarnos.
Y, repito, lo hizo magistralmente.
Bajamos a Robledo de Chavela y yo todavía andaba con cuidado por la sensación de tumbada instantánea por el neumático nuevo, nos dirigimos a Cebreros y a muy buen ritmo llegábamos a a esta población para dirigirnos hacia el embalse de El Burguillo por esa carretera estrecha que tanto me gusta pero que aún tiene más grava de la que yo quiseirta en unos cuantos parches, pero a pesar de la precaución llegábamos enseguida a la N-403 y nos dirigimos hacia Ávila, pero tras cruzar el puente de La Gaznata, a unos kilómetros del mismo, girábamos a al izquierda para hacer el tramo de Las Calas del Burguillo, el cual se nota que es del agrado de Busman porque hay que verlo para comprobar lo bien que lo negocia con tanta finura y precisión, y yo detrás sin tanta finura ni precisión pero podía verlo.
Jajajajajajaajajajajajajajajaja.
Qué tramo más revirado con un asfalto muy bueno y una mejor amplitud, aunque con mucho tráfico habitualmente, por lo que hay que ir con margen suficiente por si te encuentras con una lata en medio de una curva y a dos por hora.
Enseguida llegamos a Navaluenga y de ahí a Burgohondo, donde giramos a la izquierda y enseguida a la derecha para tomar la AV-903 que ya sabéis que es una carretera estrecha con un una asfalto irregular, pero que me gusta, porque, además, cada vez me encuentro más a gusto sobre estos firmes tan sospechosos.
En un principio la suspensión de la XR me parecía dura pero cada vez me voy haciendo más a ella, no sé si porque está cediendo o yo me estoy insensibilizando.
En estos momentos, Noreo iba detrás de Busman pero no iba del todo identificado con su nueva montura por lo que el de la KeTeMeto se nos iba, así que no tuve más remedio que achucharle a la Tigresa y nos fuimos en busca de la Mantis.
Enseguida llegábamos a la AV-905 camino de la Venta del Obispo, y ya en esta carretera de curvas amplias, buen asfalto, y óptima anchura, el aplomo que notaba era total, además, ya me había acostumbrado a la tendencia a caerse de la moto motivada por el neumático nuevo, por lo que disfruté como un crío chico.
Estábamos de charla con las motos aparcadas cuando llegaron Tino, Kamotillo, Pe, y otros históricos que iban de ruta hacia el Valle del Jerte.
Enseguida se marcharon y nos dejaron en buena compañía:
Y para el final la mejor, la Tigresa, que parecía otra con el cambio del neumático delantero:
Y al lío, aunque tuvimos que esperar a que plantaran las patatas porque cada vez llegamos más pronto.
Jajajajajajajaajajajajajaja.
Estábamos encantados mirando a un lado:
O al otro:
Mientras, ellas, esperando:
Como no estaba Tino, Busman le suplantaba en la gallardía:
Y nos fuimos dirección a Ávila por la N-502 pero enseguida giramos a la derecha en dirección a Navalacruz por una carretera estrechita, con firme delicado y mucha piedra suelta, pero Busman a lo suyo con un andar suave y contundente.
Y llegábamos de nuevo al cruce con la AV-905 y Busman nos pregunta qué a dónde iba esa carretera, pero no nos podíamos creer que nos preguntara eso, porque resulta que ¡¡¡¡¡¡era la misma que habíamos tomado antes para ir a la Venta del Obispo!!!!!!.
Este piloto te lleva de maravilla por dónde quieras pero no le preguntes por qué pueblos hemos pasado.
Jajajajajajajajajaajajajajajajajaj.
En un momento estábamos en Navalmoral y no se nos iba a escapar el magnífico puerto de igual nombre.
Ya os podéis imaginar lo bien y divertido que subimos este pedazo de puerto.
Al coronar alcanzamos a dos moteros que iban detrás de una lata tipo Crosswagon de Alfa que no iba del todo mal, pero que en un momento fue aniquilada por la Mantis, mientras que a la Tigresa le costó un poco más y a su grupa se le pegó la GS de Blackarrow.
En un momento, todo se me hace cortísimo, estábamos en Ávila repostando y nos encontramos con otro grupo que preguntaba que por dónde se iba al Jerte.
Como teníamos ganas de más, nos dirigimos por CL-505 para enseguida abandonarla en dirección a El Boquerón, y yo ya me encontraba absolutamente encantado de haber cambiado el neumático, porque las sensaciones iban a mejor por momentos, y encima por estas carreteras bacheadas me encontraba cada vez más cómodo, y sobre todo confortable, pero hay que ver cómo iba el de la Super Duke...
Negociamos y bajamos Arrebatacapas y enseguida llegábamos a Cebreros.
En estos momentos, detrás de Busman iba J.P., después Blackarrow y a continuación un servidor, siendo seguidos por Tuerce.
Y nos dirigimos de vuelta a Robledo de Chavela por donde habíamos venido, y en la bajada a unos de los curvones, Blak adelanta a J.P. y se pone detrás de la Mantis, y en la salida de una curva cerrada mi Tigresa pega un salto y también adelantamos a J.P.
A J.P. estas cosas no le afectan.
Jajajajajaajajajajajajajajajajajaja.
Y la cosa no dio para más porque en un momento estábamos en Robledo de Chavela, y nos dispusimos a negociar el tramo hasta la Cruz Verde lo cual fue una auténtica hemorragia de satisfacción, para a continuación hacer la bajada entre pinares hacia Zarzalejo.
Y aparcamos:
Y al lío:
Y más cosas:
Y risas:
Y gallardías:
Y más cosas:
Y más:
Y más risas:
Y gallardías:
Se van a romper el cuello:
Jajajajajajaajajajajajajajajaja.
Y más cosas ricas:
Y más...:
Y ya a reventar de zampar nos fuimos.
Tuerce aprovechó para echarse un amiguito:
Pues encantado de conocerle:
Descojonado que viene.
Y a prepararse:
Y a dios.
Lo dicho, un día "im presionante".
Me lo he pasado como un enano en moto.
Muchas gracias de nuevo a Busman por dirigirnos y al resto por acudir.
Y muchas gracias a mí mismo por convocar, lo mejor que hice la semana pasada.
Jajajajajaajajajajajajaja
Y ya sabéis hay que cambiar el neumático en cuanto haga cosas raras.
¿Qué conversación tuvo Tuerce con su amigo el paisano?.
Hasta la próxima y que sea pronto, muy pronto.
Ya os dejo descansar.
V'sssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
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