Buenas.
El tal Juanola, el interfecto denunciado y hambriento ha escrito una Carta al Director de La Vanguardia. Y despues de traducirla, en el original en catalán, os la cuelgo.
Quiero aclarar que en el último párrafo comenta que: "y me pareció intuir una mujer mayor desorientada con síntomas de alzheimer……"
Esto viene a cuento por que hace una semana una chica encontro a una señora desorientada en el Barrio de Sants de Barcelona, la atendió y llamó a la Guardia Urbana y a los Mossos d'Esquadra. Ninguno de los dos se hizo cargo de la señora y tuvo que ser ella misma la que la llevara hasta Sant Andreu, otro barrio en la otra punta de la ciudad, despues de estar con ella mas de una hora e indagar donde vivia
Francesc
Me han multado por morder un croissant parado en un semáforo, dentro del coche, en el centro de Barcelona. El día del delito, me compre el objeto de la discordia en una panadería de la calle Consell de Cent esquina Roger de Flor. Escondiendo el croissant dentro de una bolsa blanca de papel, conseguí introducirlo dentro de mi vehiculo sin ser visto. A las 11:59, a la altura del número 202 de la calle Aragó, el semáforo se pone rojo y, tal como indica el Código de la Circulación, detuve mi coche, que se quedó el primero frente al paso de peatones.
En este momento, cedo a los seductores efluvios del croissant de mi perdición y lo muerdo haciendo mío su cuerno izquierdo. Inmediatamente, un agente de la Guardia Urbana de Barcelona me insta a dejar la formación de vehículos y me obliga a acompañarlo hacia la esquina. Sin quitarse el casco, me informa que seré sancionado por comer dentro del coche, incumpliendo, según reza la multa, el código 1488 y el artículo 18.1. Me pide la documentación que me acredita como pagador de seguros diversos, de impuestos de circulación y de su sueldo. Todo en orden.
El agente tarda cinco minutos en buscar el artículo que he violado en una especie de libreta negra con las hojas plastificadas. Me dirijo al otro agente (siempre van dos, parece) y le pregunto, educadamente, si es una broma. Este, también con el casco puesto, me responde: “Esto mi compañero. Yo todavía no he hablado con usted” Y se va. Me entrega la denuncia que indica, en minúsculas y en palabras textuales “circulado y comiendo a la vez” Me indigno interiormente y no digo nada. Me da la multa, y se va sin saludar y yo reprendo mi camino.
Durante estos diez minutos que estuve parado, conté once vehículos con los conductores hablando por el móvil, cuatro motos arrancando antes de que el semáforo se ponga verde, dos perros defecando con sus propietarios mirando hacia otro lado, y me pareció intuir una mujer mayor desorientada con síntomas de alzheimer…….pero, claro esto no es competencia suya.