Estuve trabajando 7 años en La Línea.
Muy buen gente y grandes personas los linenses.
Una de esas veces que entraba a echar gasolina como la mayoría de los que trabajábamos por allí, un taxista me cruzó su vehículo de mala manera y le pité.
Entonces el gorila pirata, porque es lo que parecía, se bajó del taxi, se vino para mí y también me bajé para ver que quería y recriminarle su maniobra y ni corto ni perezoso me arreó una ostia.
Como os lo cuento.
Lo más triste fué, que todo esto ocurrió delante de un boby al cual me dirijí para denunciar lo que pasó y me dijo que el no había visto nada (os prometo que lo vió todo porque nos separaba 5 metros y estaba mirando) y que si persistía en mi denuncia que lo acompañara al castillo.
Para los que no lo sepan, allí se encuentran los calabozos y empecé a presentir que cuanto más me alejara de la aduana peor se podía poner para mi la cosa.
Así que me fuí con mi orgullo herido y la cara colorada como las Ketchup.
Si a esto le sumo que una gran parte de esta población suelen tener su trabajo en el peñón pero luego viven en España en casa de Castellar, Sotogrande, La Alcaidesa y otras tantas zonas bonitas, para lo cual tienen un vehículo en España pegada a la aduana para desplazarse pero sin seguros ni documentación en regla pues todavía disminuye más todavía el poco aprecio que les pueda tener.
Lo de los vehículos sin seguro y sin documentación no me lo contaron, lo pude constatar en muchas ocasiones yo mismo.
En fin, de este tema podriamos hablar largo y ten
iendo unas birras entre las manos.
De tendido nada que no me fió del personal.
Bueno amigos muchas Vssss.
