Un científico inglés fue a Japón a pronunciar una conferencia. Como los asistentes no hablaban inglés, se contrató a un intérprete para que tradujera consecutivamente el discurso al japonés.
Al cabo de quince minutos, el conferenciante hizo una pausa. El traductor se levantó , dijo cinco palabras y volvió a sentarse. El conferenciante siguió adelante, sorprendido. Quince minutos después volvió a detenerse, y una vez más, el traductor se limitó a decir otras cinco palabras.
Al final, el traductor pronunció otras cinco palabras y se despidió con una leve inclinación de cabeza. Más desconcertado que nunca y sin saber que hacer, el conferenciante le pidió a un colega que hablaba los dos idiomas que le explicara lo ocurrido.
Lo primero que dijo fue: "Hasta ahora no ha dicho nada nuevo", le dijo el amigo. A continuación añadió: "Creo que no nos dirá nada nuevo", y al final, dijo "Estaba yo en lo cierto".
;D ;D
Al cabo de quince minutos, el conferenciante hizo una pausa. El traductor se levantó , dijo cinco palabras y volvió a sentarse. El conferenciante siguió adelante, sorprendido. Quince minutos después volvió a detenerse, y una vez más, el traductor se limitó a decir otras cinco palabras.
Al final, el traductor pronunció otras cinco palabras y se despidió con una leve inclinación de cabeza. Más desconcertado que nunca y sin saber que hacer, el conferenciante le pidió a un colega que hablaba los dos idiomas que le explicara lo ocurrido.
Lo primero que dijo fue: "Hasta ahora no ha dicho nada nuevo", le dijo el amigo. A continuación añadió: "Creo que no nos dirá nada nuevo", y al final, dijo "Estaba yo en lo cierto".
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