Hola a todos,
Siento comenzar a golpe de lunes con este tipo de noticias pero creo que es necesario leerlas hasta la saciedad y por lo menos tenerlas presentes siempre que arrancamos la moto y salimos ahí fuera; creo que es una buena medida de prevención, por lo menos para mí, que estoy seguro que durante una temporada iré más atento y menos rápido.
El sábado se nos atragantó la comida tras recibir una llamada de teléfono y confirmarnos que nuestro vecino, un chaval de 26 años, acababa de fallecer tras un accidente con su moto (rodando desde los 16 tacos y con casi todas las cilindradas), joer, una pena.....
Ayer fue su entierro, al cual no pude asistir, pero mi buena madre como amiga de la de este compañero si asistió; me llamó a última hora de la noche solo para rogarme que vendiése la moto porque ver el estado de Flora, la madre de Juan, impactaba y la entiendo.
Un buen gesto, de sus colegas moteros fue el asistir en masa al sepelio ataviados con sus cascos en su honor.
Hace unos minutos, al buscar en un periódico local lo noticia para incluirla en este post, todavía me he sentido peor al saber que este sábado no solo se quedó este compañero en la carretera, sino que en las carreteras gallegas habían caído otros tres mas, y uno de ellos, con seguridad por los puñeteros quitamiedos (mas firmas para el post que circula por el foro en contra de estas armas de matar, por favor).
Es díficil comenzar la semana sabiendo esto: ¡¡¡ mucho cuidado ahí fuera !!!!
V'sss al cielo.
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Un motorista muere en un aparatoso choque contra un automóvil en Carral
04/09/2005
La víctima, Juan Manuel González Maroño, de 26 años, pereció minutos después del suceso
El padre de dos niños que viajaban en el turismo iba detrás en una moto y presenció el siniestro
(Firma: Bea Abelairas | Lugar: a coruña)
Una brutal colisión se llevó ayer por delante la vida de Juan Manuel González Maroño, un vecino de Cecebre de 26 años que viajaba en una moto por la N-550 cuando fue alcanzado por un vehículo que se acababa de incorporar a la carretera en el cruce de As Travesas, en el municipio coruñés de Carral. En el Opel Astra viajaban una madre, sus dos hijos y otra mujer, que terminaron dando varias vueltas de campana en el interior del coche.
El padre de los dos pequeños presenció el accidente, puesto que viajaba detrás del automóvil familiar en una motocicleta. A pesar de la gran violencia de la colisión, ninguno de los que iban en el vehículo sufrieron daños graves, pero el cuerpo de Juan Manuel González quedó tendido en el asfalto, separado del amasijo de hierros en el que se convirtió su moto después de chocar contra el turismo.
Los servicios de emergencia que acudieron a la zona dieron aviso al helicóptero ante la gravedad de las heridas que presentaba, pero la maniobra no sirvió para nada. Cuando ya estaba sobrevolando la zona, los médicos certificaron la muerte del hombre y el aparato tuvo que regresar vacío a su base.
Los siguientes en llegar al lugar del suceso fueron los familiares de Juan Manuel González, su madre y varios amigos.
Críticas de testigos
Eran las dos del mediodía y varios testigos mostraban su indignación por la actuación de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, cuya patrulla se retrasó demasiado, según los vecinos que se congregaron en la zona, que también especulaban sobre las causas del accidente. Casi todos definían el lugar como un cruce con escasa visibilidad, incluso un agente de la Policía Local de Carral que no sabía del suceso y se encontraba en la otra punta del municipio. «Si me preguntas por un choque grave, seguro que fue allí, porque es una zona muy peligrosa», indicó el policía.
El cuerpo de la víctima quedó tendido a más de 50 metros del punto en el que se produjo el accidente, en un tramo de la carretera antigua, el lugar hasta el que volaron los vehículos. Juan Manuel González vivía en la localidad coruñesa de Cecebre y allí, en el cementerio de la parroquia de San Salvador de Cambre, será enterrado hoy a las seis de la tarde.
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Siento comenzar a golpe de lunes con este tipo de noticias pero creo que es necesario leerlas hasta la saciedad y por lo menos tenerlas presentes siempre que arrancamos la moto y salimos ahí fuera; creo que es una buena medida de prevención, por lo menos para mí, que estoy seguro que durante una temporada iré más atento y menos rápido.
El sábado se nos atragantó la comida tras recibir una llamada de teléfono y confirmarnos que nuestro vecino, un chaval de 26 años, acababa de fallecer tras un accidente con su moto (rodando desde los 16 tacos y con casi todas las cilindradas), joer, una pena.....
Ayer fue su entierro, al cual no pude asistir, pero mi buena madre como amiga de la de este compañero si asistió; me llamó a última hora de la noche solo para rogarme que vendiése la moto porque ver el estado de Flora, la madre de Juan, impactaba y la entiendo.
Un buen gesto, de sus colegas moteros fue el asistir en masa al sepelio ataviados con sus cascos en su honor.
Hace unos minutos, al buscar en un periódico local lo noticia para incluirla en este post, todavía me he sentido peor al saber que este sábado no solo se quedó este compañero en la carretera, sino que en las carreteras gallegas habían caído otros tres mas, y uno de ellos, con seguridad por los puñeteros quitamiedos (mas firmas para el post que circula por el foro en contra de estas armas de matar, por favor).
Es díficil comenzar la semana sabiendo esto: ¡¡¡ mucho cuidado ahí fuera !!!!
V'sss al cielo.
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Un motorista muere en un aparatoso choque contra un automóvil en Carral
04/09/2005
La víctima, Juan Manuel González Maroño, de 26 años, pereció minutos después del suceso
El padre de dos niños que viajaban en el turismo iba detrás en una moto y presenció el siniestro
(Firma: Bea Abelairas | Lugar: a coruña)
Una brutal colisión se llevó ayer por delante la vida de Juan Manuel González Maroño, un vecino de Cecebre de 26 años que viajaba en una moto por la N-550 cuando fue alcanzado por un vehículo que se acababa de incorporar a la carretera en el cruce de As Travesas, en el municipio coruñés de Carral. En el Opel Astra viajaban una madre, sus dos hijos y otra mujer, que terminaron dando varias vueltas de campana en el interior del coche.
El padre de los dos pequeños presenció el accidente, puesto que viajaba detrás del automóvil familiar en una motocicleta. A pesar de la gran violencia de la colisión, ninguno de los que iban en el vehículo sufrieron daños graves, pero el cuerpo de Juan Manuel González quedó tendido en el asfalto, separado del amasijo de hierros en el que se convirtió su moto después de chocar contra el turismo.
Los servicios de emergencia que acudieron a la zona dieron aviso al helicóptero ante la gravedad de las heridas que presentaba, pero la maniobra no sirvió para nada. Cuando ya estaba sobrevolando la zona, los médicos certificaron la muerte del hombre y el aparato tuvo que regresar vacío a su base.
Los siguientes en llegar al lugar del suceso fueron los familiares de Juan Manuel González, su madre y varios amigos.
Críticas de testigos
Eran las dos del mediodía y varios testigos mostraban su indignación por la actuación de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, cuya patrulla se retrasó demasiado, según los vecinos que se congregaron en la zona, que también especulaban sobre las causas del accidente. Casi todos definían el lugar como un cruce con escasa visibilidad, incluso un agente de la Policía Local de Carral que no sabía del suceso y se encontraba en la otra punta del municipio. «Si me preguntas por un choque grave, seguro que fue allí, porque es una zona muy peligrosa», indicó el policía.
El cuerpo de la víctima quedó tendido a más de 50 metros del punto en el que se produjo el accidente, en un tramo de la carretera antigua, el lugar hasta el que volaron los vehículos. Juan Manuel González vivía en la localidad coruñesa de Cecebre y allí, en el cementerio de la parroquia de San Salvador de Cambre, será enterrado hoy a las seis de la tarde.
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