Esto es una señora que se queda viuda, y va todos los dias a orinarse en la lápida del marido, y así, diariamente, hasta que un día le dice otra señora que también era viuda recientemente:
- Disculpe, ¿no le da vergüenza orinarse en la lápida de su difunto marido?
Y le contesta la viuda:
- ¡¡¡Cada una llora por dónde lo siente!!!
- Disculpe, ¿no le da vergüenza orinarse en la lápida de su difunto marido?
Y le contesta la viuda:
- ¡¡¡Cada una llora por dónde lo siente!!!