Pues nada, aquí paso a relatar brevemente esta vuelta por la Península Ibérica que me he dado en solitario.
Salí de mi casa en Gurb (Barcelona), sobre las 10:00 de la mañana del jueves 25 de agosto, con dirección a Tarragona, aunque la primera parada fue a la altura de Valencia, yendo siempre por carreteras nacionales o autovías. Pasando por Yecla me dirigí a Almería, y después de cenar un bocadillo que traía de casa, después de preguntar al menos en cuatro sitios, conseguí un sitio para dormir a la 1:30 de la noche en El Ejido.
Tras descansar en El Ejido, siguiendo las recomendaciones de un chaval del lugar, me fui hacia un pueblo de la provincia de Granada llamado La Peza, cruzando Sierra Nevada por el puerto de La Ragua, a 2000 m. de altura. Por la tarde llegué a Jaén donde me regalé un señor tapeo y unas buenas birras y paso la noche en un hotelito.
Al día siguiente me fui a Córdoba, donde estuve paseando por sus encantadoras calles hasta mediodía, después me fui hasta Posadas, y en un parque lleno de pinos que tienen en las afueras, me zampé los restos de la comida que me quedaba de casa.
Antes de llegar a Jaén, se me ocurrió comprar el Motociclismo (hacia años que no lo compraba) y en el pude leer que el fin de semana había una concentración (la primera del moto club) en La Garrovilla, entre Mérida y Badajoz, así que hacia allí dirigí mis pasos, es decir mis rodadas.
Llegué a La Garrovilla, tras pasar mucho calor y mucha sed, sobre las ocho de la tarde, y tras inscribirme en la concentración, me dieron de comer y sobre todo de beber, mucho beber, así como lugar para acampar, por la “módica” cantidad de 20€. El domingo después la ruta “barítima” por Mérida, la comida, y después de la comida entrega de premios y ¡Ho sorpresa! Había ganado el premio al motero más lejano!!!!!!
Tuve que hacer virguerías para conseguir meter el “copón” que me dieron de premio en la maleta derecha.
Puesto que no había estado nunca en Portugal, el domingo por la tarde me fui hacia Lisboa, tomando la autopista nada más entrar en Portugal y pagando más de 13€ al final del recorrido. La entrada a Lisboa la hice por el puente 25 de Abril, que es de peaje, pero como era domingo por la tarde y plena operación retorno a la ciudad, todas las barreras del peaje del puente estaban levantadas. La entrada a Lisboa por este puente en moto, es acongojante, pues de los tres carriles que tiene en cada sentido, dos son de rejilla de acero y sólo el central es de asfalto, con lo que ves debajo de tus ruedas el Océano Atlántico muchos metros por debajo, vertiginoso de verdad. Es una experiencia que los enlatados no pueden disfrutar. Encontré una pensión cutrilla pero muy céntrica, y solo costaba 20€, con baño compartido.
Tras patearme la ciudad de Lisboa, ciudad que me encantó por cierto, después de comerme un buen “bacalhau asado”, me dirigí hacia el norte de Portugal, y ésta vez salí por el puente Vasco da Gama. Son 17 km. de puente por encima del Océano, y creo que es el segundo puente más largo de Europa.
Me impresionó ver todo el interior de Portugal calcinado, desde Torres Novas hasta Castelo Branco, prácticamente todo está quemado. Llegué a Viseu, más o menos a la altura de Porto, pero en el interior. Después de cenar en un hotelito muy “mono”, me metí entre pecho y espalda un vino do Porto de 20 años, néctar de los dioses.
El día siguiente, martes, crucé la frontera de Portugal, (no sin antes ver tres incendios más), y me fui a comer a Ourense, donde me dieron un pulpo “a feira” y unos pimientos de Padrón regado con un buen Ribeiro, memorables.
Por la tarde me fui a Lugo y allí cené y dormí, todo ello también muy a gusto.
Al día siguiente, en lugar de coger la moto a primera hora de la mañana, me fui a pasear y a perderme por el casco antiguo y la muralla de Lugo, y estuve hasta mediodía vagueando por ahí. Después cogí la autovía A6, dirección León, pero antes de llegar a Ponferrada, vi una salida que ponía “Os Ancares”, y hacia allí me dirigí.
Que grata sorpresa visitar Os Ancares. Se trata de un paraje muy montañoso y con mucho bosque y algún riachuelo de montaña, a caballo entre las provincias de Lugo y Ponferrada. Puesto que me quedaba poca gasolina y no se veía ninguna gasolinera por la zona, me dediqué a bajar todos los tramos en pendiente en punto muerto y motor parado. En uno de tantos cruces del interior de Os Ancares, vi un cartel que indicaba “Hotel de Naturaleza”, y allí fui. En el pueblecito de Pontes de Gatín, estaba dicho hotel. Se trata de un caserío reformado recientemente, donde me encontré totalmente solo en el comedor, y donde la pareja que regenta el hotel me agasajaron con buenísimas viandas y buen vino, por solo siete yuros. En el hotel me indicaron donde encontrar la gasolinera más cercana y fui hasta Becerreá y Piedrafita do Cebreiro, donde volví a incorporarme a la A6.
Por la tarde llegué a Burgos, y tras un paseo histórico, me paré en un mesón a degustar las especialidades de la tierra.
Después de cenar en Burgos, puesto que me sentía fresco y con ánimo me llegué, ya oscurecido, hasta Miranda de Ebro. Pero no encontré habitación disponible, y las que había disponibles en ruta me pedían 80€. Así pues llegué hasta Vitoria, sobre las 12:00 de la noche, y por bastante menos dinero pasé la noche en un cómodo hotelito con la moto en su garaje.
Al día siguiente, jueves, me dirigí hacia Zarauz, donde me costó esfuerzo y preguntar a mucha gente, llegar a allí sin pasar por la autopista. En Zarauz pude darme el capricho de comer en el restaurante de Karlos Arguiñano, sin tener reserva previa, (ventajas de viajar solo), y después de comer opíparamente, me fui hasta Donosti, donde llamé por teléfono a unos compañeros foreros y pasamos la tarde charlando agradablemente entre cafés y copas, (mila ezker hummer, alaiza y alaizam).
Por la noche me fui hasta Hondarribia, y tras alojarme en un sencillo hostal, me fui a cenar a la Hermandad de Pescadores (siempre que estoy por la zona me gusta comer allí), y cuando estaba disfrutando de la exquisita merluza, apareció por la puerta un amigo de Barcelona, que hacía años que no veía. Justamente allí, a cientos de kilómetros de casa, nos tuvimos que encontrar. Naturalmente estuvimos charlando largo y tendido, pero sobre las doce de la noche, cada cual siguió su camino, en moto por supuesto.
El viernes empecé el regreso pasando por Pamplona, en Tudela me desvié hacia las Bardenas Reales, donde me di una bonita vuelta. De Tudela me fui a Zaragoza y tras llamar a otro compañero forero, me preparó mantel y cuchillo en su casa (mil gracias Valentina y Pilar). Sobre las seis de la tarde salí de Zaragoza, llegando a mi casa a las 9 de la noche del viernes 2 de setiembre.
El contador señalaba 4410 km más que a la salida, recorridos en nueve días en solitario, lo que me permitió parar allí donde quise, comer cuando tuve hambre, dormir cuando tuve sueño, y no tener que dar explicaciones a nadie, en definitiva ir a mi rollo.
Por supuesto la R 1150 GS no dio ni el más mínimo problema, pero éste es un comentario que sobra, tratándose de esta moto.
Si quereis ver más fotos, por favor "clikar" aquí http://www.bmwmotos.com/galeria/bmw/gallery/view_album.php?set_albumName=carlesb&page=8
Salí de mi casa en Gurb (Barcelona), sobre las 10:00 de la mañana del jueves 25 de agosto, con dirección a Tarragona, aunque la primera parada fue a la altura de Valencia, yendo siempre por carreteras nacionales o autovías. Pasando por Yecla me dirigí a Almería, y después de cenar un bocadillo que traía de casa, después de preguntar al menos en cuatro sitios, conseguí un sitio para dormir a la 1:30 de la noche en El Ejido.
Tras descansar en El Ejido, siguiendo las recomendaciones de un chaval del lugar, me fui hacia un pueblo de la provincia de Granada llamado La Peza, cruzando Sierra Nevada por el puerto de La Ragua, a 2000 m. de altura. Por la tarde llegué a Jaén donde me regalé un señor tapeo y unas buenas birras y paso la noche en un hotelito.

Al día siguiente me fui a Córdoba, donde estuve paseando por sus encantadoras calles hasta mediodía, después me fui hasta Posadas, y en un parque lleno de pinos que tienen en las afueras, me zampé los restos de la comida que me quedaba de casa.
Antes de llegar a Jaén, se me ocurrió comprar el Motociclismo (hacia años que no lo compraba) y en el pude leer que el fin de semana había una concentración (la primera del moto club) en La Garrovilla, entre Mérida y Badajoz, así que hacia allí dirigí mis pasos, es decir mis rodadas.
Llegué a La Garrovilla, tras pasar mucho calor y mucha sed, sobre las ocho de la tarde, y tras inscribirme en la concentración, me dieron de comer y sobre todo de beber, mucho beber, así como lugar para acampar, por la “módica” cantidad de 20€. El domingo después la ruta “barítima” por Mérida, la comida, y después de la comida entrega de premios y ¡Ho sorpresa! Había ganado el premio al motero más lejano!!!!!!
Tuve que hacer virguerías para conseguir meter el “copón” que me dieron de premio en la maleta derecha.
Puesto que no había estado nunca en Portugal, el domingo por la tarde me fui hacia Lisboa, tomando la autopista nada más entrar en Portugal y pagando más de 13€ al final del recorrido. La entrada a Lisboa la hice por el puente 25 de Abril, que es de peaje, pero como era domingo por la tarde y plena operación retorno a la ciudad, todas las barreras del peaje del puente estaban levantadas. La entrada a Lisboa por este puente en moto, es acongojante, pues de los tres carriles que tiene en cada sentido, dos son de rejilla de acero y sólo el central es de asfalto, con lo que ves debajo de tus ruedas el Océano Atlántico muchos metros por debajo, vertiginoso de verdad. Es una experiencia que los enlatados no pueden disfrutar. Encontré una pensión cutrilla pero muy céntrica, y solo costaba 20€, con baño compartido.
Tras patearme la ciudad de Lisboa, ciudad que me encantó por cierto, después de comerme un buen “bacalhau asado”, me dirigí hacia el norte de Portugal, y ésta vez salí por el puente Vasco da Gama. Son 17 km. de puente por encima del Océano, y creo que es el segundo puente más largo de Europa.
Me impresionó ver todo el interior de Portugal calcinado, desde Torres Novas hasta Castelo Branco, prácticamente todo está quemado. Llegué a Viseu, más o menos a la altura de Porto, pero en el interior. Después de cenar en un hotelito muy “mono”, me metí entre pecho y espalda un vino do Porto de 20 años, néctar de los dioses.

El día siguiente, martes, crucé la frontera de Portugal, (no sin antes ver tres incendios más), y me fui a comer a Ourense, donde me dieron un pulpo “a feira” y unos pimientos de Padrón regado con un buen Ribeiro, memorables.
Por la tarde me fui a Lugo y allí cené y dormí, todo ello también muy a gusto.
Al día siguiente, en lugar de coger la moto a primera hora de la mañana, me fui a pasear y a perderme por el casco antiguo y la muralla de Lugo, y estuve hasta mediodía vagueando por ahí. Después cogí la autovía A6, dirección León, pero antes de llegar a Ponferrada, vi una salida que ponía “Os Ancares”, y hacia allí me dirigí.
Que grata sorpresa visitar Os Ancares. Se trata de un paraje muy montañoso y con mucho bosque y algún riachuelo de montaña, a caballo entre las provincias de Lugo y Ponferrada. Puesto que me quedaba poca gasolina y no se veía ninguna gasolinera por la zona, me dediqué a bajar todos los tramos en pendiente en punto muerto y motor parado. En uno de tantos cruces del interior de Os Ancares, vi un cartel que indicaba “Hotel de Naturaleza”, y allí fui. En el pueblecito de Pontes de Gatín, estaba dicho hotel. Se trata de un caserío reformado recientemente, donde me encontré totalmente solo en el comedor, y donde la pareja que regenta el hotel me agasajaron con buenísimas viandas y buen vino, por solo siete yuros. En el hotel me indicaron donde encontrar la gasolinera más cercana y fui hasta Becerreá y Piedrafita do Cebreiro, donde volví a incorporarme a la A6.
Por la tarde llegué a Burgos, y tras un paseo histórico, me paré en un mesón a degustar las especialidades de la tierra.
Después de cenar en Burgos, puesto que me sentía fresco y con ánimo me llegué, ya oscurecido, hasta Miranda de Ebro. Pero no encontré habitación disponible, y las que había disponibles en ruta me pedían 80€. Así pues llegué hasta Vitoria, sobre las 12:00 de la noche, y por bastante menos dinero pasé la noche en un cómodo hotelito con la moto en su garaje.
Al día siguiente, jueves, me dirigí hacia Zarauz, donde me costó esfuerzo y preguntar a mucha gente, llegar a allí sin pasar por la autopista. En Zarauz pude darme el capricho de comer en el restaurante de Karlos Arguiñano, sin tener reserva previa, (ventajas de viajar solo), y después de comer opíparamente, me fui hasta Donosti, donde llamé por teléfono a unos compañeros foreros y pasamos la tarde charlando agradablemente entre cafés y copas, (mila ezker hummer, alaiza y alaizam).
Por la noche me fui hasta Hondarribia, y tras alojarme en un sencillo hostal, me fui a cenar a la Hermandad de Pescadores (siempre que estoy por la zona me gusta comer allí), y cuando estaba disfrutando de la exquisita merluza, apareció por la puerta un amigo de Barcelona, que hacía años que no veía. Justamente allí, a cientos de kilómetros de casa, nos tuvimos que encontrar. Naturalmente estuvimos charlando largo y tendido, pero sobre las doce de la noche, cada cual siguió su camino, en moto por supuesto.

El viernes empecé el regreso pasando por Pamplona, en Tudela me desvié hacia las Bardenas Reales, donde me di una bonita vuelta. De Tudela me fui a Zaragoza y tras llamar a otro compañero forero, me preparó mantel y cuchillo en su casa (mil gracias Valentina y Pilar). Sobre las seis de la tarde salí de Zaragoza, llegando a mi casa a las 9 de la noche del viernes 2 de setiembre.
El contador señalaba 4410 km más que a la salida, recorridos en nueve días en solitario, lo que me permitió parar allí donde quise, comer cuando tuve hambre, dormir cuando tuve sueño, y no tener que dar explicaciones a nadie, en definitiva ir a mi rollo.
Por supuesto la R 1150 GS no dio ni el más mínimo problema, pero éste es un comentario que sobra, tratándose de esta moto.
Si quereis ver más fotos, por favor "clikar" aquí http://www.bmwmotos.com/galeria/bmw/gallery/view_album.php?set_albumName=carlesb&page=8