Tras casi diez meses de baja por fracturas de pelvis y húmero (y alguna más que ni me acuerdo), por un divertido accidente de moto contra un british despistado, se me plantea la compra de vehículo. Llevaba muchos años sin elegir coche para mí, más de veinte. Los familiares los ha llevado mi mujer, excepto en viajes, que conducía yo para no olvidarme. Por cierta pérdida de movimiento en el hombro izquierdo, las curvas mientras manejo las marchas me son algo incómodas, de forma que me pongo como conditio sine qua non un cambio automático. Además, los diésel me echan para atrás. Puesto que pondré sobre la mesa pasta proveniente de la indemnización que cobraré, no es el precio algo que me obstaculice la elección. Más trabas: trabajo en una oficina bancaria de un pequeño pueblo cercano a mi ciudad, y he decidido no aparcar Mercedes o BMWs a la vista de los pobres clientes-contribuyentes, que bastante cabreo tienen ya. La oferta se va reduciendo.
Las marcas no premium se limitan a ofrecer HDI de 120 ó 140 cv, y punto. Ahora tenemos un Accord de gasolina y no quiero sentir merma de potencia, a pesar de que la DGT es de la opinión de que un R4 es más que suficiente para la seguridad viaria. Total, que la cosa se va acotando tanto, que el VW CC de 210 caballos, con un precio nada estratosférico, se está convirtiendo en la única opción real.
¿Alguna sugerencia, teniendo en cuenta que, tras décadas de olvido, ahora tendré que ilusionarme con una puñetera lata?
Las marcas no premium se limitan a ofrecer HDI de 120 ó 140 cv, y punto. Ahora tenemos un Accord de gasolina y no quiero sentir merma de potencia, a pesar de que la DGT es de la opinión de que un R4 es más que suficiente para la seguridad viaria. Total, que la cosa se va acotando tanto, que el VW CC de 210 caballos, con un precio nada estratosférico, se está convirtiendo en la única opción real.
¿Alguna sugerencia, teniendo en cuenta que, tras décadas de olvido, ahora tendré que ilusionarme con una puñetera lata?