Estoy de acuerdo en todo lo que comentáis, pero en el mercado de segunda mano siempre hay que procurar de comprar a un precio que si por cualquier motivo no te gustase la compra por lo que sea ( por motor, por conducción etc. etc. porque cada uno de nosotros es un mundo ) la puedas vender rápido al precio que has pagado ó a lo sumo perderlo poco ( en una palabra precio de mercado, tanto como para la compra como para la venta ) , los concesionarios y compra-venta lo normal es que le gane dinero, para eso están. Lo que no veo normal es que yo le compre a un compra-venta ó particular una motocicleta y por los motivos que sea no me guste y vaya al otro día mira que no me gusta cuánto me das por ella y te quiera pagar 2 ó 3 mil euros menos. ( Y con esto quiero decir que 2 motos del mismo año y modelo no valen igual por supuesto que nó depende del estado y del cuido que haya tenido lógico, pero que siempre que esté a precio que si la has comprado y no te gustase la puedas vender rápido al mismo precio ó perder un poco, porque esa que ha estado cuidada etc. la pagas un poco más si te ocurre eso que la puedas vender rápido, que esté en precio razonable tanto para el comprador como para venderla, porque sino lo que has pagado a precio de coleccionista ó exclusividad). En los compra-venta hay algunos muy piratas, que compran y lo único que le hacen es lavarla y ponerla muy llamativa para lanzarla y ganarle 2 ó 3 mil Euros ( ni revisión ni nada de nada, como en la venta te han dado un año de garantía que han contratado con una companía de seguro, que me imagino que le habrá costado de 200 a 500 euros, pues si luego surge algo a la motocicleta pues lo paga la compañía que ha contratado para ese año de garantía, y hay otro que ni siquiera han contratado eso y luego si tienes un problema tirirí que te ví, en los juzgados te veo y resulta que a la mejor vale más el pleito que la reparación al final a pagar de tu bolsillo ). Al final son hierros, no ORO. Por eso hay que comprar a precio de mercado tanto para el lado del vendedor como el comprador, y siempre la última palabra la tiene el comprador que es quién paga, con un margen de ganancia y de perdida gusto y razonable.