-Doctor, ¿qué tal mi analítica?
-Ningún problema. Una orina perfecta: color amarillo transparente, pH 5, sin presencia de hematíes...
-Era un análisis de sangre.
-Ah. Pues igual sí hay algún problema.
-¿Cuál es su mayor defecto?
-Soy demasiado perfeccionista y sincero.
-Eso no es un defecto.
-La entrevista ha sido blanda, rutinaria y, francamente, viste como el culo.
-Pues si lo es, sí.
-En la cena de Nochebuena.
-Cariño, prepara la ensaladilla y recuerda que tus cuñados son de derechas. No hables de política mientras cenamos.
-Yo Vale.
-Bueno, unas veces se gana y otras se pierde, maldito looser de los cojones.
-Paco que lo que has hecho es meter las piezas en sus huecos, y el niño con dos años casi lo hace antes.
-Pero he ganado. La estrella tenía su intríngulis.
-Dice en su currículum que su principal virtud es su sentido de la orientación.
-Correcto.
-Entonces no le tengo que indicar dónde está la salida.
-Pero me van a llamar para decir si sí o si no, ¿no?