Buenos días.
Entro al trapo por alusiones.
Soy propietario de una Tre-K 1130 aparecida por aquí, y en base a mi experiencia puedo decir que es cierto que la benelli es gastona en combustible, aunque en mi caso sin llegar ni mucho menos a los consumos aquí mencionados. Si mal no recuerdo el tema del consumo se solucionó bastante con unos nuevos mapeados que unidades como la mía ya traian de fábrica, y a las anteriores se les podía cambiar en los conces. Yo puedo apuntar que mis consumos eran comedidos, en torno a los 6,5L/100, con no mucha diferencia en el llenado de depósito con respecto a mis compañeros con japonesas e inglesas. Hablo de rutas largas, de 400 y 500 km, con carreteras reviradas, y también de viajes de varios días; Alpujarras, Pirineos, ..., y siempre ando por esos valores.
También es cierto (y es una verdadera lástima, por cierto) que el número de concesionarios es bastante pobre, lo que evidentemente tira para atras a posibles compradores, y que algunos multimarca no ven con muy buenos ojos a Benelli por la mala política de marca que implementan: piezas caras y tiempos de entrega largos entre otras cosas. Sin embargo, en lo que a mi respecta, las pocas veces que he tenido que pedir alguna pieza he tenido una rápida respuesta y un buen servicio del concesionario al que acudo, que, eso sí, me pilla algo lejos, lo que incrementa aún más el precio debido a los portes. En todo caso, creo que esto no es exclusivo de esta marca, y en cuanto a la profesionalidad de los talleres de todas las marcas hay una extensa y diversa literatura en cualquier foro, tanto en un sentido como en otro.
También hay que tener en cuenta que esta no es una moto para callejear. La ciudad no es su sitio, sino la carretera, y te penaliza bastante en el mantenimiento, del que debes estar muy pendiente y cuidarla bien, para que te responda de igual manera, lo que también suma en el plano económico.
Respecto al ruido a 'cascao' del motor al ralentí, efectivamente parece así. Es un sonido como de que algo no va bien, sobre todo al compararlo con el motor de una japonesa. Si no estas acostumbrado, piensas que algo le pasa, que eso no puede estar bien, por lo que es comprensible la reacción de aquellos acostumbrados a la armonía de las asiáticas.
En resumen, si fuera economista y me pusiera a hacer números redondos en un folio cuadrado, las cuentas no me saldrían con esta moto.
Peeeeeero...
...resulta que soy motero, y para los moteros lo que cuenta es la pasión, y esta moto rezuma pasión por cada tornillo, y resulta que cuando entro al garaje o giro la esquina y la veo, su agresivo y nada convencional diseño me fascina, que cuando me subo y le doy al contacto y se enciende el cuadro ya me cambia la cara; que cuando ese motor que suena raro empieza a rugir, levantando el flequillo y la ceja de la concurrencia, se produce un chasquido en mis circuitos y algo cambia en mi interior; el corazón late más deprisa, la sangre circula más rápido, la ciudad se hace más pequeña; y en cuanto salgo y enfilo las curvas, cuando las paredes del desfiladero me devuelven el eco de su bramido, que ya no tiene nada de cascao, sino de todopoderoso, mis globulos rojos no transportan sólo oxígeno, llevan el rugido de la bestia a cada rincon de mi ser, y yo no respiro aire, sino una pasión que me incendia y me hace sentir vivo como ninguna otra moto lo ha hecho mientras ese indomable pura sangre se funde conmigo en cada curva.
Y hablar se puede hablar lo que nos dé la gana, pero yo cada vez que me bajo de mi benelli vengo de otro mundo, un mundo de sensaciones que ninguna otra moto a la que subo es capaz de alcanzar.