ramondevic
Curveando
Este año tocaba ir a dar una vuelta por los Cárpatos y los Balcanes.
Disponíamos de 3 semanas para hacer la vuelta pasando por todos estos países: Francia, Italia, Eslovenia, Austria, Hungría, Eslovaquia, Ucrania, Transnístria, Moldavia, Rumania, Bulgaria, Macedonia, Albania, Montenegro, Kosovo, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Croacia y otra vez Eslovenia, Italia y Francia.
... pero al final nos saltamos Transnístria y Moldavia por falta de tiempo.
La idea era llegar en un día a la frontera de Italia con Eslovenia por autopista (1.400 kms) donde habíamos reservado un hotel para dormir, uno de los 3 hoteles donde hemos estado, el resto hemos estado de acampada libre y campings. Sería la única reserva ya que durante todo el viaje no era hasta el atardecer cuando buscábamos un lugar donde pasar la noche.
Al segundo día empezábamos a rodar por carreteras secundarias y no tomaríamos otra autopista hasta el último día del viaje.
En la frontera de Eslovaquia con Ucrania nos encontramos con Vitalii, un compañero motero ucraniano, que nos acompañaría buena parte de la ruta.
Todo fue perfecto, solo tuvimos algunos pequeños problemas que hicieron más interesante el viaje, y pudimos visitar casi todos los lugares que teníamos en la lista.
Disponíamos de 3 semanas para hacer la vuelta pasando por todos estos países: Francia, Italia, Eslovenia, Austria, Hungría, Eslovaquia, Ucrania, Transnístria, Moldavia, Rumania, Bulgaria, Macedonia, Albania, Montenegro, Kosovo, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Croacia y otra vez Eslovenia, Italia y Francia.
... pero al final nos saltamos Transnístria y Moldavia por falta de tiempo.
La idea era llegar en un día a la frontera de Italia con Eslovenia por autopista (1.400 kms) donde habíamos reservado un hotel para dormir, uno de los 3 hoteles donde hemos estado, el resto hemos estado de acampada libre y campings. Sería la única reserva ya que durante todo el viaje no era hasta el atardecer cuando buscábamos un lugar donde pasar la noche.
Al segundo día empezábamos a rodar por carreteras secundarias y no tomaríamos otra autopista hasta el último día del viaje.
En la frontera de Eslovaquia con Ucrania nos encontramos con Vitalii, un compañero motero ucraniano, que nos acompañaría buena parte de la ruta.
Todo fue perfecto, solo tuvimos algunos pequeños problemas que hicieron más interesante el viaje, y pudimos visitar casi todos los lugares que teníamos en la lista.