Jueves 19 de Febrero
A las 8:00 estábamos, ya desayunados y con las baterías de nuestras cámaras cargadas, en el centro de Ushuaia. Un microbús nos llevaría a la Estancia Haberton. Nos esperaban 40 kms de pavimento y otros tantos de ripio. Vemos por el camino un montón de castoreras, presas que hacen los castores para defenderse. Estos animalitos miden 1 metro y pueden pesar más de 20 kgs. En la Patagonia no tienen depredadores, por lo que su población está en alarmante aumento. Tienen que roer madera continuamente porque sus dientes no paran de crecer y morirían. Castor es sinónimo de destrucción. Construyen enormes diques, talan árboles centenarios, que en esos lares, pueden tardar más de 50 años en pudrirse. Modifican el paisaje. Hace años tuvieron la brillante idea de implantar estos bichos para hacer negocio con sus pieles. Pero más tarde descubrieron que su pelaje no sería el deseado, en La Patagonia no hace tanto frío como en Alaska. Su corto pelaje no era rentable. Entonces el hombre dejó de explotarlos. Empezaron a propagarse y a destruir. Ahora pagan 15 pesos al que presente una cola de castor. Son muy difíciles de ver porque se esconden en las aguas embalsadas por sus diques.
....María y David buscando la recompensa de los 15 pesos....
También vemos por el camino algún árbol que nos hace recordar a nuestro “amigo” el sr viento. Sin ese viento no tendríamos árboles como éstos. Sin este viento esta crónica quedaría floja. Sin este viento llegar hasta aquí sería mucho más accesible. Si llegar hasta aquí fuera demasiado accesible este viaje no me habría llamado la atención. Gracias por ser como eres señor viento patagónico!
Llegamos a la Estancia Haberton. Tiene más de 1 millón de hectáreas y aeródromo particular. Ahí trabajan unas 40 personas. El dueño-administrador es descendiente de la familia Briget de Haberton (Devon, Inglaterra). Sí, de los mismos colonos que dieron nombre a aquella isla de los lobos marinos.
...nosotros tres con el sr administrador...
En la Estancia tomamos una zodiac rapidísima. A unos 35 nudos y con 2 motores de 150 CV nos lleva en 10 minutos a la Isla Martillo, que también pertenece a la Estancia. Esta isla del canal Beagle era nuestro destino para hoy. En esta isla campan a sus anchas miles de simpáticos pingüinos subantárticos. Al otro lado del canal, a lo lejos, Puerto Williams (Chile). Esta población, como no llega a la categoría de ciudad por tener menos de 10.000 habitantes, sería el pueblo más austral del mundo, Ushuaia, la ciudad.
En la isla paseamos entre y con los pingüinos. Nos dicen que está prohibido tocarlos. Normal. Demasiado veo que nos hayan dejado llegar hasta aquí. Han estudiado que si tocas a una hembra ésta se estresa y queda estéril. Sólo permiten la visita a un grupo de visitantes reducido por día. Éramos unos afortunados por haber podido llegar hasta aquí. Sólo espero que nuestra presencia, aun sin tocar los pingüinos, no los haya estresado. Visitamos la zona de nidificación. Las hembras escogen a los machos en función de lo bien fabricado que está está el nido. Entonces viven en pareja hasta 20 años. Son fieles toda la vida. Qué elegantes y educados que son!. En tierra no había excrementos ni hacía peste (en la isla de los lobos marinos no se aguantaba). Curioso. Elegantes, educados, fieles y limpios. Podríamos aprender mucho de ellos. La hembra pone 2 huevos. Cuando nacen los pequeños, la madre les hace seguir corriendo. El que gana la carrera es el que criará, el otro morirá. Curiosamente este viernes, 27 de Marzo, Meritxell una niña de 10 años le dice a María: y si empatan los pollitos en la carrera? Qué imaginación tienen los niños y qué lástima que nos se nos ocurriera preguntárselo al guía….
Regresamos en zódiac a la estancia donde tomamos un té y unas pastas. Regresamos a Ushuaia. Comemos, para variar, muy bien. Por la tarde visitamos el Museo-Presidio. Los presos peligrosos de Buenos Aires los destinaban ahí. Cumplida la pena les regalaban tierras para animarlos a que se quedaran y repoblaran la zona. Ellos construyeron el Tren del Fin del Mundo para transportar leña con la que calentarse. María me regaló una maleta. De regreso a Barcelona facturaríamos el equipaje. No importaba ya que se extraviasen cascos, botas y guantes.
David había visto su faro, María sus pingüinos. A mi, que veía Ushuaia como un objetivo, como un fin que “obligaría” a recorrer un camino, me encanto. Ushuaia, el canal Beagle, sus islas, la cordillera Darwin, me sorprendieron gratísimamente.. Como aquel zorro en aquel Lago Grey, que no esperaba ni ansiaba, pero encontré. EL VIAJE HABIA SALIDO PERFECTO. Que buena decisión tomamos en Cerro Castillo. Los Cuernos del Paine siguen ahí, en su sitio, tal vez la próxima vez. Para redondear el tinglado Trailman los ha recordado aquí.
A partir de ahora, nuevo Rumbo Norte, rumbo a Punta Arenas.
Empezábamos nuestro regreso hacia casa.
Cenamos, rehicimos equipajes y a dormir.
Viernes 20 de Febrero
Nos despedimos de las Cabañas del Bosque Sur, que tan estupendamente nos habían tratado, y ponemos al Nis Mis Rumbo Norte. Pasamos el Paso San Sebastián sin problemas. Deshacemos toda la parte Chilena de ripio de Tierra del Fuego. La Argentina, desde hace poco, ya está toda asfaltada. Sobre las 18:30 llegamos a Cerro Sombrero. Cenamos y a dormir.
Sábado 21 de Febrero
Nos levantamos temprano. Aun debemos llegar hasta el Estrecho de Magallanes y cruzarlo por la Angostura. Debemos recorrer una larga carretera asfaltada hasta Punta Arenas y queremos llegar temprano, pues nos han hablado bien de esta ciudad. A las 14:00 entrábamos por la puerta del céntrico Hotel Rey don Felipe que nos había reservado Horacio. Aquí en Barcelona sería un muy buen hotel. Para nosotros fue el mejor hotel para acabar el viaje. Un 10 de Hotel. Estábamos en Punta Arenas, donde debíamos entregar las motos y acabaríamos entregando un Nissan Mistral. Un Nissan Mistral que al final nos permitiría llegar, como muy bien dijo carolus, sensatamente y sin más consecuencias, a Ushuaia. Por la tarde paseamos por la ciudad. Había mercadillo en la plaza, lluvia y viento. Nos gustó. A las 21:30 llegó en bus un sr de Puerto Natales y se llevó nuestro coche. David entregó las bolsas interiores de las maletas en el hotel, para Horacio. Se compró una maleta también.
Cenamos y a dormir. Era la última vez, en este viaje, que “veríamos” ponerse el sol en La Patagonia. Al día siiguiente deberíamos tomar varios aviones.
Domingo 22 de Febrero
Desayunamos, a las 09:20 aparece el transfer suministrado por patagoniarider para trasladarnos al aeropuerto . Estarán las motos aun en el galpón nos preguntábamos? David estaba tranquilo, todo había quedado aclarado con Horacio. Era cierto, pero, y mi fianza? Que pasaría con las rascadas que le hice a la moto al caernos? En Barcelona un mail de patagoniarider me lo aclararía….
A partir de ahí poco más que contar. Las maletas viajaron en la bodega de los aviones. No se perdieron.
Escala en Puerto Montt. Escala en santiago de Chile.
...por la ventanilla, un glaciar de los Andes nos decía hasta la próxima!
Lunes 23 de Febrero.
Llegamos a Madrid. Escala a Barcelona. Llegamos a Barcelona. Estábamos tristes porque no hacía viento. Estábamos a la vez muy contentos porque todo había salido muy bien. En ese momento pensé :¿qué estará haciendo ahora mi amigo el zorro del Lago Grey?
....última entrega....EL EPILOGO.