Puff!!! Para mi en ciudad lo peor. No por lo grave (se suele ir despacio?), pero esta lleno de trampas.
Aparte de en que debemos fijarnos yo añadiria conductas y habitos. Es un conducir a la defensiva pensando que todo lo que te rodea se puede equivocar o no lo hara bien. En retencion o al llegar a un semaforo en rojo no ponerse en el centro del carril...siempre a un lado y si puedes avanzar un poco dejando algun coche detras mejor. Si avanzas por arcen despacio y Ojo con los acompañantes, alguno se puede bajar alli mismo!!!
Esto lo saque de una revista:
Con el 50 % de los casos en su conciencia es el “otro” conductor el principal culpable de los accidentes de tráfico que se dan en las carreteras europeas. Esta culpabilidad está vinculada a una serie de errores que se cometen durante la conducción, marcados todos por la falta de atención. Los expondremos según su presencia, de mayor a menor importancia, en el cómputo de los siniestros. * Fallo en la percepción. El conductor del otro vehículo no advierte la presencia del motociclista, o viceversa (por ejemplo, al cambiar de carril y llevarse por delante al que lo ocupaba). Es el fallo más acusado, con un 70% del total de los errores humanos, si bien en este porcentaje se incluyen casos como la eventual obstrucción en la visión por agentes externos, la complicación que acarrea un tráfico denso en demasía, etc. Los números lo dejan claro: en el 70 % de los casos en los que el conductor del otro vehículo fue el culpable del siniestro, alegó que no había visto la moto... * Fallo en la decisión. A la hora de adaptarse a una situación de riesgo, el conductor la elude y sigue con la velocidad y la trayectoria inicial (por ejemplo, al observar que el semáforo se pone en ámbar no se reduce la velocidad y se atraviesa el cruce sin tener en cuenta el peligro que esto comporta). * Fallo en la reacción. El peligro en este caso nos surge en la carretera y tardamos demasiado, o incluso no se llega a hacer nada, en tratar de atenuar los posibles efectos (por ejemplo, al ver que en la carretera hay cristales o tierra y pasamos por encima de ellos sin preocupación alguna y sin tratar de esquivarlos, con lo terrible que podría resultar un pinchazo a cierta velocidad). * Fallo en la comprensión. El conductor es consciente del entorno que lo rodea y es capaz de apreciar un contexto de alarma; no obstante, no llega a asociar el peligro con tal situación (por ejemplo, un conductor escucha una sirena de policía o ambulancia y, aun sabiendo que ésta tiene prioridad, ni está atento ni es diligente cuando hay que ceder el paso o apartarse). Atendiendo a estos datos, lo único que se puede demandar es que se esté al cien por cien alerta en la conducción de una moto por carretera o ciudad, tener siempre los ojos bien abiertos para no incurrir en ninguno de estos errores. La verdad es que esto lo recomienda todo el mundo... Pero un consejo menos extendido y más concreto es el de tratar de desarrollar un sentido perceptivo extra ( el sexto ), una conducción a la defensiva, anticipándose a las situaciones de riesgo, para lo que va muy bien observar la actitud de los conductores entre el tráfico que nos rodea e intentar adivinar la hipotética maniobra que pretenden realizar. Esta es una parte de la seguridad activa que resulta perfecta para, por ejemplo, no empotrarse en el maletero de un coche que hace un giro sin indicarlo. Podríamos decir que se trataría de aplicar un poco de "psicología vial". Ya en el plano estrictamente motociclista, el estudio concluye que los conductores que tienen en su haber algún curso de perfeccionamiento de la conducción son más diestros al maniobrar ante una probable colisión, ya sea frenando o esquivando in extremis. El resto es más propenso a sufrir el accidente sin hacer nada para evitarlo, además de que tiene más números para provocarlo. Paralelamente, se corre más peligro sobre una moto que se conduce por primera vez, que es algo nuevo para uno. Y es que la experiencia es un grado. Un dato: en el 24,2 % de los accidentes, el motociclista tenía menos de seis meses de experiencia (o de carnet). Es obvio decir que, además de ilegal, no es nada recomendable conducir bajo los efectos del alcohol. Pero lo es menos todavía a lomos de una motocicleta, porque el riesgo de sufrir un accidente prácticamente se triplica: es 2,7 veces mayor. A pesar de todo, resulta esperanzador saber que sólo el 5 % de los accidentes se debió a que el motociclista había bebido.