neos_74
Curveando
Bueno, siempre veo esta sección con envidia por los increibles viajes que por aquí se publican. Casi da vergüenza poner un pequeñísimo viaje de tres días como el que voy a exponer aquí, pero me apetecía compartir con vosotros mi primera experiencia en Asturias, de donde vengo impresionado, y eso que realmente, solo he estado ruteando un día, pero me ha encantado.
Empezamos el viaje en Badajoz un colega y yo, de donde partimos hasta el Casar de Cáceres, donde nos esperaban otros dos amigos.
El día salió muy gris y efectivamente, la lluvia nos acompañó un tercio del viaje de ida, desde Morajeja, Cáceres hasta Salamanca,
Poniendonos los odiados trajes de agua.
después llegaron las monótomas llanuras de Castilla y León, hasta León, donde subimos el famoso Puerto Pajares y comprobé por qué es tan famoso. Al coronarlo, entramos en Asturias y me quedé con la boca abierta, boca que no se me cerró lo que quedó de Viernes y todo el día del Sábado. ¡Impresionante!
Parada obligada al coronar el puerto Pajares.
Llegamos al pueblo Pola de Lena, donde la hospitalidad de su gente nos dejó un buen sabor de boca.
Por supuesto, no podía faltar el cenar en una sidrería, con sus amables camareros escanciando sidra.
El sábado fue un día increíble desde que salimos del Hotel, en Pola de Lena hasta la llegada a León ya por la tarde noche. Lo primero, la subida al Puerto de Angliru, sin palabras. Unas vistas impresionantes, paisajes, montañas, etc. Todo el rato tenía la necesidad de parar la moto y hacer fotos, era increíble.
Después nos dirigimos a Canga de Onis, con visitas a la Basílica de Covadonga y Santa Cueva de Covandonga.
De allí pusimos rumbo a León, por el Puerto de Ponton, carreteras preciosas a lo largo de río Sella. De nuevo, impresionado por los paisajes. No podía faltar la parada a comer Cachopo en un restaurante en esa ruta, sentados en el porche, disfrutando de la comida, las vistas y la temperatura.
Seguimos nuestro camino hasta el Embalse de Riaño, por supuesto, parando varias veces para hacer fotos de las impresionantes vistas que nos brindaban los Picos de Europa.
Ya en León, cenamos de tapeo por el centro y a la cama, con una sonrisa de oreja a oreja por el día que habíamos pasado.
Al día siguiente, fuimos al gran premio de la Bañeza. Nunca había estado y me gustó mucho el ambiente. Entiendo por qué, a pesar de su peligro, las carreras en las ciudades no desaparecen.
Y a la hora de comer, pusimos rumbo a casa después de un fin de semana que tardaré en olvidar, 1500kms que me han sabido a muy poco y con muchísimas ganas de volver a Asturias con más tiempo y comprendiendo por qué los Asturianos aman tanto su tierra.
Ya lavadita y lista para volver a ser la más guapa de la fiesta en la próxima salida.
Bueno, pues este ha sido el relato de mi fin de semana. No sé si esta sección va de esto, de dar la brasa con mis fotitos y tal, pero ahí lo dejo por si alguien quiere leerlo.
Un saludo.
Empezamos el viaje en Badajoz un colega y yo, de donde partimos hasta el Casar de Cáceres, donde nos esperaban otros dos amigos.
El día salió muy gris y efectivamente, la lluvia nos acompañó un tercio del viaje de ida, desde Morajeja, Cáceres hasta Salamanca,
Poniendonos los odiados trajes de agua.
después llegaron las monótomas llanuras de Castilla y León, hasta León, donde subimos el famoso Puerto Pajares y comprobé por qué es tan famoso. Al coronarlo, entramos en Asturias y me quedé con la boca abierta, boca que no se me cerró lo que quedó de Viernes y todo el día del Sábado. ¡Impresionante!
Parada obligada al coronar el puerto Pajares.
Llegamos al pueblo Pola de Lena, donde la hospitalidad de su gente nos dejó un buen sabor de boca.
Por supuesto, no podía faltar el cenar en una sidrería, con sus amables camareros escanciando sidra.
El sábado fue un día increíble desde que salimos del Hotel, en Pola de Lena hasta la llegada a León ya por la tarde noche. Lo primero, la subida al Puerto de Angliru, sin palabras. Unas vistas impresionantes, paisajes, montañas, etc. Todo el rato tenía la necesidad de parar la moto y hacer fotos, era increíble.
Después nos dirigimos a Canga de Onis, con visitas a la Basílica de Covadonga y Santa Cueva de Covandonga.
De allí pusimos rumbo a León, por el Puerto de Ponton, carreteras preciosas a lo largo de río Sella. De nuevo, impresionado por los paisajes. No podía faltar la parada a comer Cachopo en un restaurante en esa ruta, sentados en el porche, disfrutando de la comida, las vistas y la temperatura.
Seguimos nuestro camino hasta el Embalse de Riaño, por supuesto, parando varias veces para hacer fotos de las impresionantes vistas que nos brindaban los Picos de Europa.
Ya en León, cenamos de tapeo por el centro y a la cama, con una sonrisa de oreja a oreja por el día que habíamos pasado.
Al día siguiente, fuimos al gran premio de la Bañeza. Nunca había estado y me gustó mucho el ambiente. Entiendo por qué, a pesar de su peligro, las carreras en las ciudades no desaparecen.
Y a la hora de comer, pusimos rumbo a casa después de un fin de semana que tardaré en olvidar, 1500kms que me han sabido a muy poco y con muchísimas ganas de volver a Asturias con más tiempo y comprendiendo por qué los Asturianos aman tanto su tierra.
Ya lavadita y lista para volver a ser la más guapa de la fiesta en la próxima salida.
Bueno, pues este ha sido el relato de mi fin de semana. No sé si esta sección va de esto, de dar la brasa con mis fotitos y tal, pero ahí lo dejo por si alguien quiere leerlo.
Un saludo.