GIRONA-LCN (2011-26) Salidas del 17 al 25 de Septiembre

Lacosanostra

Curveando
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Venimos de AQUÍ

LCN. :cool:
 
BUENO, PUES YO TAMPO CENÉ...! Eso si cuando acabo el furbol, un GIN-TÒNIC  KTP'esss, ME TOMÈ...

Gracias a todos por el fantàtico dia de Previa de todo de ayer, fué un diez y medio, la ruta ,los tiempos, el desayuno, que por cierto no ni una *uta foto, esos que havia Cava i tot...!, la comida ya habeis visto los retratos, pero lo mejor vuestra conpañia..., PEREO..., quito 0,5 puntos por un único y pequeño despiste en un cruce, la Patera del Campsa, no estaba bien colocada y algún difuminao se lo salto, pero la retaguardia, siempre atenta, los recoloco nuevamente ...o sea que un 10 de puntuación..

Gracias a los fotografos SISO Y CHATA y en especial a Siso, que no tenia tiempo de degustar con tranquilidad los manjares, pues tenia que fotogrfiarlos antes de que los distinguidos comensales, dejaran el plato limpio...!! ;D ;D

En la proxima reunión del Jueves, puliremos algún detalle de algún punto conflictivo de la ruta..

Apa, ya podeis apuntaros en el Blog pal JUEVES 22 en el caliutwon...!
 
SICILIA 2011

El día cinco del ocho, solo el primero.


La idea era hacer unos 6000 ó 6500 km. Se trataba de costear la cuenca mediterránea a lo largo de Francia para después de entrar en Italia, arrumbar hacia el noreste y llegar a los alpes italo-suizos con el objetivo de superar el 7,5% de desnivel medio y vivir las 24 curvas, en subida y bajada del Paso del Stelvio. Total, pensaba yo, 24 kilómetros más. Luego de nuevo proa al sur para descender por la cornisa tirrena italiana hasta llegar a San Giovanni, cruzar en ferry hasta Messina, y recorrer Sicilia de cabo a rabo.

Glòria llevaba días guebwando por la web para reservar alojamientos. Yo, haciéndome el despistado, asentía mientras tramaba mi plan; nada de reservas, nada programado excepto el plan general. Cada día una sorpresa, la vida no se programa. Se vive. Naturalmente, son unos cuantos años, mi atrevimiento tendría su castigo, o como mínimo su precio. Era plenamente consciente, pero quién no juega nunca gana.

Veinticuatro horas antes del día de la partida el ambiente se podía cortar con dificultad con un cuchillo bien afilado, tal era su densidad. Una hora antes ya se había reblandecido. Tampoco era plan, debió pensar, cargárselo todo antes de empezar. Y quizás también la idea pudiera ser que le mostrara su parte más atractiva.

Sea como fuese allí estaba la K, cargada con un equipaje más o menos ligero, y nosotros, como moteros conscientes y responsables, equipados con lo necesario; casco, guantes, cuero, y botas de caña alta.

A bordo de la K y con las gafas de leer en la mochila acerté a programar el Garmin poniendo como primer destino Mónaco por la ruta más corta. Toma ya. Con un par.

Repostamos en la Jonquera, antes de pasar a la Galia (por ahorrar un poco), y de nuevo rumbo a Mónaco.

Yo, siguiendo el principio de “hay que hacerle caso al GPS”, seguí fielmente sus indicaciones. Nuevo repostaje, este ya en la Galia profunda y vuelta a atender lo que el Sr. Garmin quiera decirme.
Una autopista ciertamente alpina nos llevaba por entre pastos propios de alturas impropias, yo miraba extasiado el paisaje, era ciertamente bonito. De pronto tras un rasante de la ruta apareció ante nosotros, allá a lo lejos, un enorme viaducto suspendido sobre un inmenso valle, casi al tiempo Glòria me golpeaba el costado izquierdo y me señalaba hacia el cielo. ¿Que coño pasa en el cielo?.

Decidí no hacer demasiado caso a los golpecitos que Gloria me propinaba, al fin y al cabo un pájaro es un pájaro y yo ya he visto muchos, de modo que llegaré hasta el viaducto y en el área que hay a su lado pararé.

¿Que no has visto el sol? Lo deberíamos tener encima y está a la izquierda y detrás. ¿A donde me estás llevando?

Joder, con el sol, ahora que yo iba tan bien, va y le da por equivocarse a él.

Tío, no vamos a donde debemos ir, no puede ser que vayamos a Mónaco.

Si, yo he puesto Mónaco en el navegador, y el me está llevando a Mónaco. No falla nunca.

Ahora mismo damos la vuelta, volvemos a Montpelier y seguimos por la costa.
Yo me pongo a manipular las teclas del navegador:
Destino
Mónaco
y horrorizado leo; “Monaco-D63-475Km-N”
y una línea más abajo: “Mónaco-Mónaco-472Km-SE”

Es muy duro, con lo bien que yo veía antes. ¿Porqué nadie me dijo en estos cincuenta y siete años que había otro Mónaco en el mundo y que además estaba en dirección opuesta al lugar al que creía dirigirme?

En fin que a pesar que el paisaje hasta aquí es una maravilla, que el puente de marras es el más largo de Europa y que el pueblecito que hay bajo el puente y que tiene nombre de perro de Tintín es muy cuco, Glòria se sube por las paredes. Ha pillado un cabreo del mil y balbucea no se que cosas de llamar un taxi y largarse a no se donde.

Yo,colaborador y dócil, le digo que la acerco a Montpelier y que naturalmente tiene razón, toda la razón, pero que si no hubiésemos llegado hasta aquí, quizás nunca hubiésemos visto tan magnifica obra de ingeniería, y seríamos ignorantes en estos asuntos de puentes grandes.

Total, por no cansar con discusiones familiares, que deshicimos el camino, compramos un mapa de Francia, de esos que vienen plegados de una manera que jamás puedes volver a reproducir, y mapa en mano (de Glòria, claro), nos dirigimos a algún lugar a buscar un hotel a donde seguir discutiendo sobre mi manera y la suya de utilizar la tecnología cartográfica para viajar.

Solo ocho horas antes creíamos que en solo cinco horas estaríamos en Mónaco, Mónaco.


El día seis del ocho, y van dos


Total que poco después de dejar Millau a las espaldas, serios y circunspectos recalamos en Lodève, un pueblecito galo sin más encanto que un río atravesándolo, unas nubes amenazadoras en lo alto, y un hotel decente -excepto por el horrible brebaje que a modo de café nos dieron para desayunar-. Eso sí, la K y el Garmin durmieron a cubierto y bajo llave.
A medio día, y aún con el silencio como ruido de fondo, habíamos dejado atrás Montpelier, Nimes, Aix-en-Provence, Cannes y Nice. Por fin Mónaco, Mónaco parecía alcanzable. Lo cruzamos como si no nos hubiera importado nunca su existencia -por encima-, y en Ventimiglia paramos a tomar alguna cosa sólida.
A partir de aquí parece que se habían calmado los ánimos y ya los taxis no formaban parte de la conversación. Nos metimos en la carretera que uno de los sucesores de primer golpista de la era moderna, Julio César -que por cierto acabó bastante mal el muy cretino- mandó construir para volver a su casa después de visitar las provincias. De modo que pisando los mismos lugares que Annio Vero, más conocido como Marco Aurelio el Sabio, había pisado unos mil novecientos años antes. Fue este un tipo curioso y buena gente, se le considera una figura importante dentro la corriente filosófica iniciada por Sócrates en la que prepondera el curso de las acciones del hombre en base a la virtud y la razón, vamos que además de listo y buena gente, era un estoico.
La tal Vía Aurelia discurre bordeando el mar Tirreno y está bastante concurrida, además es revirada y estrecha, se nota que a los romanos ya les gustaba salir los sábados a curvear.
Paramos en Sta Margherita de Ligure, junto a Portofino, y nos comimos unos espaguetis di mare que “la mare que els va parir”. Que buenos estaban.
Y con el café, el perdón. Yo comprendí que el asunto del dichoso Mónaco, Mónaco quedaba relegado para situaciones corrientes, en esos casos comunes ya nunca más saldría a relucir. Otra cosa serán, también lo se, situaciones, digamos, especiales. Pero bueno, menos da una piedra, y yo ya estoy acostumbrado.
Un buen y “diminuti” expreso y a correr por la Aurelia en busca de un lugar decente donde pasar la noche.
Lucca supo de nuestra llegada justo cuando nos presentamos a la responsable de la oficina de turismo haciéndole saber que ya estábamos allí y que precisábamos de alojamiento adecuado a nosotros porque era nuestra intención hacer noche en tan bello lugar.
Sin dudarlo un instante nos llamó al lugar más digno de la villa y dijo que haría que nos vinieran a recoger, al colgar nos indicó el camino para llegar aduciendo que en ese momento no había nadie disponible para tal menester.
Nos adentramos los tres y el Garmin por las callejuelas del casco antiguo y dos o trescientos metros después vimos a un tipo haciéndonos señas. Era el hostelero.
Nos comunicó en correctísimo italiano que no había lugar en el edificio sede y que nos guiaría hasta un apartamento que tenía disponible a tan solo un par de minutos.
Llegamos a una calle que circundaba algo, pues describía un circulo de ancho radio de forma constante, y me indicó que aparcara allí mismo, en una pequeña plazuela.
Sacó unas llaves, se acercó a una de las puerta que se arrengleraba en el costado interior del círculo y abrió.
Glòria y yo después de asomarnos nos miramos con las pupilas completamente dilatadas, tal era la negrura que se abalanzó sobre nosotros escaleras a bajo.
En silencio y expectantes subimos los irregulares escalones -unos quince- casi a ciegas hasta una puerta situada a la derecha, el hombre pulsó un interruptor y la escalera se iluminó, es un decir, la luz no podía competir con la negrura de paredes techos, tubos, cables y telarañas.
La puerta, paradójicamente era de color verde ingles, impecablemente pintada, y guarnecida con cerradura, pomo, visor y goznes de reluciente metal.
Abrió y nos mostró el interior; un estupendo apartamento decorado con primor y buen gusto y con todo lo necesario para vivir durante un largo asedio nuclear.
Baño completo con piezas de diseño, cocina completamente equipada, sala de estar con cómodos sofás delicadamente enfundados en ricas telas, máquina de lavar la ropa, aire acondicionado, y lo mejor de todo; el hombre nos muestra el apartamento y abre la ventana principal de la sala.
No nos lo podíamos creer, daba justo a la llamada Plaza del Anfiteatro. En 1830 Lorenzo Nottolini hizo derribar las construcciones que había sobre la arena del antiguo anfiteatro romano y conservando la variedad de los alzados uniformó la línea circular de las casas. El efecto es una pasada.
Destinamos el resto de la tarde y noche a deambular por la ciudad, ver tiendas y cenar.
Más tarde hice la colada del día, tendí la ropa y depositando un discreto ósculo sobre la frente de la dormida Glòria me dispuse a soñar en gladiadores y leones.


Interludio entre el cinco y el seis


¿A vosotros no os pasa?
Te metes en la cama y por la razón que sea decides soñar con algo concreto. Yo ese día y dado que estaba durmiendo justo encima de un anfiteatro romano, decidí soñar con gladiadores y leones.
Tema tenía, de pequeño me tragué un montón de “peplums”, Quo Vadis?, La Túnica Sagrada, Ben-Hur, Espartaco, Hércules..., y tantas otras...
Tiene coña la cosa, pero hasta este momento en que escribo nunca me había planteado porqué narices a las pelis de romanos se les llama peplums. Que el nombrecito se las trae ¿eh?.
¡Santa Wikipedia, ayúdanos!:

“Peplum, del griego “peplo”, especie de túnica sin mangas abrochada al hombro. Género cinematográfico ambientado en la antigüedad, fundamentalmente greco-romana”.

No he conseguido averiguar, pese a la Wikipedia, quién es el cachondo encargado de poner nombre a los géneros cinematográficos, pero tiene cojones el tío.
Bueno, a lo que íbamos, no se si a vosotros os pasa, pero nunca consigo soñar con lo me propongo. Siempre decide otro por mí, y en esta ocasión me tocó soñar con los días previos al viaje, aquellos en que preparas el equipaje.
La K tiene dos maletas, una al lado izquierdo, la mía, y la otra, como no podría ser de otra manera, al lado derecho, la de Glòria. ¿A que no adivináis cual es la más pequeña?
Que puñeteros, lo habéis adivinado; la mía.
Viene a ser como la mitad mal medida de la otra. Pues bien, en la bolsa de la mía metí un vaquero, un pantalón ligero, de esos de treking veraniego de aficionado, tres prendas íntimas -tres gayumbos, vamos-, tres pares de calcetines, tres camisetas, un polo, medio rollo de cinta americana, y los cargadores del móvil y la cámara de fotos. Además puse en la bolsa común, la de tubo que iba en el portaequipajes, un par de botas cortas, muy ligera de treking. Las otras, las de caña alta para ir en moto las llevaría puestas en los desplazamientos largos.
La otra bolsa, hay la otra bolsa...que si las camisetas; cinco o seis, que si las blusas, que los leguis varios y multicoloris, los tejanos, el fular, la gama de interiores, una falda amplia y fresca, la camiseta térmica por si hay un cataclismo y cambia el tiempo, un polar por si lo mismo, el cargador del móvil y el de recambio, por que a veces se estropean o pierden, el neceser repleto de variopintos y misteriosos tarros y pócimas, que él solo abulta más que el resto de cosas juntas, los dos cartones de BN, que en Italia no venden, diecisiete mecheros “que siempre te los acabas quedando tú”, y no se bien si un paquete o solo medio de pinzas de tender, que luego la ropa queda arrugada. Además en la bolsa común se tuvieron que introducir, desafiando todas las leyes de la física, unas botas de montaña de las gordas, unas deportivas de esas de suela tipo secante que te hacen andar como un “tente-tieso y no te caigas”, y unas “chancletas de playa” para la playa y momentos de relax. También una mochila, eso sí, vacía y para poder ser llenada durante el viaje de cosas diversas.
Y claro, las guías, los mapas, los bolis, la cámara con su funda, los guantes de invierno, los pasamontañas y un cartón de BN de reserva, en la sobre-depósito. Ah! Y las riñoneras personales para tener a buen recaudo la pasta, las tarjetas de crédito y los documentos.
En total unos cuarenta kilos a ojo de buen cubero y me quedo corto para no provocar.
Y a la vuelta, bueno ya llegaremos a la vuelta..., por Yabé, pobre K.
Me desperté acojonao, tembloroso y como ido, vamos como si hubiese tenido una pesadilla.
Suerte que estaba en Lucca, abrí la ventana que daba al callejón trasero y desde ella pude ver a escasos veinte metros que la K había dormido bien y estaba entera. Luego desde la ventana que daba a la plaza noté como cesaba el temblor compulsivo de mis manos, inspiré profundamente y me dije a mi mismo; Tranquilo Amador, solo ha sido un mal sueño, luce el sol y la vida es bella.


El día tercero

Calor, mucho calor.
El Atlantis se pegaba al cuerpo como como una segunda piel, dentro, todo se cocía. No se si me explico; digo que DENTRO, todo, todo ¿eh? Se cocía.
La Vía Aurelia empezaba a tocar lo que suena y lo que no.
El paisaje era desolador.
Donde había playas estaban atestadas de tumbonas de mil colores, sombrillas, y humanos de todos los tamaños, sexos, condición y porte, que las ocupaban. Además eran de pago, y las que no, ofrecían accesos difíciles complicados y demasiado lejos del agua como para controlar el equipaje, y encima no estaban desiertas sino que una variopinta, ecléctica y particular fauna de plásticos, botellas, latas y engendros difíciles de identificar, las tenían colonizadas por completo.
En la carretera, centenares, o quizás fuesen miles, de ciclomotores, motos, moto-carros, ferraris, minicoches, furgonetas y bañistas campaban a lo ancho y a largo en un ordenado (para ellos) caos que tenía como propósito principal no respetar ninguna norma y tocar los cojones..
Encontramos alojamiento a la tercera intentona, nos instalamos, comimos una pizza, paseamos por el pueblo, Grosseto se llamaba, y supongo que aún se seguirá llamando, y acabamos durmiendo, después de una reconfortante ducha en un hotel parecido al de Norman Bates, pero algo más viejo (los años no pasan en balde, la novela de Bloch es del 1958), y así pasó un día con más pena que gloria (el día, no yo. Ojo ahí)
Esa fue una noche de reflexión, era urgente tomar una decisión y acabar con el cachondeo en temas de conducción, también lo del baño en el mar requería solución. No se iba a librar el Tirreno de nuestra obligada ablución, y no quedarían impunes los temas conducción.

Ahí va la hostia. No; ¡aivalahostia!, esto va a quedar mejor tal que así:

Larga noche de reflexión,
urge encontrar solución,
solventar los problemas de conducción,
y bañarse en el ma, con ciega determinación.
En el Tirreno; ablución,
y contra los conductores insolentes, más decisión.

Mañana se van a enterar.

Al día siguiente (Cuando ya no sabíamos que día era)

Fue ciertamente una noche aprovechada. Mis flirteos con el yoga, el tai-txi y la meditación trascendental se mostraron, como siempre, muy útiles.
Decidimos..., a vosotros no puedo engañaros... Glòria decidió que ese mismo día llegaríamos a Civittaveccia y hubiese pasajes o no, embarcaríamos rumbo a Palermo.
Dicho y hecho.
Nos vamos a Civittaveccia.
Hasta nunca Grosseto.
Mi primer objetivo al plegar el caballete de la moto fue no ceder ante nada y no doblegarme ante nadie. Se acabó ceder el paso a los que no lo tenían y se acabó hacer caravana porque no había sitio a la izquierda por donde adelantar.
El primer objetivo fue relativamente fácil de conseguir; el proceso se dividió en dos partes;
Durante la primera cuando aparecía algún vehículo procedente de cualesquiera parte que implicara que ÉL debía ceder el paso, yo, sin perderlo de vista, simulaba no verlo, con lo que él dudaba y, aunque tarde, paraba, y yo podía pasar, aunque fuese haciendo un quiebro para superarlo.
Satisfecho por el éxito decidí dar una vuelta más al sistema. A partir de entonces en la misma circunstancia, daba más gas y miraba con firme convicción al “delincuente de cedas el paso”, tratando -y consiguiendo- transmitirle con la mirada la firme convicción que “por mis huevos” él no iba pasar.
A partir de ese momento se acabaron los problemas de exceso de jeta que provocan los italianos en estas cuestiones.
El segundo tema, el de las caravanas, fue un poco más complejo de resolver. Me costó convencerme de que en lugar de conducir una moto de trescientos kilos de peso con unos ciento ochenta más entre ocupantes y equipaje, que mide 210 cm de largo y más de uno de ancho, era en REALIDAD una ligera y potente scooter capaz de maniobrar sobre uno solo de los pelos de mi coleta.
Costó un poco, pero ya se sabe, lo que cuesta vale.
Se acabaron las caravanas, las derechas, las izquierdas y los múltiples centros (cada cual tiene el suyo). Viva la democracia en la conducción.
Creerme y probarlo (solo en Italia, que aquí el Pere te empapela a la primera), vale la pena y aligera un montón el viaje.
Así fue que tras parar a desayunar como se debe y volver a repostar, y parar otra vez para el aperitivo -Campari, claro-, y además comer tranquilamente en..., en, no me acuerdo donde...,
estábamos sudorosos (hacía un calor sofocante) en la terminal náutica de Civittaveccia.
Glòria negoció dos pasajes a unos 200€ cada uno que no eran de camarote, ni tampoco de butaca, eran, ni más ni menos de “Libre”, eso era, literalmente, lo que ponía en los cartoncillos.
De P.M., me dije, libre, “free”, lo que siempre he querido libertad, en este caso para meterme donde y cuando me de la gana; que me agobio; dejo el camarote y me voy al bar de cubierta, que si la brisa me despeina; me pillo una butaca, que la butaca..., y así y viceversa. Un chollo, pensaba yo.
La nave (que guay queda: La Nave), salía a las 22 horas, a las 20 ya estábamos, junto a otras 15 ó 20 motos (todas con matricula de saltadores de cedas el paso) delante de la inmensa fila de coches y camiones que embarcarían rumbo a Sicilia aquella noche.
Puntualmente a las 22 (en el reloj de la K las 21:48) embarcamos, la K quedó en un pasillo de la cubierta número 3 que no tenía salida por delante, flanqueada (bloqueada) por una “Multi” de las nuevas, y un T-Max negro y más cargado que un mulo andaluz en los 60 y en época de siega.
Vale la pena mencionar los ocupantes de las motos que iban a ejercer de centinelas de la K:
En la “Multi” viajaba un tipo de unos 35-40 que por si mismo parecía normal (dándole al término “normal” un cierto margen), lo que pasa es que la “colegui” que viajaba a su grupa necesitaría todo un planeta para que le cupiera el margen que tendríamos que darle para considerarla “normal”.
Tendría unos ¿30?, ¿40?, ¿50?...
No lo se
Vestía como si tuviera 20, andaba como si las rótulas, cansadas ya de patear mundo, fuesen pentagonales en lugar de, más o menos, circulares, reía; como las hormigas lilas esas del programa ese de ese tipo que dicen tiene gracia y que siempre se afeita con tres días de adelanto, Y hablaba; en italiano.
Para mí que era la principal accionista de uno de esos laboratorios que fabrican “botox” a juzgar por el consumo que a buen seguro hacía de tal substancia. Sus besos, no había más que mirar sus morros, debían ser “integrales”, de cabo a rabo, entendedme, de la cabeza a las suelas de los zapatos.
Y diría, solo por “indicios externos”, que también era muy dada a la silicona.
Los del T-Max, la verdad, sin el más mínimo margen, cumplían al hilo con ser “normales”, sí, algún kilito de más, y el encaje como público en algún prograna de canal 9 sin llamar la atención. También hablaban italiano.
Bueno, la cosa: que subimos y subimos las escaleras dispuestos a escoger el mejor lugar de todos los que nos ofrecían nuestros pasajes.
Iba a ser como “Vacaciones en el Mar”


¡Que noche la de aquel día!

Subimos menos escaleras de las esperadas. Creo recordar que la cubierta nueve era la última. En ella una barra de bar y unas cuantas mesas y sillas precedían una piscina vacía y tapada por una red de cuerda de amplia trama. Nos dimos una vuelta y descendimos a la cubierta inferior buscando la sala de butacas. La encontramos enseguida, escogimos dos consecutivas situadas en primera fila al costado de babor y nos deshicimos de las chaquetas de cuero que atamos con una red elástica a bolsa de tubo, cuando apenas llevábamos sentados unos minutos empezó a entrar más gente en la sala llevando algo en la mano que miraban de hito en hito, en uno de los hitos miraban lo que sostenían con la mano y en el otro que les quedaba, miraban los reposa-brazos de las butacas.
¡Coño!, si están numeradas.
Sin mediar palabra recogimos nuestras pertenencias -ya nos habíamos cambiado las botas de caña alta por sendos pares de deportivas- y en silencio, pero con la mirada alta decidimos ir a otra parte. Nosotros no teníamos ningún papelito -eso era lo que miraban en el primer hito- donde hubiera escrito un número de butaca.
No importa, en el bar de la cubierta nueve nos está esperando una birra bien fría.
La realidad quedaba diáfamente dibujada, nuestros pasajes eran “Libre” que parece que lo englobe todo pero que en realidad no engloba nada, bueno, solo engloba tu ser, tanto físico y como espiritual, pero nada más, excepto que te permiten respirar y vivir, pero no dormir ni descansar mínimamente bien. Vamos que no te hacen pasear por la pasarela ni te pasan por la quilla, pero ya me diréis el papelón; medio vestidos de motards pero con wambas, sin moto y hasta las cejas de bolsas, botas, cascos y demás enseres viajeros, y apestando a leonera gracias al sudor acumulado durante un día entero en plena canícula itálica.
¡A las penas puñalás!
Mientras sorbíamos la birra y mordisqueábamos el “panini” nos sentimos en cierta medida reconfortados, no obstante a mí me parecía que el resto del pasaje nos hacía hueco: Claro “el cante” debía ser considerable.
Por turnos -alguien debía vigilar el “equipaje”- nos quitamos como pudimos los “efluvios” corporales en uno de los lavabos de “Grimaldi” de marras y luego nos dedicamos a deambular por las diferentes cubiertas, en busca del mejor lugar posible para la cita con Morfeo.
En las sillas de la cubierta superior aguantamos poco más de una hora, justo el tiempo en conseguimos que se nos durmiesen piernas , brazos, orejas, en fin todo menos nosotros. En un rincón del bar Glòria extendió el traje de cuero y probó a dormir sobre él, yo, mientras me tomé otra birra y me fui a la discoteca donde unos animadores se dedicaban a hacer chorradas y tonterías, luego me pasé por el bar interior, allí todos los sofás estaban ocupados por aspirantes a bella durmiente, bien colocaditos ellos.
Subí de nuevo a la cubierta superior y Glòria me comunicó que se iba a la disco a tratar de encontrar un hueco entre los durmientes, yo aproveché y me tumbé en su improvisada piltra y me quedé dormido entre los gruñidos que emitía una tele que, por cierto, permaneció berreante toda la noche y retazos de conversaciones entre gentes maleducadas que gritaban como si les fuera la vida.
Al alba, cuando el sol pugnaba por asomar la nariz tras el horizonte me desperté y decidí decidir que había dormido muy bien, no fuera que me entrase un cabreo y me olvidara de pasármelo bien.
Glòria apareció poco después con el rostro desencajado y tiritando “quasi” compulsivamente. Al parecer el aire acondicionado esta acondicionado precisamente para congelar atunes.
En fin, que muy bien, que a las 10:30 de la mañana y después de andar de culo treinta o cuarenta metros llevando a pulso a la K conseguimos finalmente escapar del barco negrero.
Y ahí empezó una nueva aventura.

El día del desembarco

Eran las diez y veinte de la mañana cuando, como decía, escapamos de aquel mercante de esclavos disfrazado de crucero, y lo tuvimos que hacer sacando a la K a fuerza de puro músculo y marcha atrás de aquel pasillo en que la noche anterior había quedado encajonada, pero finalmente estábamos en Palermo.
Vaya ciudad de locos, aquí además de no existir señales horizontales en la calzada, estar toda ella primorosamente salpicada de socavones y tener que esquivar todo tipo de vehículos que aparecían súbitamente desde cualquiera de los puntos cardinales, los peatones se sumaban a la fiesta cruzando por cualquier parte sin ni siquiera mirar a los lados. Cada uno de ellos se comportaba como si fuese el único habitante de una isla desierta. Lo curioso es que Sicilia no solo no está desierta, si no que está densamente poblada, tanto que incluso en las rarísimas ocasiones en transitamos por lugares donde no se veía ni una sola persona, la ingente cantidad de residuos -mierda, vamos- que estaban esparcidos por doquier, delataban una enorme presencia humana.
Puestas así las cosas decidimos no perder ni un minuto en tan caótica ciudad y orientamos proa al oeste cortando un viento abrasador a través de la A-29, una especie autóctona de autopista que a pesar de poseer algunos difusos rasgos comunes con lo aquí conocemos como “autopista”, ni es una autopista ni es na.
El objetivo final era llegar a Marsala, una ciudad relativamente importante de la isla situada en la cara oeste de la misma.
Sobre las once empezamos a entrar en los arrabales (entendiendo “arrabal” como la periferia más cutre y destartalada de alguna ciudad del áfrica profunda) de la ciudad y no fue hasta las doce y media que aparcábamos en el centro de la urbe. No es que Marsala sea una ciudad enorme, es que había tantísimos seres, de dos, tres, cuatro..., y hasta dieciséis ruedas, o patas, según fuesen seres mecánicos, humanos, felinos o cánidos, incluso equinos había, que lo ocupaban todo, que el avanzar se convertía en una lucha titánica, además de lenta, claro.
En el centro, centro, unas seis o siete calles y un par de plazas la cosa estaba más ordenada pues era zona solo apta para humanos, felinos y cánidos, y además ya no estaba decorado con contenedores llenos de basura, si no con arboles, farolas y bancos, incluso había alguna que otra flor en las plazas. Se parecía un poco a una ciudad normal.
Aparcamos en lo que parecía la plaza principal -luego supimos que lo era, se llama Piazza Matteotti- y nos sentamos deshidratados en la terraza de una heladería donde degustamos una “granitta” de café deliciosa -solo por eso valía la pena haber dormido en la cubierta del barco-, ah, y no fue una, fueron una detrás de otra. Estaba realmente buena. No se como lo hacen pero no se parece en nada a un granizado de café al uso.
Mientra Glòria se hacía un bis con la “granitta” yo, tras preguntar en un académico italiano al camarero, me dirigí a la oficina de turismo -estaba a unos doscientos metros- a informarme sobre alguna casa de “agriturismo” en los alrededores. Llegué a las 12:40 encontré la puerta cerrada pero con la empleada dentro. Golpeé el cristal de la puerta y por señas le pregunté cuando abrían. Por señas, como los jugadores del bridge, me hizo saber que a las cuatro. Tócate las narices, tres horas más dando el cante y sin ducharse.
Decidimos ir a comer y lo hicimos en un garito-restaurant cercano al puerto pesquero, donde nos pusimos ciegos de diferentes especies de bichos de mar, bebimos un vino aceptable, una ensalada excelente y unos tajos de roja y fresca “anguria”, además de los cafés helados y el limonccello correspondiente. Todo ello por la módica cantidad de 8,20€. Yo, que soy un tío honrado, le pregunté al camarero si estaba seguro de que ese era el precio, a lo que respondió con firmeza, que sí, por supuesto. Pagamos y salimos corriendo. Más tarde mirando con detenimiento el ticket vimos que solo había sumados dos conceptos; “iva 6,10” y “iva 2,10”. Vaya ruina de camarero, soy yo el jefe y lo castigo de rodillas sobre una capa de arena gruesa, y con las brazos en cruz aguantando sendas bandejas con todos los platos, cubiertos, bebidas y tazas de las dos comidas, y además le meto la “anguria entera”, que debía pesar quince o veinte kilos. Por mamón.

La primera noche en Sicilia

A la hora en punto, con los estómagos bien llenos y la cartera casi virgen tras el copioso y barato ágape, acudimos a la oficina de turismo.
Ni direcciones o referencias válidas, ni aire acondicionado, ni simpatía. Salimos de allí tal y como habíamos entrado y decidimos espabilarnos, de manera que nos dirigimos hacia la carretera local que bordea la costa en dirección sur.
A solo unos minutos de la ciudad, a la izquierda de la carretera descubrimos un cartel;
“Agriturismo..., bueno, le llamaremos “Agriturismo el Alzeimer ataca de Nuevo”, no consigo acordarme del nombre. La cuestión es que la Rosaria, tal era el nombre de la propietaria nos cobró 25€ persona y día con la “colazzione” incluida, por una habitación con ducha, aire acondicionado y terraza privada.
No era un lugar ni extremadamente limpio, ni abrumadoramente bonito, ni especialmente seductor y el desayuno consistía en café, leche, mermelada de porciones, tipo “Hero”, y pastas industriales, tipo “Tigretón”, pero nosotros tampoco estábamos en plan estrellas de rock o jeques árabes, y nos pareció que por el precio no se podía pedir mucho más.
Al final solo desayunamos el primero de los dos días que estuvimos en el lugar, y la tal Rosaria resultó ser todo un personaje: Nos montó (éramos los únicos inquilinos) un karaoke nocturno durante el que hubo barra libre incluida en el preció y nos enseñó la planta baja de su instalación, abriéndonos las diferentes estáncias, que ella utilizaba como almacén-museo de las cosas más inverosímiles y variadas que iba recopilando en sus varios cruceros anuales por todo el mundo. Había desde un piano del 1850 en perfecto estado de conservación, hasta katanas japonesas de acero templado con funda trabajada de auténtico marfil. Lo más curioso era que ella vivía en el garaje ya que el primer piso lo destinaba a las habitaciones para los clientes. Un personaje curioso.
Durante esos dos días visitamos la Vía de Sal (muy recomendable) donde se encuentran las salinass de Trapani, que siguen funcionando tal y como lo hacían en el siglo XII, a base de molinos de viento y fuerza humana, el museo" archaelogico" Baglio Anselmi, donde se encuentran los restos parcialmente recontruidos de un barco de guerra púnico que al parecer formaba parte de la flota cartaginesa que los romanos atacaron en el 241 a. C en la batalla de las Égates, cenamos "de muerte", y degustamos los pica-pica y el selecto vino de la enoteca “La Sirena Ubríaca”, donde hay que ser comedido con la libación, ubriaca significa borracha. Es muy, pero que muy de destacar, los “canolos” que nos zampamos en la “pasticceria-bar” de los muchos yernos que colecciona la tal Rosaria.
Desde Marsala y sus alrededores, y tras abandonar para siempre casi cuarenta y ocho horas de nuestras vidas, los tres, más las “andróminas” que carreteábamos -obvio decir que solo vestíamos con pantalón corto, camiseta, wambas y casco, por lo que el equipo de ir en moto pasó a ocupar el portaequipajes- nos dirigimos hacia Agrigento, donde la esencia de la arquitectura helénica nos estaba esperando.
 
Rumbo a la antigüedad

Nos despedimos de la “coleccionista” que vivía en el garaje y pronto quedaron atrás sin pena ni gloria Mazara del Vallo, Castelvetrano, Menfi y Sciacca.
Decidimos abandonar la ruta principal y visitar la pequeña población de Caltabellota, más por la ruta en sí misma, que por los atractivos que ofrecía la villa.
Se llega hasta ella tras escalar unos diecinueve kilómetros de carretera que nos transporta hasta 949 de altura a base de volverse loco sorteando numerosos y angostos “tornanti”.
Desde la cima se pueden ver 21 de los pueblos que la circundan, con el mar al sur como telón de fondo.
Después de las vistas y de visitar la Chiesa Madre decidimos honrar la cebada y nos metimos en un pequeño bar recién estrenado, tan solo hacía una semana que estaba abierto, naturalmente nos hicimos preceder por un educado y a dúo “buongiorno “. Mientras, la K reposaba afuera, en la calle, tras la vidriera.
Dando cumplida cuenta de la segunda ronda de Beck's, preferimos la pilsen tedesca a la italiana, observé como el propietario del bar confeccionaba una especie de coca que abrió con un gran cuchillo por el medio, y la iba rellenando de “proscciuto” cocido, tomate, cebolla, pimientos y no se que cosas más.
Le pregunté de que se trababa y nos dijo que era un producto típico de la zona , no llegué a entender el nombre, pero me hizo intensificar la salivera.
Eran más de la una de mediodía y le pedimos dos porciones, que con la correspondiente crema de café helado y otro par de Beck's, nos dejó ahítos para el resto de la tarde.
El descenso lo hicimos por el lado norte, un poco menos revirado pero igual de espectacular, y ya no volvimos a parar hasta llegar a Agrigento.
Está situada en lo alto de una colina y se accede por unas horribles y antiestéticas (lo del diseño italiano aquí suena a broma) autopistas elevadas que desembocan en una no menos fea y desastrosa ciudad. No obstante a medida que nos acercábamos teníamos como visiones de escenarios propios de películas de romanos. Era el Valle de los Templos, el lugar donde en el 581 a.C colonos venidos de Gela y Rodas fundaron Akragas, la ciudad más importante de la antigüedad -ya en el siglo V a.C contaba con 200.000 habitantes-.
Ahora se trataba de buscar donde “horizontalizarse” al caer la noche.
Tras varios intentos fallidos, finalmente en San Leone, a solo 3 ó 4 kilómetros del valle, y junto al mar, encontramos un camping tipo años 60 del siglo pasado, donde disponían de un bunga bunga, perdón, bungalow, con nevera y dos ventiladores. Tenía además un bar que servía pizzas y una piscina de plástico tamaño “king-size”. La pera.
Nos instalamos, nos dimos un baño en la piscina, y ya peinados, salimos a comprar una enorme “anguria” que metimos en la nevera junto a una botella de vino rosado, encargamos dos pizzas y cenamos tranquilamente y como los reyes del mambo en la terracita del bungalow y a la tenue luz de una bombilla de bajo consumo y de menos intensidad.
Mañana viajaríamos en el tiempo.


La K altera el programa y no hubo -por el momento- viaje en el tiempo

Aquella mañana debió amanecer prontito ya que cuando nos despertamos, a eso de las diez, el sol ya había conseguido encaramarse casi hasta todo lo alto, Glòria se piró a desayunar a una pastelería a la que le había echado el ojo el día anterior, yo me tomé un expreso en el bar del camping i fui a darle los buenos días a la K que había pasado la noche junto a las latas, en el aparcamiento.
Al acercarme a ella me sobresaltó vislumbrar una macha de humedad bajo su panza, ¿estaría llorando? No podía ser, nunca antes lo había hecho, claro que todo se aprende y con semejantes compañeros de piltra nunca se sabe.
Me acerqué preocupado hasta ella e incliné mis rodillas junto al pequeño charco de humedad, tocando con un dedo, que luego llevé a mi nariz, la tierra empapada.
¡Hostias, era suero del que se alimenta su corazón de acero tedesco!
En algún lugar de su sistema digestivo algo funcionaba mal, deduje, con la habilidad mental que me caracteriza.
Efectivamente, hurgando en las aberturas del costado derecho de su vestido me encontré con unos tubos de goma unidos por una especie de válvula por donde, con parsimoniosa cadencia, se iban escapando de las entrañas de la K las vitales gotitas que le dan vida.
Se imponía un cambio de planes, las antiguas piedras ordenadas formando toda suerte de edificios magnos del Valle de los Templos, tendrían que esperar.
Tras comprobar que quedaba suficiente líquido en su lomo y padecer algún que otro percance en las ineludibles tareas matinales propias de todo humano -como olvidar que en un camping años 60 el necesario papel te lo tienes que llevar tu mismo o tirar de dedo-, Glòria, ya desayunada y también afectada por el mismo tipo de percance, la K y yo mismo partimos, asesorados por el GPS, hacia el concesionario BMW más cercano, estaba tan solo a 4 ó 5 kilómetros en el mismo Agrigento.
Pero no, no pudo ser. Llegados al lugar, esta vez sin pasar por el “Mónaco, Mónaco” de marras, resulta que los muy cachondos estaban “feriados” por el “ferragosto”.
GPS, GPS, ya se que no soy el más bonito, pero dime ¿donde debo ir?
A lo que contestó pintando en azul su pantalla;
Ves hasta Caltanissetta y en la SS. 640. da Savariano, s/n, podrán remedio a tus penas, solo hay 64 kilómetros.
Pero no, tampoco. Como quiera que los sicilianos (luego supe que los italianos de Roma para abajo también) son expertos en empezar muchas obras (de acabarlas no tienen ni puta idea) resulta que cada dos por tres había que tomar rutas alternativas que estaban indicadas (con el culo) en la ruta principal, de modo que, solo para ir, hicimos 89 kilómetros.
Al fin, a las 13:10 llegamos a “Gipicar, slr – Concessionaria BMW, MINI y BMW Motorrad”, impresionante, era más grande que el concesionario más grande de BMW que yo conozco.
Puesto al corriente Miquele, el mecánico de motos, nos indicó que la metiéramos al taller y que esperáramos a que él plegara, nos dejaran una moto y pudiéramos ir a comer, que él también lo haría, y además nos acompañaría hasta algún restaurant.
Así lo hicimos, comimos rodeados de Carabinieri (no sé si es que el pueblo está lleno de mafiosos o es que era el restaurant donde se reúnen para comer), y a las 16 horas estábamos de vuelta para cambiar la F800R italiana por la K.
A las 17:00 y tras abonar 150,77€, los tres nos afanamos en deshacer los 64 kilómetro italianos -que eran como 89 de los normales- para poder llegar con luz de día suficiente para ver donde pisábamos mientras viajabamos en el tiempo.
Llegamos, doy fe.

Casi como estar en la Grecia clàsica

No se sabe porqué, algunos dicen que fué para escapar de la amenaza de los magrebíes, el caso es que en el siglo VII los habitantes de “Agrigentum” -así se la conocía desde la dominación romana- decidieron abandonarla e instalarse arriba, en la colina, en el emplazamiento actual. Hoy en día, tal vez por ello, permanecen en pié y en buen estado de conservación muchos de los templos dóricos de la dominación griega y romana, además de necropólis y otras construcciones. Vale mucho la pena, a poco interés que se tenga por las piedras eculpidas, visitar este lugar.
Una noche más en el camping años 60, otra pizza, otra aguria, otro vino, unas abluciones matinales sin descuidar el papel, la K, y carretera y camiseta sin mangas, nos vamos hacia el extremo más suroccidental de la isla, Portopalo di Capo Passero, ya en pleno Jónico.
Atrás irán quedando Licata, Gela, Vitoria, Ragusa, Módica, Ispica...
Y un apunte para viajeros amantes de las cosas buenas; en Villaggio Gulfi, Muy cerca de Chiaramonte Gulfi, en plena carretera local P-77, y en medio de la nada, hay un restaurante que sirven la mejor “granita” de mandorla (almendras) del mundo conocido (al menos por mí).
Casi solo por ello vale la pena darse una vuelta por Sicilia.
 
Gràcies....  KIKE...


19/09/1959...!!!!!!, que noche la de aquel dia....! llovia a cantaros...,las cosas no iban bien..., a mi padre no le dejaban pasar a la sala de partos...., el maestro con título de mèdico y con nombre de cantente de color.. os acordais...BASILIO, o sea el Dr. BASLILIO, entro a matar, mientras mi padre andaba por los pasillos pegando paraguazos a todo el que se interponía en su camino,despues de haber dado orden al matador, de que salvara a la madre, que de hijos, aún tenía tiempo de hacer más..., asi que.....después que el buen DR. se debatió en un grean dilema y se enfrentó al mismo (el dilema) con una pequeña espada llamada bisturí,clavándoselo al nasciturus por varias partes del cuerpo,en el que aún se pueden apreciar si os fijais algún día, las secuelas de nuestra dura batalla, tari.tarí.tarí.tarí, aquel día yo nací..!

Ahora cuando me llaman malparit, SI, es verdad, respondo yo, ...pero añado... Mal Parit, SI, però Ben acabat...!
;D ;D ;D ;D ;D
 
Ondia Pere, felicitats !

Pobre Basílio, que volies que fés? En escoltar, des d'allà dins, un acudit dolent sobre gent de color, es va posar nerviós  ;D
_____________________________________________________________

Jolín Pere, felicidades!  Pobre Basilio, que querías que hiciera? Al escuchar, desde allí dentro, un chiste malo sobre gente de color, se puso nervioso.
 
;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D

Jejejejejejejeje, GRÀCIES A TOT@S.....!

No , El xiste que l'hi volía expliar era...." sabe lo que dice una mujer cuando ve ........"

;)
 
JE..JE...Collons con el Basili...hara ho enteng tot ;D ;D ;Daixo ja no te remei ;)per mols anys pedrin...que en fagis molt mes i que els pogem celebrar tots juns :cool: :cool:

Traslacion.

uno que se va haciendo grande felicidades..je..je... :-* :-*

V,sssssssssss
 
Ep, Pere PER MOLTS ANYS!

Molt bo ho del Basili.... ;D ;D ;D

Salut!  ;)
 
GRACIAS, GRACIAS , GRACIAS..... A TOD@S....!!!!!


El Dr. Matador Basilio, el terror de los quirofanos...!

....bisturazo junto a la oreja izquierda, 7 puntos..., bollo en la cabeza, 4º tercio occipital, me dio un golpe con el mango de la espada para que me estuviera quieto, y como le queria quitar el bisturí, me asesto buena estocada a lo largo de los nudillos de los dedos de mi mano izquierda..., suerte que no soy zurdo....!!!! y para acabar, quise patearle su culo de color negro al tal Dr. Basilio, y acabó con un profunda estocada en la planta del pie izquierdo tambien......!

Que dura aquella noche...y mi padre sin saber lo que pasaba dentro del quirofano...y a mi madre la quisieron engañar enseñandole "otro luchador limpio de zicatrices, pero ella lo tubo calro desde el principio el suyo no era su Deauville..... ;D ;D
 
[highlight]DESPERTAFERRO[/highlight].....tiemblo el dia que nos cuentes una cronica de un viaje de un mes....... ;D ;D ;D
 
0C190E190318191D090A151010195C0 dijo:
[quote author=5C7D6B687D6A6C797E7D6A6A77180 link=1316345010/9#9 date=1316433101]¿Pero no fue el sábado?, ¿o es que me he liao con el calendario (como siempre)?

El sábado, se convidó a los asistentes a la ruta en Tossa, porque hoy sería mi cumple y el jueves el del [highlight]!!!JOSEP!!!![/highlight]... :D[/quote]

:D :D :D :D :D :D :D :D :D Racion de ratafia doble... :D :D :D :D :D :D :D :D
 
[highlight]PEREDEAUVILLERTKGTJDT[/highlight]........!!!!!FELICITATS!!!! ;) ;) ;)........que cumplas lo menos el doble...... :cool: :cool: :cool:
 
727374746F060 dijo:
[highlight]DESPERTAFERRO[/highlight].....tiemblo el dia que nos cuentes una cronica de un viaje de un mes....... ;D ;D ;D

Vosotros podeis escojer entre leer o no leer.
Yo lo tengo peor, estoy obligado a escribirlo, ya que debo seguir las sutiles órdenes del Sr. Tesorero, que puesto al corriente de mi regreso, en un lenguaje más propio del fondo marino que de la meseta castellana, me espetó:

s'ha t'ha girat feina (se te a dado la vuelta trabajo).

Y claro, no me queda más remedio.
 
Feliç Aniversari PERE i que compleixis molts més. Veig que Basilio t´ha quedat gravat.

:) :) :) :) :)

--------------------------------------------------------------------
Feliz Cumpleaños

Salut,

Jaume
 
6564636378110 dijo:
[quote author=1D101A0315155C0 link=1316345010/3#3 date=1316379021]"La suerte de la fea, la guapa la desea"
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+1 :D :D :D :D[/quote]

No lo pillo !
 
eehhhhh...!!

GRÀCIES A TOT@S NOVAMENT PER LES VOSTRES FELICITACIONS....!

El proximo dia que nos veamos os expolicaré el chiste que quise explicarle al Dr.Basilio antes que se cebara conmigo...!
 
SALIDA SABADO 24-09-2011 "EL XURRU"... ;D ;D ;D

CHECK POINT: Autoampuria.

HORA: 8.00 am.. :eek: :eek: :eek:

RUTA: Figueres, Vilaur, Bascara,Vilamari, Banyoles (esmorzar en Can Salvata), Mieres, Olot,
Les Planes, Sant Marti, Medinya (les birres y pa casa)

KM: 143 unas 3 horillas si vamos recogiendo margaritas... ::) ::)

LA RUTA "EL XURRU" CLIKAR AQUI.. :eek: :eek:

ASISTENTES:

1- Errrr Turri........"el xurru"..... :D :D
2- Errrr Deauville.."el mediamanga"..... :D :D
3-
4-
5-
.......
.......
.......

Ya direis
 
Hola..!!!

no sé si es el lugar indicado pero me podeis facilitar el nº de cta par la loteria, quiero pagar esta semana..!!!

Pep
 
Feliz cumpleaños Sr. Deauville  :D :D ;) ;)

[media]http://www.youtube.com/watch?v=4KZg0RbRHEs&feature=player_detailpage[/media]​
 
Bona nit nois, primero de tot Felicitar al Pere por cumplir algun añejo mas, Felicidades y que sigas cumpliendo mas haber si me cojes.
Pep la compta esta mas pa tras, pero te la reeeeeeeeeepito.
2100 8166 56 2100325064, bueno dicho esto feliz semana.

Ramon Deauville. :) :) :) :) :)
 
2B2A2D2D365F0 dijo:
[quote author=0C190E190318191D090A151010195C0 link=1316345010/11#11 date=1316433602][quote author=5C7D6B687D6A6C797E7D6A6A77180 link=1316345010/9#9 date=1316433101]¿Pero no fue el sábado?, ¿o es que me he liao con el calendario (como siempre)?



El sábado, se convidó a los asistentes a la ruta en Tossa, porque hoy sería mi cumple y [highlight]el jueves el del !!!JOSEP!!!![/highlight]... :D[/quote]

:D :D :D :D :D :D :D :D :D [highlight]Racion de ratafia doble... [/highlight]:D :D :D :D :D :D :D :D[/quote]

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47687E787E4B687F636C636968770D0 dijo:
[quote author=2B2A2D2D365F0 link=1316345010/24#24 date=1316451022][quote author=0C190E190318191D090A151010195C0 link=1316345010/11#11 date=1316433602][quote author=5C7D6B687D6A6C797E7D6A6A77180 link=1316345010/9#9 date=1316433101]¿Pero no fue el sábado?, ¿o es que me he liao con el calendario (como siempre)?



El sábado, se convidó a los asistentes a la ruta en Tossa, porque hoy sería mi cumple y [highlight]el jueves Sábado el del !!!JOSEP!!!![/highlight]... :D[/quote]

:D :D :D :D :D :D :D :D :D [highlight]Racion de ratafia doble... [/highlight]:D :D :D :D :D :D :D :D[/quote]

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[/quote]
...así está mejor !
...y un inciso pá dejar constancia que el Sábado pasado, durante la parada en Els Angels de la previa apoquine en mano los 20$ a Raimon pa la loteria. (...es que no me dió recibo... :cool: ::) :D ;D
 
Pere, el día que tú naciste se rompieron todos los moldes
ba28.gif
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Per molts anys neng!!!!
 
jejejejejejee..."

GRACIES A TOD@S...!

Espero que no exista naide mas COMO yo, pues uno SOBRARIA.....! >:(



turrunet, SE MAPUNTE A LA SORTIDA DEL XURRO, SI NO LLUEVE, CLARO...!
 
Paseando por el vértice

La Trinacria, el símbolo de Sicilia, se representa mediante una cabeza de Górgones (unas deesas de la mitología griega hijas de Forcis y Ceto) alada que luce un tocado formado por cuatro serpientes a modo de cabellera, y está rodeada por tres piernas flexionadas. En ocasiones aparecen, entrelazadas con las serpientes, unas espigas de trigo. Todo símbolo encierra una o varias interpretaciones, la Trinacria, mediante las tres piernas flexionadas, nos habla de los tres vértices de la isla, o de los tres mares que la rodean. En cualquier caso si ello es así se debe a que la isla posee un perfil triangular.
Concluyendo con el tocho, que nosotros hoy, paseábamos por el vértice sur-occidental de la isla, que como vértice no tiene nada de particular, es más, paseando por allí ni siquiera te apercibes de que aquello es un vértice, ojo, y tampoco si es cualquier otra figura o concepto geométrico, pero claro, yo no he ido al espacio pero he visto mapas, y hasta bolas del mundo hechas de plástico, y he podido recrear mentalmente que efectivamente paseábamos por el vértice, que si lo consideramos como un territorio, si que tiene cosas particulares que considerar. Y como las considero, las cuento:
Poca gente en general y en cambio mogollón de gente en ciertos lugares. Me explico; el paisaje es agreste, pocos pueblos y pequeños, parque nacional y reserva natural, perfil de costa muy agreste y poco accesible y poco más que caminos de carros en lugar de carreteras.
La cuestión es que decidimos comer en Portopalo di Capo Passero, un pueblecito marinero aficionado a la pesca, y en particular a la pesca del “tonno”. Aparcamos la moto en el muelle pesquero, junto al mar, y entramos en un restaurante donde la oferta de bichos escamosos era abundante. Comimos bien pero sin estridencias, y ya con el estómago satisfecho fuimos ascendiendo por el lado más pequeño del triángulo siciliano en busca de lo que el destino, advertido de que descartara de entrada cajeros automáticos, bancos públicos y embalajes de nevera, nos deparara para pasar la noche.

El primer lugar en que intentamos alojarnos lo descubrimos al llamarnos la atención un rótulo cutre a pié de carretera, más o menos rezaba; “Camping, Agriturismo, En la playa...”. Tomanos el desvío después de girar en redondo pisando una débil y desdibujada linea continua y nos adentramos en dirección al mar por un camino que discurría entre campos de matojos y árboles de difícil catalogación, y lo hacía a modo de cuenca fluvial, es decir, el camino, de unos dos metros y medio de anchura, estaba jalonado a ambos lados por un taluz de tierra de un metro de altura. No había modo de escaparse. Todo él estaba cubierto de una espesa y harinosa capa de un polvo blanco como la mismísima nieve, pero más seco y proclive a elevarse que esta. Bajo el polvo, invisibles roderas de vehículos, piedras, troncos y toda suerte de trampas nos mantenían con los esfínteres bien prietos y los poros bien abiertos. Además, seguramente por todos estos atractivos, por allí circulaban más coches que por la autopista a la altura de Martorell un domingo por la tarde, con la diferencia que también había unidades rodantes que circulaban en bañador y sin vehículo.
Después de cinco o seis kilómetros, a mi me parecieron un centenar, llegamos al camping, que anunciado como el paraíso, se nos mostraba como el infierno. Entramos en el recinto, no sin superar varias dificultades más, y siguiendo las indicaciones gestuales -al parecer era mudo- del encargado de poner orden en la entrada, aparcamos la K en una chamizo de cañas y troncos, al lado de cuatro o cinco desgraciadas más y junto al “cuartito” donde se almacenaban las bolsas de basura que incesantemente generaba toda aquella densa aglomeración de humanidad (por llamarle algo). Desde allí y sobre una moqueta de color verde (como el césped) que a modo de alfombra se encargaba de inmovilizar el maldito y omnipresente polvo blanco, dirigimos nuestros pasos hacia la recepción donde nos dijeron que “niente di niente”, osea que no, que ni bungalow, ni agriturismo, ni na. A todo esto, de la anunciada playa no había ni rastro, luego supimos que había que pisotear otra milla de polvo blanco para llegar al borde del mar, pero que playa no, rocas.
Inspiramos hondo diez veces y contamos hasta cien otras dos o tres, pedimos, después de hacer cola junto a otros desgraciados como nosotros, una botella gigante de agua “naturale” y dos granizados de limón, nos lo bebimos todo, y un poco recuperados de la deshidratación, pero blancos cono novia virgen, afrontamos la durísima tarea de desandar lo andado.
Fuimos parando en los hoteles, “breakfast” y “agriturismos que veíamos (que eran pocos) a tiro, y nos descartaron en cuatro o cinco de las puertas que fuimos a tocar; decían que estaban al completo, pero a mí me parecía que nos miraban mal y que pensaban que gentes tan blancas debían ser poco recomendables.
Decidimos echar el resto (nos quedaba el hígado, la hiel y poco más) y conseguimos llegar a Siracusa. Dómino. Buscamos en el centro un 4 estrellas, dimos dos patadas en el suelo a fin de aligerar la capa de polvo y entramos. Si, quizás por pena, o por caridad, no lo se, pero nos dieron una habitación, y además en un piso normal, no en la buhardilla.
Nos quedamos dos noches y disfrutamos de Siracusa
 
Avui al DdGi : Despertaferro
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Xata, que desde el vértice más favorable te hacen salir en premsa  ;)
 
7E7F7878630A0 dijo:
SALIDA SABADO 24-09-2011 "EL XURRU"... ;D ;D ;D

CHECK POINT: Autoampuria.

HORA: 8.00 am.. :eek: :eek: :eek:

RUTA: Figueres, Vilaur, Bascara,Vilamari, Banyoles (esmorzar en Can Salvata), Mieres, Olot,
Les Planes, Sant Marti, Medinya (les birres y pa casa)

KM: 143 unas 3 horillas si vamos recogiendo margaritas... ::) ::)

LA RUTA "EL XURRU" CLIKAR AQUI.. :eek: :eek:

ASISTENTES:

1- Errrr Turri........"el xurru"..... :D :D
2- Errrr Deauville.."el mediamanga"..... :D :D
3-
4-
5-
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Ya direis

Eppp turri!!! Se me apunte al "xurru" ese. (Si no plou) :cool:

V'sssss
 
3A3B3C3C274E0 dijo:
SALIDA SABADO 24-09-2011 "EL XURRU"... ;D ;D ;D

CHECK POINT: Autoampuria.

HORA: 8.00 am.. :eek: :eek: :eek:

RUTA: Figueres, Vilaur, Bascara,Vilamari, Banyoles (esmorzar en Can Salvata), Mieres, Olot,
Les Planes, Sant Marti, Medinya (les birres y pa casa)

KM: 143 unas 3 horillas si vamos recogiendo margaritas... ::) ::)

LA RUTA "EL XURRU" CLIKAR AQUI.. :eek: :eek:

ASISTENTES:

1- Errrr Turri........"el xurru"..... :D :D
2- Errrr Deauville.."el mediamanga"..... :D :D
3- Errrr Kike..."el mangoentero"...fffiiiiuuuu... :D :D
4- Errrr Ferro...???? "adivina lo que tengo"... :eek: :eek:
5- Errrr Nordkapp.... :cool: :cool: :cool:
6- Errrr Repsol.... :D :D :D
.......
.......
.......

Ya direis
 
Bones companys,
Turri, éste sábado no os podré acompañar :( me sobra el trabajo y me faltan horas :D
que tengais buena ruta
fins aviat
 
Raimon Deauville ja he pagat la loteria...!!!!

Hase falta decir más....!!! ;D ;D ;D

Pep
 
Arriba