El domingo por la mañana fuí de Toledo a Avila. Aunque temprano, ya me pareció que había más tráfico de lo habitual, si bién todo iba perfecto y era uno de esos días en que todo te sale bién. Pero a la vuelta, tras pasar un curvón abierto a 160 km/h, comienzo a ver la recta y de golpe un coche atravesado en medio de la carretera, con otros coches parados a la izquierda (no había escapatoria posible), todos ellos "tuneados". No sé qué distancia podría haber desde que me apercibí hasta el coche, pero era insuficiente para parar la moto (de eso estaba seguro). La primera reacción (casi instinto) fué apretar los frenos a saco, pero me veía dentro del coche con la chica de 18-20 años que estaba al lado donde iba a colisionar. Recuperando la cordura un segundo, pegué dos (o tres, ni lo sé) patadas al cambio y solte de golpe el embrague. La rueda trasera, ayudada por el freno delantero, saltó tres o cuatro veces antes de que la moto se cruzará a poco más de un metro de la que iba a ser mi compañera de infortunio (ni ella ni yo habíamos planeado aquella cita).
No sé ni como bajé de la moto, ni en qué momento lo hice (no me llegué a caer, eso sí lo recuerdo). Sí sé que mientras la empujaba al arcén (se había calado, aunque yo juraría que había vuelto a coger el embrague) pude ver la cara de la chica, con los ojos como platos y pálida como la cal. Tambíen oí la voz de un chval de 18/20 años que decía "perdona tío..." (o lo soñé?)...
Me senté en el arcén, pues las piernas se negaban a sujetarme y despué de un buén rato de temblar, recuperé parte de la calma y me puse a buscar posibles desperfectos en mí y en la moto. En mí nada de nada (salvo alguna cana más); en la moto la rueda delantera se ha cuadrado en cuatro o cinco sitios y la trasera (la había cambiado hace 3000 km) tiene varias rajitas en un lateral (creo que no es nada).
Cuando llegué a casa y se lo conté a mi mujer (por fortuna no vino conmigo este domingo), tras sosegarnos me preguntó si había cogido la matrícula. Ni siquiera hice eso; creo que, aunque no pasó nada, esto fué un accidente en toda regla, en la que el respondable, aprovechando el caos, se dió a la fuga.
En fín, que no nos falle el angel de la guarda y podamos seguir contándolo como anécdotas.
V'ssssssssssssssssss
No sé ni como bajé de la moto, ni en qué momento lo hice (no me llegué a caer, eso sí lo recuerdo). Sí sé que mientras la empujaba al arcén (se había calado, aunque yo juraría que había vuelto a coger el embrague) pude ver la cara de la chica, con los ojos como platos y pálida como la cal. Tambíen oí la voz de un chval de 18/20 años que decía "perdona tío..." (o lo soñé?)...
Me senté en el arcén, pues las piernas se negaban a sujetarme y despué de un buén rato de temblar, recuperé parte de la calma y me puse a buscar posibles desperfectos en mí y en la moto. En mí nada de nada (salvo alguna cana más); en la moto la rueda delantera se ha cuadrado en cuatro o cinco sitios y la trasera (la había cambiado hace 3000 km) tiene varias rajitas en un lateral (creo que no es nada).
Cuando llegué a casa y se lo conté a mi mujer (por fortuna no vino conmigo este domingo), tras sosegarnos me preguntó si había cogido la matrícula. Ni siquiera hice eso; creo que, aunque no pasó nada, esto fué un accidente en toda regla, en la que el respondable, aprovechando el caos, se dió a la fuga.
En fín, que no nos falle el angel de la guarda y podamos seguir contándolo como anécdotas.
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