hola, os comento el viaje que realizamos el pasado año con destino centroeuropa.
espero que lo disfruteis :wink:
Destino Polonia....
Hay veces que los viajes se llenan de pequeñas anécdotas sin quererlo y sin buscarlo, para ello lo mejor es no preparar nada el viaje y dejar que las cosas vayan surgiendo. Esto es lo que nos ha ocurrido en las vacaciones de este año, que sin lugar a dudas nos han descolocado un poco y de lo que ahora en la tranquilidad del hogar, nos provocan más de una sonrisa.
El periplo ha transcurrido entre los días 11 de agosto y el 1 de septiembre, y del que paso a detallar las etapas minuciosamente.
1ª Etapa, 11 de agosto: Alsasua – Mulhouse (Francia) (1200 Km)
El primer día suele ser día de tránsito en el que intentamos hacer una buena tirada de Km para avanzar, el problema es que las autopistas de Francia en agosto se colapsan y se forman unos bouchones (atascos) impresionantes; el lado bueno es que en Francia respetan mucho a las motos y los coches se apartan abriendo pasillo para que puedas circular entre ellos, no obstante como los arcenes de sus autopistas son tan amplios, nuestro primer impulso fue circular por allí y no habíamos recorrido ni 500 m. cuando una gendarme nos dio el alto. A lo dicho, para mí Francia es un ejemplo y tras la reprimenda y la amenaza de ser sancionados con 500 €, nos dijo que por el arcén sólo pueden circular vehículos oficiales (policía, bomberos, ambulancias y grúas). Bueno, por lo menos allí te advierten. Llegamos al destino a las 21:00 h., excesivamente tarde si queremos cenar en Francia y lo único que encontramos abierto a esa hora fue un buffet chino. Buahhhh, ¡que comienzo vacacional para nuestro estómago!!!!!!
2º Día, 12 de agosto: Mulhouse, museo del automóvil:
Antes de bajar a desayunar decidimos limpiar los mosquitos de las pantallas de los cascos, pero cual fue nuestra sorpresa que el extraño ruido que hacía el casco de Raúl al abrirlo, se tradujo en que la patilla se había roto y había que comprar una nueva o ir sin ella. Teníamos que buscar un concesionario BMW para motos o intentar arreglarlo.
Mientras caminábamos hacia el museo y aprovechábamos para pasear por las calles de la ciudad, bonita por cierto, y desayunar en una de sus terrazas, no dejábamos de dar vueltas al “problemilla”, pero una vez dentro del museo pudimos relajarnos y pasar un rato agradable disfrutando de las bellezas de la exposición. También pudimos visitar la catedral, con una interesantes vidrieras, el museo-oficina de turismo, donde amablemente nos informaron que BMW no abría los lunes (en Francia muchos concesionarios trabajan de martes a sábados), y algún que otro sitio agradable.
ayuntamiento
Tras la cena marchamos a descansar y ya en la habitación intentamos pasar las fotos capturadas ese día al disco duro portátil que llevamos al efecto, pero al intentarlo ¡horror! El aparatito dice que está lleno y que debemos actualizar el software. No problema. Bajamos a recepción y solicitamos la conexión a Internet y entonces es cuando aparece el problema: 1º la conexión cuesta 6 € por media hora, valla robo, pero eso no es lo peor. Lo peor es que los listillos del hotel para que el tiempo se agote antes han cambiado toda la configuración del teclado, así la a se encuentra en el 3 la P en el sitio de la B los números en la fila inferior y todo al revés. Resumen: además de perder tiempo escribiendo por no controlar el teclado, el ordenador no permite guardar el fichero y no podemos actualizar nuestro disco duro. Nos sentimos realmente estafados.
3er día, 13 de agosto: Mulhouse-Vaduz-Insbruck
Estaba decidido, debíamos comprar super-glue 3 e intentar arreglar la pantalla del casco. Una hora después y creyendo haber solventado el problema continuamos el viaje. Atravesamos la frontera Suiza y desoímos las indicaciones del agente de comprar la viñeta de las autopistas, (esta vez sólo necesitábamos cruzar suiza). No nos fue mal, atravesamos todo el país sin que nos parase la policía, pero antes de llegar a Vaduz (capital de Lietchestein) se volvió a estropear la pantalla del casco. Paramos a en una tienda de motos cerca de la capital del principado que conociamos de alguna otra ocasión y no tenían la codiciada pieza, por lo que la pegamos con cinta americana y fuimos a realizar las compra que debíamos hacer en Vaduz.
Tras un pequeño refrigerio y justo cuando íbamos a arrancar la moto me pareció ver que pasaban unos chicos vestidos de tunos y Raúl no pudiendo evitarlo grito: ¡Ahí va esa tuna !!! Los tunos sorprendidos se dieron la vuelta, intercambiamos unas cuantas impresiones con ellos, nos deleitaron con sus canciones y como buenos tunos que son, nos dijeron que estaban allí porque el día 15 de agosto, la monarquía de Lietchestein obsequia a todo el que quiera a un banquete “gratis” en el palacio. ¡Viva la tuna de Alicante!
Seguido de este agradable momento entramos en Austria, donde también es necesario viñeta para circular por sus carreteras, porque autopista, lo que se dice autopista, en muchos tramos no existe. Obviamos totalmente este detalle, pues en Suiza no nos había ido mal, y además no somos partidarios de autopistas si lo que deseas es ver paisajes, pero desafortunadamente realizamos un adelantamiento justo cuando se iba a terminar un carril, junto a un control policial y nos echaron el alto. No comprendía el inglés, solo hablaba austriaco y alemán, pero las instrucciones de la multa en dibujo estaban más que claras: velocidad 105 Km/h en un lugar de 80Km/h, adelantamiento indebido y además no llevábamos la viñeta, el policía raudo nos mostró una libreta traducida a más de 6 idiomas español incluido, puede ser sancionado con hasta 4.000 € ¡ahí es nada¡
Tras arduas negociaciones rebajó la multa a 35 € y acto seguido nos explicó que hasta que no comprásemos en una gasolinera la viñeta, por las “autopistas” no podíamos circular, y nos sacó de la carretera, acto para el que cometió todas las infracciones que os podáis imaginar cortó la circulación (en plena “autopista”, bueno casi una comarcal de España, pero allí las llaman autopistas) y puso en peligro a muchos conductores. En fin…
Continuamos viaje a Innsbruck por carretera nacional, hecho que nos llevo bastante tiempo, porque la autopista a pesar de ser de un solo carril de circulación para cada sentido, era una señora autopista a comparación de la M.... de carreteras que allí tienen.
Bueno, llegamos al lugar cansados, sudorosos y hastiados por el calor y buscamos un hotel, pero los del centro estaban ocupados por lo que fuimos a un youth hostal en las afueras, por el módico precio de 50 € noche. Como se ha puesto este tipo de alojamiento.
Después de asearnos, acomodarnos e informarnos del concesionario BMW del lugar, regresamos al centro, donde se celebraba una feria artesanal y de la cerveza con sus puestos de salchichas incluidos.
Viendo la feria tropezamos con un vendedor de súper pegamento, según él, mejor que el glue 3. No nos aclarábamos mucho con el ingles (por ambas partes claro) pero ojo, siempre hay alguien que habla español por las cercanías y te saca del problema. El vendedor llamó un colega de otro puesto y nos explicó los milagros del producto, el cual se dirigió al producto llamándolo “pegoso” y fue tan buena la descripción que acabamos por comprar un lote al módico precio de 30€. Seguidamente buscamos un sitio para cenar y acabamos en el Hotel Best Western. Fantástico, la cantidad, calidad y el precio, en pleno centro de la ciudad.
4º dia 14 de agosto: Innsbruck- Globestabne-Salzburgo
A primerísimo hora 08.30, ya estábamos en la tienda BMW para comprar la pantalla del casco, (un concesionario muy completo pero con unas personas nada amables…) ya que “el pegoso” dio peor resultado que el glu3 y lo mejor era cambiarla. Hecho esto, nuestra intención era dirigirnos a Salzburgo, pero como no deseábamos comprar la viñeta (por nuestros santos c……), continuamos por las parcelarias nacionales, después de 2 horas de ruta, no habíamos avanzado más que 20 Km, estábamos encabronaos y el GPS se estaba volviendo loco y a su vez nosotros. Paramos en una gasolinera, compramos un buen mapa del lugar, y la viñeta dichosa que para diez días cuesta 4’5 ó 5 €. Estudiando el mapa, hicimos un cambio de planes y nos dirigimos hacia el globestrabne, lejos de la concurrida circulación, para disfrutar un poco de las montañas. En las cercanías se respiraba ambiente de dos ruedas, muchas motos subiendo y bajando el parque, la parte mala, el túnel de acceso 8’5 € y la entrada al parque 18 €.
las marmotas
bikers point
preciosas vistas
Tras la visita nos dirigimos a Salzburgo, alojándonos en el Etap que sabíamos hay en las afueras, por no tener que perder tiempo buscando otro alojamiento. Por cierto ciudad bonita.
Visita al castillo y un ambiente muy cultural, abundaban conciertos y representaciones de teatro.
5º día 15 de agosto: Salzburgo-cesky krumlov-Praga
Nos dirigimos todo por autopista hasta entrar en Chequia, desviándonos para visitar Cesky Krumlov, un bonito pueblo a unos 140 Km al sur de Praga, patrimonio de la UNESCO, bonito pueblo donde los haya, y después de comer, pusimos rumbo Praga.
Alrededor de las 18 h llegábamos a la capital Checa.
Los accesos estaban colapsados desde 10 Km. antes de llegar, por las obras claro, el calor era sofocante y el espacio entre coches para poder evitar el atasco impracticable. Dentro de la ciudad la situación no mejoró nada y una hora más tarde nos paramos en la plaza Wenceslao, para refrigerarnos, y comenzar a buscar alojamiento.
La verdad es que cuando se llega tan cansado a un sitio el cerebro no rige lo suficiente, porque estas pensando en cambiarte de ropa, asearte, descansar….., pero aún quedaba lo del alojamiento.
Pregunté en varios hoteles en la misma plaza, pero no tenían garaje. Montamos de nuevo y decidimos ir preguntando en los hoteles que viéramos a nuestro paso. El primero llegó a 50 mts. De la plaza Wenceslao, pero la situación que se produjo es un tanto complicada explicarla, así que a pesar de que a mí me parece divertida, la obviaré totalmente.
Un paseo nocturno por la ciudad y cena en uno de los restaurantes más antiguos de la capital.
6º día 15 de agosto: Praga
Desde primera hora de la mañana nos echamos a la calle para conocer la ciudad paseando por sus calles. No encontramos ninguna oficina de turismo, por lo que a pesar de tener un buen mapa de la ciudad, decidimos seguir a un grupo de turistas que caminaban detrás de un señor con una margarita en lo alto (el guía) y así conocimos toda la ciudad monumental. Cuando un grupo se marchaba porque hacíamos muchas fotos, seguíamos a otro, no hay ningún problema y menos en agosto con la cantidad de turistas que hay, tantos que te invaden el espacio vital y te roban el aire.
Afortunadamente ese día no hizo sol, porque el calor ya era agobiante sin él, así que si hubiese lucido no habríamos visto ni la mitad. Durante toda la noche estuvo lloviendo abundantemente y lo único que esperábamos era que amainara para la jornada siguiente.
una boda en Praha
7º día 16 de agosto: Praga-Kutna Hora-Jelina Gora (Polonia)
Después del desayuno, fuimos al parking para marcharnos de Praga. La pobre moto estaba empapadísima, y la primera sorpresa del día fue comprobar que el detector de radar había sucumbido ante la copiosa lluvia. Bueno, como no llevábamos encima los útiles necesarios para averiguar que le ocurría al aparato, continuamos nuestro camino hacia Kutna hora, población patrimonio de la UNESCO, a unos 45 Km al este de Praga. Lo de la distancia es significativo, pues como ya dije, el cinturón de acceso a Praga estaba en obras y no encontrábamos forma humana de salir de él. Dos horas más tarde llegábamos a la pequeña ciudad, bonita y curiosa, sobre todo la cripta llena de esqueletos que visitamos.
A la salida de la cripta comenzó a llover, y nos resguardamos en un bar allí al lado. Era la hora de comer, pero ay! apenas nos quedaban 500 coronas checas (18,50 €), por lo menos tomaríamos una café mientras duraba la lluvia. Ya en la terraza del chiringuito, nos animamos con la carta del restaurante y nos decidimos a comer, Raúl diferentes tipos de carne a la brasa y una especie de patatas fritas o cocidas checas, y yo con una sopa y un combinado de pollo y para beber, le dije la señora pivo (cerveza) es lo que se estila allí, si pero cual y me señala la carta. Jobar la primera de las cervezas era de 12º de alcohol, casi casi como el vino, y me dice la señora bueno prueba gambrinus es muy suave (10 º), pero era la más suave de todas, así que la elegí. Después acabamos con postre, un helado para Raúl y un café con nata para mí. La cerveza había surtido efecto, ya no me acordaba que había que pagar y que apenas llevábamos 18 €, pero mi sorpresa fue que el total ascendía a 395 coronas, con lo que aún me sobraron 100 de los suyos. Es barato comer en Chequia.
Al finalizar la tormenta emprendimos rumbo al norte, hacia Polonia. Atravesamos el parque nacional de Krkonossky Narodni,
frontera entre ambos países y alrededor de las 19:00 llegamos a Jelina Gora en Polonia. Bueno, como todos los días había que buscar alojamiento. Nos dirigimos al Sofitel, con la esperanza de que en Polonia el alojamiento fuese más barato, pero como pudimos comprobar, de eso nada de nada. Al final nos quedamos en un hotel llamado Europa, al que accedimos desde el parking situado en la parte trasera. No se como describir las sensaciones que nos causó el personal del parking, el hotel y todo el resto, aunque lo intentaré. El edificio en sí era una especie de Hotel de película, mezcla entre el resplandor de Jack Nickolson (película de terror en lo mejor del género) y los edificios comunistas de los años 70. La cantidad de pasillos, galerías y áreas del local eran tal que daba bastante miedo. La habitación estaba bastante bien, con vistas a la calle principal, espacio mega amplio y techos muy altos, casi como para construir un duplex. Lo mejor el precio: 54 € parking y desayuno incluido. Check out a las 13:00 h.
8º día , 17 de agosto: Jelina Gora -Karpacz -Wroclaw:
El desayuno era hasta las 9:00, por lo que madrugamos un poquito (estábamos de vacaciones) y bajamos al restaurante. Una vez dentro comprobamos de nuevo que la estética en decoración difiere un poco de unos países a otros, y aquí seguía siendo un poco setentera. El local estaba decorado para un banquete nupcial, con globos azules y blancos, (a juego con la lencería: manteles y servilletas) que a decir verdad no combinaban muy bien con la moqueta verde de las paredes, pero lo que más nos extraño fue escuchar de música ambiental la canción “caballero” de julio Iglesias y no precisamente por oír música en español, sino porque cada vez que terminaba la pieza, se reiniciaba, con lo que la escuchamos durante más de media hora seguida.
Vistas desde el hotel
Tras casi haber memorizado a Julio Iglesias visitamos la pequeña ciudad, graciosa y acogedora. Entramos en la Oficina de turismo, donde la amable señorita quedó muy sorprendida de que unos españoles hubiesen elegido su país como destino vacacional y que además el transporte utilizado fuese la moto.
En fin, por lo que nos explicó, no es habitual ver motos en Polonia, pues el frío invernal puede alcanzar los -20 º.
Hacia las 13:00 dejábamos el hotel, no sin antes percatarnos en el parking que en está ciudad, los propietarios de pequeños scooter aparcan sus motos en sitios vigilados, en vez de dejarlas en las aceras como sería lo más habitual. Detalle importante a tener en cuenta para el resto del viaje.
A unos 20 Km de Jelina Gora, en la población de Karpacz, se encuentra la iglesia de madera de Wang, uno de los pocos vestigios que dejaron los vikingos en sus incursiones por otros países. Interesante,es como regresar a Noruega.
Desde aquí, y por carreteras secundarias, tomamos camino de Wroclaw., pero tras una hora de viaje, desistimos de continuar por estas vías debido al mal estado del asfalto y la mala señalización (el pobre GPS se estaba volviendo loco y a su vez, el a nosotros).eran carreteras comarcales por zona montañosa, no pasaba nadie excepto nosotros.
Ya en la vía principal encontramos el castillo de Bolkow, sitio de reunión de la tribu urbana “gótica”, según la informadora, pero a fin de cuentas un castillo sin mucha importancia a mi parecer.
Como todos los días, hacia las 19:00 llegábamos a Wroclaw, y a buscar alojamiento. En los tres primeros que preguntamos no había sitio (cosas de agosto), así que insistimos en otros, pero afortunadamente hubo una anulación de última hora en el hotel el Patio *** muy céntrico, pegado a la catedral y allí nos metimos. Dimos una vuelta por la ciudad y buscamos un restaurante para cenar. Nos alegramos mucho de encontrar una taberna española, donde los platos de la carta estaban en un perfecto cristiano (no así la descripción de los mismos que sólo aparecía en polaco). A punto estuvimos de elegir la tortilla de patatas, pero al final nos decantamos por unas costillas con guarnición. ¡¡¡Menos mal!!!. Las chicas de la mesa de al lado eligieron ese plato y a decir verdad, no recomiendo a nadie pedir ni tortilla de patatas ni paella, fuera de nuestras fronteras si no quiere arriesgarse.
Tras la cena dimos una vuelta por la gran plaza, muy animada porque era verano y además sábado: actuaciones en las terrazas, muchas bodas, estudiantes y mucha policía vigilando las calles (peor que en el Ulster), pero bueno, al menos dan seguridad.
9º día, 18 de agosto: Wroclaw-Cracovia.
Contundente desayuno para realizar la visita de la bonita ciudad. Multitud de puestos donde se vendía flores, muy originales.
una curiosa....
Tras la visita nos encaminamos hacia Cracovia, ‘¡¡¡Dios mío!!!! Como son las carreteras polacas, íbamos con preaviso pero esto superaba lo imaginable, llenas de roderas con saturación de tráfico, y muchos pequeños accidentes.
Por fin Cracovia, las 15:00 y a buscar alojamiento. El problema es que muchos hoteles no tienen parking propio y la búsqueda es más complicada. Al final nos quedamos en un Campanille, en el centro de la ciudad y con garaje propio, el problema es que sólo tenían alojamiento para un día.
Bueno aprovechamos la tarde para pasear, ver a los muchos artistas callejeros, de los que destaco un grupo de chicos que bailaban break dance, y que eran extraordinarios a decir verdad.
También vimos un grupo de música folkc, que tocaban la gaita, igual que la gallega pero con una terminación distinta, lo que le imprimía un sonido diferente al instrumento.
Me sorprendió saber que por aquellos lares también existen vestigios celtas, no sólo musicales, sino arquitectónicos también. Buscando un sitio para cenar fuimos a parar a un restaurante muy extraño, no si ya digo yo que Almodóvar no se imagina mucho las cosas, sino que refleja lo que ve y a veces se queda corto. Resultó que el local era ruso, y no polaco, pero una vez dentro no íbamos a marcharnos. La comida no era muy allá, pero para una vez que iba a servir, fue suficiente ,el caviar y el salmón, etc..
10º día, 19 de agosto: Cracovia – Auswich – Wieliczka
Nos levantamos temprano e hicimos la visita de la ciudad, donde pudimos comprobar el fervor católico religioso de los polacos. Desde que Juan Pablo II, arzobispo de Cracovia fuese nombrado Papa, la iglesia católica ha encontrado un nuevo feudo de ordenaciones entre los jóvenes. Toda la ciudad está llena de exposiciones fotográficas del papa. Además la ciudad está llena de iglesias y la catedral se erige en el punto más alto de la ciudad. Hubiéramos entrado a verla, pero me niego a pagar por ver un edificio construido con las donaciones de todos. Entrada gratuita a las iglesias ya.
Tras ver Cracovia nos pusimos rumbo a Oswuecin (nombre polaco de Auswich), para visitar el mayor campo de exterminio que ha habido en la historia. Primero visitamos en museo en Auswich I, donde además del horror del sitio, pudimos comprobar como la humanidad no ha aprendido nada y lo que Hitler hizo al pueblo judío, lo están realizando los judíos con los palestinos ahora y nadie hace nada para poner fin al horror.
Tras Auswich I, el ensayo de lo que fue en verdadero campo, visitamos Auswich II – Bikernau, uno de los grandes horrores de la humanidad, del que como he dicho poco se ha aprendido, porque aquí a diferencia del muro de 6 mts. de altura de los territorios ocupados palestinos, no tenían muros, aunque sí alambre de espino electrificada. Repito, un horror pensar en todo el sufrimiento humano que allí se produjo.
Tras la visita, retornamos dirección Cracovia ya que Wieilezca está a unos 15 Km de la capital, pero elegimos una carretera de segundo orden para evitar el tráfico masificado de las cercanías. Un trayecto de apenas 75 Km se convirtió en una agotadora ruta debido al mal estado de las carreteras, y a la atención que hay que prestar para evitar los socavones, las rodadas, los adelantamientos indebidos y que se yo que más. Encontramos alojamiento en un agradable motel, limpio, cómodo, tranquilo y con TV por satélite donde pudimos oír noticias desde España.
11º día, 20 de agosto: Wieliczka (minas de Sal)
Esta jornada la íbamos a dedicar al descanso y a realizar una excursión a visitar uno de los lugares de turismo borreguil que existen por el mundo: Las minas de sal de Wieilizca con más de 800 años de antigüedad. Sin más, una gran decepción que nos costó la módica cantidad de 18 € por persona. Lo mejor de la visita es que nos encontramos con una pareja de motoristas mejicanos que estaban realizando un viaje de tres meses por Europa, habían embarcado su moto hasta la ciudad alemana de Hamburgo, desde allí habían ido a los países Escandinavos, y desde Finlandia iban bajando por Estonia, Letonia, Lituania y ahora se encontraban en Polonia, después de un mes de viaje. Interesante.
Les comentamos algunas rutas por Europa , España y Marruecos para que las realizaran.
el forero de bmwmotos, medico-brujo junto a su esposa
El interior de la mina
12º día, 21 de agosto: Welizca (Polonia) – Montes Trata (Eslovaquia)- Olomouc (Chequia)
Después del desayuno y de montar todos los bártulos en la moto, me dí cuenta de que la rueda trasera estaba desinflada. Horror, baja la maletas, hincha un poco la rueda, y sobre todo pide ayuda a la recepcionista porque no tenemos ni idea de donde hay un taller de coches. La encantadora chica, nos dijo que a 200 mts. Había uno y amablemente escribió en un papel un corto texto en polaco, donde suponemos explicaría lo que nos sucedía.
Cuando llegamos al taller montados en la moto, las caras de los curris y de las personas que estaban allí eran un poema, no sabemos si porque habían visto extraterrestres, porque ibamos en moto o porque éramos españoles, en fin lo dicho un circo donde las fieras éramos nosotros. Tras mostrar el papel, nos inflaron la rueda, no nos cobraron nada y marchamos, pero de vuelta en el motel, le pedimos a la amable recepcionista que nos dejara una jarra llena de agua para echarla sobre la rueda y comprobar si estaba pinchada. Horror, lo estaba. Nos volvimos a montar en la moto y regresamos al taller. En esta ocasión estaba el jefe y decía que no nos arreglaba el pinchazo (todo por señas ya que no hablaban más que polaco). Estábamos alucinados ante la negativa y no comprendíamos de se trataba, pero pensábamos que era por la moto.
Estábamos alucinados cuando de repente, hombre en un rústico inglés nos dijo que le siguiéramos que íbamos a otro sitio. Con esa desconfianza latina que nos caracteriza, seguimos de mala gana al coche, y 2 km más adelante nos topamos con el taller de neumáticos michelín. El señor no hablaba nada de inglés por lo que el lenguaje de signos internacional funcionó a la perfección. El era reacio a reparar la rueda metiéndole el parche, decía que así no quedaba bien el arreglo que no aguantaría mucho la rueda, que era necesario desmontar la cubierta y poner un parche por dentro, pero insistimos y lo hizo a nuestro modo ( bastante más rápido). Pagamos 10 zlotis (unos 3 €).
Después de arreglada la rueda volvimos al motel cargamos definitivamente la moto y marchamos rumbo sur, deseando encontrar mejores carreteras en los países venideros. Huímos de cruzar la frontera con Eslovaquia por Zakopane, pues es un centro de turismo importante en Polonia y además se celebraban los campeonatos mundiales de salto de esquí sobre hierba. Acertada opción, porque si a las penosas carreteras había que sumarles el intenso trafico de vehículos de domingueros, no abandonamos el país ni en broma, así que cruzamos los Tatras por la frontera del parque Magurski park Narodowy.
Tal y como habíamos soñado, fue atravesar la frontera y encontrar un asfalto de ensueño, con un paisaje agradable y una cuantas curvas interesantes para disfrutar de la moto. Tras volver a cruzar la frontera eslovaca con Chequia, nos quedamos en Olomouc, otro pueblo patrimonio de la UNESCO, que además es ciudad universitaria. Encontramos un hotel llamado Europa (es un nombre nada original, por lo que se repite en todos los países miembros), donde la habitación estaba bastante bien, el desayuno era muy bueno y la moto nos la guardaron en un garaje pues como nos dijeron era mejor evitar la tentación de los cacos. Cenamos en el hotel, pues no teníamos coronas checas y por comodidad. Siempre es más caro pero bueno 28 € por cenar no nos pareció nada caro, porque la cena estuvo muy muy bien.A la luz de las velas durante buen rato ya que se fue la electricidad.
En el mismo hotel se alojaban las selecciones de disminuidos físicos de Arabia Saudí, India, etc.
Tras la cena dimos una pequeña vuelta por la ciudad y decidimos que al día siguiente nos quedaríamos allí para descansar, además la recepcionista nos comentó que la semana anterior muchos moteros se habían alojado allí para ir a ver el gran premio de Brno que no quedaba lejos la ciudad. Así y con esas decidimos descansar un poco.
13º día, 22 de agosto. Olomouc – Bouzov – Olomouc
Durante la mañana visitamos la ciudad, que resultó ser acogedora y todo iba bien hasta que a las 11:45 h. decidimos sentarnos en una terraza para ver la chorrada de funcionamiento del reloj articulado. Mientras Raúl estaba sentado, yo aproveché para levantarme y gravar con la cámara el dichoso espectáculo de turismo borreguil. Mi sorpresa fue mayúscula cuando al regresar a mi lugar encontré haciendo compañía a una vieja descarada y a su nieto que como no veían bien desde su mesa se habían trasladado hasta nuestra con lo que nos estaban echando descaradamente de allí.
Regresamos al hotel y cogimos la moto para visitar el castillo de Bouzov, a unos 35 km de Olomouc.
La visita fue bastante entretenida, sobre todo porque era para personas checas y nadie hablaba una pizca de inglés. La primera sorpresa fue cuando compramos los ticket de visita y nos dieron un cuadernillo escrito a ordenador, sin fotos ni planos, ni nada de nada, o sea, un ladrillo que había que ir leyendo mientras el resto disfrutaba de la amplia descripción y se reían no sabíamos de que y además marchábamos al final del grupo, leyendo atentamente nuestro papel y en una de las ocasiones todo el grupo se dio la vuelta y nos encontramos como los protas de la escena pues estábamos tapado el objeto que iba a describir y nos sentíamos observados por 100 ojos que alucinaban más que nosotros.
Una vez finalizada la primera parte de la visita, nos dijo la guía que debíamos esperar en el patio porque en 10 minutos continuaba la visita en la torre del castillo. Cuando todo el grupo fue a entrar a nosotros no nos dejaban y la verdad era imposible hacerse entender con personas que hablan un inglés mucho más precario que el mío. Bueno, me mandaron a la taquilla allí me escribieron a bolígrafo la hora que era y entramos con el grupo en la torre. Esta vez no había librito en ingles. Visitamos la torre de mala gana porque no entendíamos nada las miradas hostiles de la guía y del resto del grupo y justo antes de finalizar apareció una moza que había llegado hasta allí corriendo y a la que le iba a salir el corazón por la boca del esfuerzo realizado. Bravo una persona que comprendía español y lo hablaba un poco. Ella nos explicó que para visitar el castillo existían dos ticket, y que nosotros sólo llevábamos uno, continuara
espero que lo disfruteis :wink:
Destino Polonia....
Hay veces que los viajes se llenan de pequeñas anécdotas sin quererlo y sin buscarlo, para ello lo mejor es no preparar nada el viaje y dejar que las cosas vayan surgiendo. Esto es lo que nos ha ocurrido en las vacaciones de este año, que sin lugar a dudas nos han descolocado un poco y de lo que ahora en la tranquilidad del hogar, nos provocan más de una sonrisa.
El periplo ha transcurrido entre los días 11 de agosto y el 1 de septiembre, y del que paso a detallar las etapas minuciosamente.
1ª Etapa, 11 de agosto: Alsasua – Mulhouse (Francia) (1200 Km)
El primer día suele ser día de tránsito en el que intentamos hacer una buena tirada de Km para avanzar, el problema es que las autopistas de Francia en agosto se colapsan y se forman unos bouchones (atascos) impresionantes; el lado bueno es que en Francia respetan mucho a las motos y los coches se apartan abriendo pasillo para que puedas circular entre ellos, no obstante como los arcenes de sus autopistas son tan amplios, nuestro primer impulso fue circular por allí y no habíamos recorrido ni 500 m. cuando una gendarme nos dio el alto. A lo dicho, para mí Francia es un ejemplo y tras la reprimenda y la amenaza de ser sancionados con 500 €, nos dijo que por el arcén sólo pueden circular vehículos oficiales (policía, bomberos, ambulancias y grúas). Bueno, por lo menos allí te advierten. Llegamos al destino a las 21:00 h., excesivamente tarde si queremos cenar en Francia y lo único que encontramos abierto a esa hora fue un buffet chino. Buahhhh, ¡que comienzo vacacional para nuestro estómago!!!!!!
2º Día, 12 de agosto: Mulhouse, museo del automóvil:
Antes de bajar a desayunar decidimos limpiar los mosquitos de las pantallas de los cascos, pero cual fue nuestra sorpresa que el extraño ruido que hacía el casco de Raúl al abrirlo, se tradujo en que la patilla se había roto y había que comprar una nueva o ir sin ella. Teníamos que buscar un concesionario BMW para motos o intentar arreglarlo.
Mientras caminábamos hacia el museo y aprovechábamos para pasear por las calles de la ciudad, bonita por cierto, y desayunar en una de sus terrazas, no dejábamos de dar vueltas al “problemilla”, pero una vez dentro del museo pudimos relajarnos y pasar un rato agradable disfrutando de las bellezas de la exposición. También pudimos visitar la catedral, con una interesantes vidrieras, el museo-oficina de turismo, donde amablemente nos informaron que BMW no abría los lunes (en Francia muchos concesionarios trabajan de martes a sábados), y algún que otro sitio agradable.
ayuntamiento
Tras la cena marchamos a descansar y ya en la habitación intentamos pasar las fotos capturadas ese día al disco duro portátil que llevamos al efecto, pero al intentarlo ¡horror! El aparatito dice que está lleno y que debemos actualizar el software. No problema. Bajamos a recepción y solicitamos la conexión a Internet y entonces es cuando aparece el problema: 1º la conexión cuesta 6 € por media hora, valla robo, pero eso no es lo peor. Lo peor es que los listillos del hotel para que el tiempo se agote antes han cambiado toda la configuración del teclado, así la a se encuentra en el 3 la P en el sitio de la B los números en la fila inferior y todo al revés. Resumen: además de perder tiempo escribiendo por no controlar el teclado, el ordenador no permite guardar el fichero y no podemos actualizar nuestro disco duro. Nos sentimos realmente estafados.
3er día, 13 de agosto: Mulhouse-Vaduz-Insbruck
Estaba decidido, debíamos comprar super-glue 3 e intentar arreglar la pantalla del casco. Una hora después y creyendo haber solventado el problema continuamos el viaje. Atravesamos la frontera Suiza y desoímos las indicaciones del agente de comprar la viñeta de las autopistas, (esta vez sólo necesitábamos cruzar suiza). No nos fue mal, atravesamos todo el país sin que nos parase la policía, pero antes de llegar a Vaduz (capital de Lietchestein) se volvió a estropear la pantalla del casco. Paramos a en una tienda de motos cerca de la capital del principado que conociamos de alguna otra ocasión y no tenían la codiciada pieza, por lo que la pegamos con cinta americana y fuimos a realizar las compra que debíamos hacer en Vaduz.
Tras un pequeño refrigerio y justo cuando íbamos a arrancar la moto me pareció ver que pasaban unos chicos vestidos de tunos y Raúl no pudiendo evitarlo grito: ¡Ahí va esa tuna !!! Los tunos sorprendidos se dieron la vuelta, intercambiamos unas cuantas impresiones con ellos, nos deleitaron con sus canciones y como buenos tunos que son, nos dijeron que estaban allí porque el día 15 de agosto, la monarquía de Lietchestein obsequia a todo el que quiera a un banquete “gratis” en el palacio. ¡Viva la tuna de Alicante!
Seguido de este agradable momento entramos en Austria, donde también es necesario viñeta para circular por sus carreteras, porque autopista, lo que se dice autopista, en muchos tramos no existe. Obviamos totalmente este detalle, pues en Suiza no nos había ido mal, y además no somos partidarios de autopistas si lo que deseas es ver paisajes, pero desafortunadamente realizamos un adelantamiento justo cuando se iba a terminar un carril, junto a un control policial y nos echaron el alto. No comprendía el inglés, solo hablaba austriaco y alemán, pero las instrucciones de la multa en dibujo estaban más que claras: velocidad 105 Km/h en un lugar de 80Km/h, adelantamiento indebido y además no llevábamos la viñeta, el policía raudo nos mostró una libreta traducida a más de 6 idiomas español incluido, puede ser sancionado con hasta 4.000 € ¡ahí es nada¡
Tras arduas negociaciones rebajó la multa a 35 € y acto seguido nos explicó que hasta que no comprásemos en una gasolinera la viñeta, por las “autopistas” no podíamos circular, y nos sacó de la carretera, acto para el que cometió todas las infracciones que os podáis imaginar cortó la circulación (en plena “autopista”, bueno casi una comarcal de España, pero allí las llaman autopistas) y puso en peligro a muchos conductores. En fin…
Continuamos viaje a Innsbruck por carretera nacional, hecho que nos llevo bastante tiempo, porque la autopista a pesar de ser de un solo carril de circulación para cada sentido, era una señora autopista a comparación de la M.... de carreteras que allí tienen.
Bueno, llegamos al lugar cansados, sudorosos y hastiados por el calor y buscamos un hotel, pero los del centro estaban ocupados por lo que fuimos a un youth hostal en las afueras, por el módico precio de 50 € noche. Como se ha puesto este tipo de alojamiento.
Después de asearnos, acomodarnos e informarnos del concesionario BMW del lugar, regresamos al centro, donde se celebraba una feria artesanal y de la cerveza con sus puestos de salchichas incluidos.
Viendo la feria tropezamos con un vendedor de súper pegamento, según él, mejor que el glue 3. No nos aclarábamos mucho con el ingles (por ambas partes claro) pero ojo, siempre hay alguien que habla español por las cercanías y te saca del problema. El vendedor llamó un colega de otro puesto y nos explicó los milagros del producto, el cual se dirigió al producto llamándolo “pegoso” y fue tan buena la descripción que acabamos por comprar un lote al módico precio de 30€. Seguidamente buscamos un sitio para cenar y acabamos en el Hotel Best Western. Fantástico, la cantidad, calidad y el precio, en pleno centro de la ciudad.
4º dia 14 de agosto: Innsbruck- Globestabne-Salzburgo
A primerísimo hora 08.30, ya estábamos en la tienda BMW para comprar la pantalla del casco, (un concesionario muy completo pero con unas personas nada amables…) ya que “el pegoso” dio peor resultado que el glu3 y lo mejor era cambiarla. Hecho esto, nuestra intención era dirigirnos a Salzburgo, pero como no deseábamos comprar la viñeta (por nuestros santos c……), continuamos por las parcelarias nacionales, después de 2 horas de ruta, no habíamos avanzado más que 20 Km, estábamos encabronaos y el GPS se estaba volviendo loco y a su vez nosotros. Paramos en una gasolinera, compramos un buen mapa del lugar, y la viñeta dichosa que para diez días cuesta 4’5 ó 5 €. Estudiando el mapa, hicimos un cambio de planes y nos dirigimos hacia el globestrabne, lejos de la concurrida circulación, para disfrutar un poco de las montañas. En las cercanías se respiraba ambiente de dos ruedas, muchas motos subiendo y bajando el parque, la parte mala, el túnel de acceso 8’5 € y la entrada al parque 18 €.
las marmotas
bikers point
preciosas vistas
Tras la visita nos dirigimos a Salzburgo, alojándonos en el Etap que sabíamos hay en las afueras, por no tener que perder tiempo buscando otro alojamiento. Por cierto ciudad bonita.
Visita al castillo y un ambiente muy cultural, abundaban conciertos y representaciones de teatro.
5º día 15 de agosto: Salzburgo-cesky krumlov-Praga
Nos dirigimos todo por autopista hasta entrar en Chequia, desviándonos para visitar Cesky Krumlov, un bonito pueblo a unos 140 Km al sur de Praga, patrimonio de la UNESCO, bonito pueblo donde los haya, y después de comer, pusimos rumbo Praga.
Alrededor de las 18 h llegábamos a la capital Checa.
Los accesos estaban colapsados desde 10 Km. antes de llegar, por las obras claro, el calor era sofocante y el espacio entre coches para poder evitar el atasco impracticable. Dentro de la ciudad la situación no mejoró nada y una hora más tarde nos paramos en la plaza Wenceslao, para refrigerarnos, y comenzar a buscar alojamiento.
La verdad es que cuando se llega tan cansado a un sitio el cerebro no rige lo suficiente, porque estas pensando en cambiarte de ropa, asearte, descansar….., pero aún quedaba lo del alojamiento.
Pregunté en varios hoteles en la misma plaza, pero no tenían garaje. Montamos de nuevo y decidimos ir preguntando en los hoteles que viéramos a nuestro paso. El primero llegó a 50 mts. De la plaza Wenceslao, pero la situación que se produjo es un tanto complicada explicarla, así que a pesar de que a mí me parece divertida, la obviaré totalmente.
Un paseo nocturno por la ciudad y cena en uno de los restaurantes más antiguos de la capital.
6º día 15 de agosto: Praga
Desde primera hora de la mañana nos echamos a la calle para conocer la ciudad paseando por sus calles. No encontramos ninguna oficina de turismo, por lo que a pesar de tener un buen mapa de la ciudad, decidimos seguir a un grupo de turistas que caminaban detrás de un señor con una margarita en lo alto (el guía) y así conocimos toda la ciudad monumental. Cuando un grupo se marchaba porque hacíamos muchas fotos, seguíamos a otro, no hay ningún problema y menos en agosto con la cantidad de turistas que hay, tantos que te invaden el espacio vital y te roban el aire.
Afortunadamente ese día no hizo sol, porque el calor ya era agobiante sin él, así que si hubiese lucido no habríamos visto ni la mitad. Durante toda la noche estuvo lloviendo abundantemente y lo único que esperábamos era que amainara para la jornada siguiente.
una boda en Praha
7º día 16 de agosto: Praga-Kutna Hora-Jelina Gora (Polonia)
Después del desayuno, fuimos al parking para marcharnos de Praga. La pobre moto estaba empapadísima, y la primera sorpresa del día fue comprobar que el detector de radar había sucumbido ante la copiosa lluvia. Bueno, como no llevábamos encima los útiles necesarios para averiguar que le ocurría al aparato, continuamos nuestro camino hacia Kutna hora, población patrimonio de la UNESCO, a unos 45 Km al este de Praga. Lo de la distancia es significativo, pues como ya dije, el cinturón de acceso a Praga estaba en obras y no encontrábamos forma humana de salir de él. Dos horas más tarde llegábamos a la pequeña ciudad, bonita y curiosa, sobre todo la cripta llena de esqueletos que visitamos.
A la salida de la cripta comenzó a llover, y nos resguardamos en un bar allí al lado. Era la hora de comer, pero ay! apenas nos quedaban 500 coronas checas (18,50 €), por lo menos tomaríamos una café mientras duraba la lluvia. Ya en la terraza del chiringuito, nos animamos con la carta del restaurante y nos decidimos a comer, Raúl diferentes tipos de carne a la brasa y una especie de patatas fritas o cocidas checas, y yo con una sopa y un combinado de pollo y para beber, le dije la señora pivo (cerveza) es lo que se estila allí, si pero cual y me señala la carta. Jobar la primera de las cervezas era de 12º de alcohol, casi casi como el vino, y me dice la señora bueno prueba gambrinus es muy suave (10 º), pero era la más suave de todas, así que la elegí. Después acabamos con postre, un helado para Raúl y un café con nata para mí. La cerveza había surtido efecto, ya no me acordaba que había que pagar y que apenas llevábamos 18 €, pero mi sorpresa fue que el total ascendía a 395 coronas, con lo que aún me sobraron 100 de los suyos. Es barato comer en Chequia.
Al finalizar la tormenta emprendimos rumbo al norte, hacia Polonia. Atravesamos el parque nacional de Krkonossky Narodni,
frontera entre ambos países y alrededor de las 19:00 llegamos a Jelina Gora en Polonia. Bueno, como todos los días había que buscar alojamiento. Nos dirigimos al Sofitel, con la esperanza de que en Polonia el alojamiento fuese más barato, pero como pudimos comprobar, de eso nada de nada. Al final nos quedamos en un hotel llamado Europa, al que accedimos desde el parking situado en la parte trasera. No se como describir las sensaciones que nos causó el personal del parking, el hotel y todo el resto, aunque lo intentaré. El edificio en sí era una especie de Hotel de película, mezcla entre el resplandor de Jack Nickolson (película de terror en lo mejor del género) y los edificios comunistas de los años 70. La cantidad de pasillos, galerías y áreas del local eran tal que daba bastante miedo. La habitación estaba bastante bien, con vistas a la calle principal, espacio mega amplio y techos muy altos, casi como para construir un duplex. Lo mejor el precio: 54 € parking y desayuno incluido. Check out a las 13:00 h.
8º día , 17 de agosto: Jelina Gora -Karpacz -Wroclaw:
El desayuno era hasta las 9:00, por lo que madrugamos un poquito (estábamos de vacaciones) y bajamos al restaurante. Una vez dentro comprobamos de nuevo que la estética en decoración difiere un poco de unos países a otros, y aquí seguía siendo un poco setentera. El local estaba decorado para un banquete nupcial, con globos azules y blancos, (a juego con la lencería: manteles y servilletas) que a decir verdad no combinaban muy bien con la moqueta verde de las paredes, pero lo que más nos extraño fue escuchar de música ambiental la canción “caballero” de julio Iglesias y no precisamente por oír música en español, sino porque cada vez que terminaba la pieza, se reiniciaba, con lo que la escuchamos durante más de media hora seguida.
Vistas desde el hotel
Tras casi haber memorizado a Julio Iglesias visitamos la pequeña ciudad, graciosa y acogedora. Entramos en la Oficina de turismo, donde la amable señorita quedó muy sorprendida de que unos españoles hubiesen elegido su país como destino vacacional y que además el transporte utilizado fuese la moto.
En fin, por lo que nos explicó, no es habitual ver motos en Polonia, pues el frío invernal puede alcanzar los -20 º.
Hacia las 13:00 dejábamos el hotel, no sin antes percatarnos en el parking que en está ciudad, los propietarios de pequeños scooter aparcan sus motos en sitios vigilados, en vez de dejarlas en las aceras como sería lo más habitual. Detalle importante a tener en cuenta para el resto del viaje.
A unos 20 Km de Jelina Gora, en la población de Karpacz, se encuentra la iglesia de madera de Wang, uno de los pocos vestigios que dejaron los vikingos en sus incursiones por otros países. Interesante,es como regresar a Noruega.
Desde aquí, y por carreteras secundarias, tomamos camino de Wroclaw., pero tras una hora de viaje, desistimos de continuar por estas vías debido al mal estado del asfalto y la mala señalización (el pobre GPS se estaba volviendo loco y a su vez, el a nosotros).eran carreteras comarcales por zona montañosa, no pasaba nadie excepto nosotros.
Ya en la vía principal encontramos el castillo de Bolkow, sitio de reunión de la tribu urbana “gótica”, según la informadora, pero a fin de cuentas un castillo sin mucha importancia a mi parecer.
Como todos los días, hacia las 19:00 llegábamos a Wroclaw, y a buscar alojamiento. En los tres primeros que preguntamos no había sitio (cosas de agosto), así que insistimos en otros, pero afortunadamente hubo una anulación de última hora en el hotel el Patio *** muy céntrico, pegado a la catedral y allí nos metimos. Dimos una vuelta por la ciudad y buscamos un restaurante para cenar. Nos alegramos mucho de encontrar una taberna española, donde los platos de la carta estaban en un perfecto cristiano (no así la descripción de los mismos que sólo aparecía en polaco). A punto estuvimos de elegir la tortilla de patatas, pero al final nos decantamos por unas costillas con guarnición. ¡¡¡Menos mal!!!. Las chicas de la mesa de al lado eligieron ese plato y a decir verdad, no recomiendo a nadie pedir ni tortilla de patatas ni paella, fuera de nuestras fronteras si no quiere arriesgarse.
Tras la cena dimos una vuelta por la gran plaza, muy animada porque era verano y además sábado: actuaciones en las terrazas, muchas bodas, estudiantes y mucha policía vigilando las calles (peor que en el Ulster), pero bueno, al menos dan seguridad.
9º día, 18 de agosto: Wroclaw-Cracovia.
Contundente desayuno para realizar la visita de la bonita ciudad. Multitud de puestos donde se vendía flores, muy originales.
una curiosa....
Tras la visita nos encaminamos hacia Cracovia, ‘¡¡¡Dios mío!!!! Como son las carreteras polacas, íbamos con preaviso pero esto superaba lo imaginable, llenas de roderas con saturación de tráfico, y muchos pequeños accidentes.
Por fin Cracovia, las 15:00 y a buscar alojamiento. El problema es que muchos hoteles no tienen parking propio y la búsqueda es más complicada. Al final nos quedamos en un Campanille, en el centro de la ciudad y con garaje propio, el problema es que sólo tenían alojamiento para un día.
Bueno aprovechamos la tarde para pasear, ver a los muchos artistas callejeros, de los que destaco un grupo de chicos que bailaban break dance, y que eran extraordinarios a decir verdad.
También vimos un grupo de música folkc, que tocaban la gaita, igual que la gallega pero con una terminación distinta, lo que le imprimía un sonido diferente al instrumento.
Me sorprendió saber que por aquellos lares también existen vestigios celtas, no sólo musicales, sino arquitectónicos también. Buscando un sitio para cenar fuimos a parar a un restaurante muy extraño, no si ya digo yo que Almodóvar no se imagina mucho las cosas, sino que refleja lo que ve y a veces se queda corto. Resultó que el local era ruso, y no polaco, pero una vez dentro no íbamos a marcharnos. La comida no era muy allá, pero para una vez que iba a servir, fue suficiente ,el caviar y el salmón, etc..
10º día, 19 de agosto: Cracovia – Auswich – Wieliczka
Nos levantamos temprano e hicimos la visita de la ciudad, donde pudimos comprobar el fervor católico religioso de los polacos. Desde que Juan Pablo II, arzobispo de Cracovia fuese nombrado Papa, la iglesia católica ha encontrado un nuevo feudo de ordenaciones entre los jóvenes. Toda la ciudad está llena de exposiciones fotográficas del papa. Además la ciudad está llena de iglesias y la catedral se erige en el punto más alto de la ciudad. Hubiéramos entrado a verla, pero me niego a pagar por ver un edificio construido con las donaciones de todos. Entrada gratuita a las iglesias ya.
Tras ver Cracovia nos pusimos rumbo a Oswuecin (nombre polaco de Auswich), para visitar el mayor campo de exterminio que ha habido en la historia. Primero visitamos en museo en Auswich I, donde además del horror del sitio, pudimos comprobar como la humanidad no ha aprendido nada y lo que Hitler hizo al pueblo judío, lo están realizando los judíos con los palestinos ahora y nadie hace nada para poner fin al horror.
Tras Auswich I, el ensayo de lo que fue en verdadero campo, visitamos Auswich II – Bikernau, uno de los grandes horrores de la humanidad, del que como he dicho poco se ha aprendido, porque aquí a diferencia del muro de 6 mts. de altura de los territorios ocupados palestinos, no tenían muros, aunque sí alambre de espino electrificada. Repito, un horror pensar en todo el sufrimiento humano que allí se produjo.
Tras la visita, retornamos dirección Cracovia ya que Wieilezca está a unos 15 Km de la capital, pero elegimos una carretera de segundo orden para evitar el tráfico masificado de las cercanías. Un trayecto de apenas 75 Km se convirtió en una agotadora ruta debido al mal estado de las carreteras, y a la atención que hay que prestar para evitar los socavones, las rodadas, los adelantamientos indebidos y que se yo que más. Encontramos alojamiento en un agradable motel, limpio, cómodo, tranquilo y con TV por satélite donde pudimos oír noticias desde España.
11º día, 20 de agosto: Wieliczka (minas de Sal)
Esta jornada la íbamos a dedicar al descanso y a realizar una excursión a visitar uno de los lugares de turismo borreguil que existen por el mundo: Las minas de sal de Wieilizca con más de 800 años de antigüedad. Sin más, una gran decepción que nos costó la módica cantidad de 18 € por persona. Lo mejor de la visita es que nos encontramos con una pareja de motoristas mejicanos que estaban realizando un viaje de tres meses por Europa, habían embarcado su moto hasta la ciudad alemana de Hamburgo, desde allí habían ido a los países Escandinavos, y desde Finlandia iban bajando por Estonia, Letonia, Lituania y ahora se encontraban en Polonia, después de un mes de viaje. Interesante.
Les comentamos algunas rutas por Europa , España y Marruecos para que las realizaran.
el forero de bmwmotos, medico-brujo junto a su esposa
El interior de la mina
12º día, 21 de agosto: Welizca (Polonia) – Montes Trata (Eslovaquia)- Olomouc (Chequia)
Después del desayuno y de montar todos los bártulos en la moto, me dí cuenta de que la rueda trasera estaba desinflada. Horror, baja la maletas, hincha un poco la rueda, y sobre todo pide ayuda a la recepcionista porque no tenemos ni idea de donde hay un taller de coches. La encantadora chica, nos dijo que a 200 mts. Había uno y amablemente escribió en un papel un corto texto en polaco, donde suponemos explicaría lo que nos sucedía.
Cuando llegamos al taller montados en la moto, las caras de los curris y de las personas que estaban allí eran un poema, no sabemos si porque habían visto extraterrestres, porque ibamos en moto o porque éramos españoles, en fin lo dicho un circo donde las fieras éramos nosotros. Tras mostrar el papel, nos inflaron la rueda, no nos cobraron nada y marchamos, pero de vuelta en el motel, le pedimos a la amable recepcionista que nos dejara una jarra llena de agua para echarla sobre la rueda y comprobar si estaba pinchada. Horror, lo estaba. Nos volvimos a montar en la moto y regresamos al taller. En esta ocasión estaba el jefe y decía que no nos arreglaba el pinchazo (todo por señas ya que no hablaban más que polaco). Estábamos alucinados ante la negativa y no comprendíamos de se trataba, pero pensábamos que era por la moto.
Estábamos alucinados cuando de repente, hombre en un rústico inglés nos dijo que le siguiéramos que íbamos a otro sitio. Con esa desconfianza latina que nos caracteriza, seguimos de mala gana al coche, y 2 km más adelante nos topamos con el taller de neumáticos michelín. El señor no hablaba nada de inglés por lo que el lenguaje de signos internacional funcionó a la perfección. El era reacio a reparar la rueda metiéndole el parche, decía que así no quedaba bien el arreglo que no aguantaría mucho la rueda, que era necesario desmontar la cubierta y poner un parche por dentro, pero insistimos y lo hizo a nuestro modo ( bastante más rápido). Pagamos 10 zlotis (unos 3 €).
Después de arreglada la rueda volvimos al motel cargamos definitivamente la moto y marchamos rumbo sur, deseando encontrar mejores carreteras en los países venideros. Huímos de cruzar la frontera con Eslovaquia por Zakopane, pues es un centro de turismo importante en Polonia y además se celebraban los campeonatos mundiales de salto de esquí sobre hierba. Acertada opción, porque si a las penosas carreteras había que sumarles el intenso trafico de vehículos de domingueros, no abandonamos el país ni en broma, así que cruzamos los Tatras por la frontera del parque Magurski park Narodowy.
Tal y como habíamos soñado, fue atravesar la frontera y encontrar un asfalto de ensueño, con un paisaje agradable y una cuantas curvas interesantes para disfrutar de la moto. Tras volver a cruzar la frontera eslovaca con Chequia, nos quedamos en Olomouc, otro pueblo patrimonio de la UNESCO, que además es ciudad universitaria. Encontramos un hotel llamado Europa (es un nombre nada original, por lo que se repite en todos los países miembros), donde la habitación estaba bastante bien, el desayuno era muy bueno y la moto nos la guardaron en un garaje pues como nos dijeron era mejor evitar la tentación de los cacos. Cenamos en el hotel, pues no teníamos coronas checas y por comodidad. Siempre es más caro pero bueno 28 € por cenar no nos pareció nada caro, porque la cena estuvo muy muy bien.A la luz de las velas durante buen rato ya que se fue la electricidad.
En el mismo hotel se alojaban las selecciones de disminuidos físicos de Arabia Saudí, India, etc.
Tras la cena dimos una pequeña vuelta por la ciudad y decidimos que al día siguiente nos quedaríamos allí para descansar, además la recepcionista nos comentó que la semana anterior muchos moteros se habían alojado allí para ir a ver el gran premio de Brno que no quedaba lejos la ciudad. Así y con esas decidimos descansar un poco.
13º día, 22 de agosto. Olomouc – Bouzov – Olomouc
Durante la mañana visitamos la ciudad, que resultó ser acogedora y todo iba bien hasta que a las 11:45 h. decidimos sentarnos en una terraza para ver la chorrada de funcionamiento del reloj articulado. Mientras Raúl estaba sentado, yo aproveché para levantarme y gravar con la cámara el dichoso espectáculo de turismo borreguil. Mi sorpresa fue mayúscula cuando al regresar a mi lugar encontré haciendo compañía a una vieja descarada y a su nieto que como no veían bien desde su mesa se habían trasladado hasta nuestra con lo que nos estaban echando descaradamente de allí.
Regresamos al hotel y cogimos la moto para visitar el castillo de Bouzov, a unos 35 km de Olomouc.
La visita fue bastante entretenida, sobre todo porque era para personas checas y nadie hablaba una pizca de inglés. La primera sorpresa fue cuando compramos los ticket de visita y nos dieron un cuadernillo escrito a ordenador, sin fotos ni planos, ni nada de nada, o sea, un ladrillo que había que ir leyendo mientras el resto disfrutaba de la amplia descripción y se reían no sabíamos de que y además marchábamos al final del grupo, leyendo atentamente nuestro papel y en una de las ocasiones todo el grupo se dio la vuelta y nos encontramos como los protas de la escena pues estábamos tapado el objeto que iba a describir y nos sentíamos observados por 100 ojos que alucinaban más que nosotros.
Una vez finalizada la primera parte de la visita, nos dijo la guía que debíamos esperar en el patio porque en 10 minutos continuaba la visita en la torre del castillo. Cuando todo el grupo fue a entrar a nosotros no nos dejaban y la verdad era imposible hacerse entender con personas que hablan un inglés mucho más precario que el mío. Bueno, me mandaron a la taquilla allí me escribieron a bolígrafo la hora que era y entramos con el grupo en la torre. Esta vez no había librito en ingles. Visitamos la torre de mala gana porque no entendíamos nada las miradas hostiles de la guía y del resto del grupo y justo antes de finalizar apareció una moza que había llegado hasta allí corriendo y a la que le iba a salir el corazón por la boca del esfuerzo realizado. Bravo una persona que comprendía español y lo hablaba un poco. Ella nos explicó que para visitar el castillo existían dos ticket, y que nosotros sólo llevábamos uno, continuara
