V-Strom 1000 K4. Casi 90.000 km y 15 años (sí, lo sé.: sólo 6.000 km/año, pero es que tiene que repartirse mi atención con otras). En estos kilómetros y este tiempo, aparte del mantenimiento ordinario, han caído: una bombilla de cruce y una de posición trasera. Y bueno, un día que me aburría y me dió por desmontar para limpiar y engrasar las bieletas, ví que un rodamiento tenía un poco de juego, por lo que preventivamente ya metidos en harina, lo cambié. Suma de "averías": unos 30 euros (por llamar averías a lo descrito).
No sé si volveré a tener una moto tan fiable y tan versátil (no es la mejor en nada, pero en general se defiende muy bien en todo).
Y suerte que tengo que no necesito ni mapas de potencia, ni suspensiones inteligentes hiperadaptativas full-Nasa-developed, ni que monte un ordenador para gestionar electrónicamente que cuando aprieto el botón del claxon, este suene... Si necesitase todo eso, efectivamente, estaría *odido, porque no, no tiene nada de eso. Quizá por ello también la batería original me duró -creo recordar- que 11 añitos de nada.
Y para que veáis que tampoco estoy cegado con sólo lo bueno, también he de decir en su contra que:
- 1.- la jodía es muy tragona: al mismo ritmo y por el mismo recorrido, teniendo unos 30 CV menos, consume tanto o incluso un poquito más que la GS1200LC de un amigo (y ambas, una burrada más que la F800GS de otro con el que salimos).
- 2.- La frenada delantera es bastante indigna de una 1.000. Frenar, frena (sólo faltaría), pero en general en potencia y tacto cualquiera de la competencia le sacaba los colores. Este aspecto quedó absolutamente corregido en la actual V-1000.
- 3.- La sexta marcha de origen es excesivamente larga. Sí, es una "overdrive" para bajar notablemente el régimen motor en autovía, pero me parece que así y todo se les fue la mano. Por debajo de 110-115 km/h no me gustaba meter 6ª por llevar el motor demasiado bajo de vueltas, fuera de la "zona de par" (también hay que decir que vamos casi siempre 2 a bordo, y muchas veces + maletas y + baúl hasta las trancas). En definitiva: entre eso y la bajada del límite a 90 km/h en carreteras convencionales, opté por acortar el desarrollo poniendo una corona con más dientes (de 42 a 45) y mejoró bastante el tema. Imagino que el desarrollo original para los que se meten en autovía y de 140 km/h no bajan, pues perfecto, pero para mi uso (salidas por carreteras de montaña, carreteras secundarias... y siempre que puedo cero autovía y cero ciudad), pues lo dicho: demasiado largo. En todo caso: arreglado a sobrecoste cero al tocar cambio de kit de transmisión.
Por mí, Suzuki puede seguir por la senda de pulir lo que ya tiene y que tan bien funciona, sin necesidad de tirar a la basura todo lo anterior y empezar de cero. Aunque eso sea muy poco atractivo para mucha gente.