Día 0
Un gran amigo mío, me dijo una vez, cuando te caigas una vez, lo primero que hay que hacer es volver al sitio y mearse ahí. De eso se trata
Vídeo
El año pasado no pudimos volver porque le había prometido a Fata que iríamos a Escocia como así hicimos, pero al siguiente estaba claro que había que ir.
Cambiamos la ruta de acceso, haciendo algún col desconocido y algún pass que no pudimos hacer en otros viajes, pero la base de Austria, sería la misma que ya tenía guardada del año de la caída, vuelta por Dolomitas y un día reservado al Stelvio y Passo de Gavia.
Una de problemas: parece que nada quiere salir bien.
Se nos apunta otro al viaje, así que hoteles para tres, rutas pensando en que no vamos solos, etc. todo hecho antes de Navidad, a la espera de confirmación del 3er integrante. Que no viene. Vuelta a cambiar todas las reservas y, ya que vamos solos, estiramos un poco más los días.
Cuando tengo todo reservado, para mi sorpresa a principios de año ya quedaban muy pocos alojamientos, me llama un hotel de Suiza y me dice que lo siente mucho, pero que va un autobús entero y necesita la habitación que tenía reservada. A buscarse la vida, nos la buscamos y nos la encontramos. Queda pendiente el abono de la diferencia a la vuelta, en eso hemos quedado a ver si cumple.
Fata se queda sin trabajo, como tantos españoles este año y encima mete el pie en un agujero de la calle. Ahí con escayola un mes y con una bota ortopédica de esas, pero se ha curado bien. Lo del paro no tan bien y encima le niegan la tarjeta sanitaria europea. Por más que hemos intentado, le obligan a fichar a los 15 días, así que irá unos días sin cobertura y esperemos que no le pique ni un mosquito los primeros días.
Reservamos un apartamento, cerca de donde estuvimos la última vez, para no tener que variar mucho las rutas. Llamamos, ya preparando el equipaje, para preguntar si hay ropa de cama y baño. En la confirmación, nos dice que tiene problemas para alojar a otro grupo, si nos importaría dejar nuestro apartamento y ocupar otro, también suyo, a 5 kilómetros. Necesitamos fotos o algo. Nos lo manda, es lo mismo y no vamos a crear problemas. Además nos “paga” el favor cobrándonos menos y encima nos deja un garaje para guardar la moto. Chachi, pero el susto primero….esta nos mete en un establo
.
Este año la lluvia nos ha permitido rodar mucho menos de lo habitual, parecía como si no quisiera que saliéramos en moto.
Llevo la moto para la revisión pre-viaje y sustituir la rueda trasera aunque no tenga muchos kilómetros (le queda vida útil) pero la reutilizaré a la vuelta. Mejor salir con zapato nuevo. Me llama el mecánico, que la delantera tampoco va a aguantar tantos kilómetros. Pues nada, zapatos nuevos delante y detrás.
Me mandan tarjeta nueva del banco (caducaba el 31/8/12) y me indican que proceda a sustituir la antigua, activando la nueva. Lo hago y a los dos días me ponen un correo de un hotel: que la tarjeta que les he dado para la reserva no es válida. A poner un correo a todos los hoteles, con la nueva fecha de caducidad para que estén tranquilos. Eso nos llega a pasar en viaje y nos encontramos con que algún hotel ha cancelado la reserva.
Y la última, estoy andando en bicicleta para ponerme en forma, eso hace 3 días. Miro para cruzar y se mete le rueda delantera en el carril del tranvía. PUMBA. ¡No la clavícula no! Ruedo como una bola y me levanto sin un rasguño.
La ultimísima, todos los años regalan vignettes para Suiza. Este año la pido, quedo con uno que me la va a mandar y quitándola de la moto se le rompe. Iremos sin vignette, total vamos a andar muy poco por autopista en Suiza.
Esperemos que todo lo malo haya pasado y a partir de aquí todo sea bueno.
Meter rutas en GPS, Fata ya tiene callo con el tema de maletas y cada uno tiene sus funciones.
Espero a la vuelta poderos contar una crónica alegre, amena y divertida.
Por último agradecer a tantas y tantas crónicas, que me han servido de inspiración. No digo nombres porque me quedaría cojo seguro y muchos me han ayudado hasta con mensajes privados.
V’sssssssssssssssssssssssss
Un gran amigo mío, me dijo una vez, cuando te caigas una vez, lo primero que hay que hacer es volver al sitio y mearse ahí. De eso se trata
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El año pasado no pudimos volver porque le había prometido a Fata que iríamos a Escocia como así hicimos, pero al siguiente estaba claro que había que ir.
Cambiamos la ruta de acceso, haciendo algún col desconocido y algún pass que no pudimos hacer en otros viajes, pero la base de Austria, sería la misma que ya tenía guardada del año de la caída, vuelta por Dolomitas y un día reservado al Stelvio y Passo de Gavia.
Una de problemas: parece que nada quiere salir bien.
Se nos apunta otro al viaje, así que hoteles para tres, rutas pensando en que no vamos solos, etc. todo hecho antes de Navidad, a la espera de confirmación del 3er integrante. Que no viene. Vuelta a cambiar todas las reservas y, ya que vamos solos, estiramos un poco más los días.
Cuando tengo todo reservado, para mi sorpresa a principios de año ya quedaban muy pocos alojamientos, me llama un hotel de Suiza y me dice que lo siente mucho, pero que va un autobús entero y necesita la habitación que tenía reservada. A buscarse la vida, nos la buscamos y nos la encontramos. Queda pendiente el abono de la diferencia a la vuelta, en eso hemos quedado a ver si cumple.
Fata se queda sin trabajo, como tantos españoles este año y encima mete el pie en un agujero de la calle. Ahí con escayola un mes y con una bota ortopédica de esas, pero se ha curado bien. Lo del paro no tan bien y encima le niegan la tarjeta sanitaria europea. Por más que hemos intentado, le obligan a fichar a los 15 días, así que irá unos días sin cobertura y esperemos que no le pique ni un mosquito los primeros días.
Reservamos un apartamento, cerca de donde estuvimos la última vez, para no tener que variar mucho las rutas. Llamamos, ya preparando el equipaje, para preguntar si hay ropa de cama y baño. En la confirmación, nos dice que tiene problemas para alojar a otro grupo, si nos importaría dejar nuestro apartamento y ocupar otro, también suyo, a 5 kilómetros. Necesitamos fotos o algo. Nos lo manda, es lo mismo y no vamos a crear problemas. Además nos “paga” el favor cobrándonos menos y encima nos deja un garaje para guardar la moto. Chachi, pero el susto primero….esta nos mete en un establo
.Este año la lluvia nos ha permitido rodar mucho menos de lo habitual, parecía como si no quisiera que saliéramos en moto.
Llevo la moto para la revisión pre-viaje y sustituir la rueda trasera aunque no tenga muchos kilómetros (le queda vida útil) pero la reutilizaré a la vuelta. Mejor salir con zapato nuevo. Me llama el mecánico, que la delantera tampoco va a aguantar tantos kilómetros. Pues nada, zapatos nuevos delante y detrás.
Me mandan tarjeta nueva del banco (caducaba el 31/8/12) y me indican que proceda a sustituir la antigua, activando la nueva. Lo hago y a los dos días me ponen un correo de un hotel: que la tarjeta que les he dado para la reserva no es válida. A poner un correo a todos los hoteles, con la nueva fecha de caducidad para que estén tranquilos. Eso nos llega a pasar en viaje y nos encontramos con que algún hotel ha cancelado la reserva.
Y la última, estoy andando en bicicleta para ponerme en forma, eso hace 3 días. Miro para cruzar y se mete le rueda delantera en el carril del tranvía. PUMBA. ¡No la clavícula no! Ruedo como una bola y me levanto sin un rasguño.
La ultimísima, todos los años regalan vignettes para Suiza. Este año la pido, quedo con uno que me la va a mandar y quitándola de la moto se le rompe. Iremos sin vignette, total vamos a andar muy poco por autopista en Suiza.
Esperemos que todo lo malo haya pasado y a partir de aquí todo sea bueno.
Meter rutas en GPS, Fata ya tiene callo con el tema de maletas y cada uno tiene sus funciones.
Espero a la vuelta poderos contar una crónica alegre, amena y divertida.
Por último agradecer a tantas y tantas crónicas, que me han servido de inspiración. No digo nombres porque me quedaría cojo seguro y muchos me han ayudado hasta con mensajes privados.
V’sssssssssssssssssssssssss
", así que poco a poco nos vamos vistiendo y cuando subimos me encuentro la mesa puesta con la mejor vista posible. Encima un desayuno de cosas típicas y todas hechas por Pascaline, desde el yogur hasta crèpes pasando por todo tipo de mermeladas. Me puse ciego. Fata, fiel a su costumbre, un zumito y algo de bollería.
