Hola de nuevo. Llevamos un tiempo sin escribir, pero seguimos por el Sudeste Asiático. En este tiempo hemos tenido que tomar algunas decisiones. La primera fue no ir a Vietnam, y mira que el título del hilo es “Viaje de España a Vietnam”
Pero estamos viajando con un presupuesto muy limitado, y aunque a última hora gracias a un amigo argentino vimos la posibilidad de cruzar la frontera, preferimos ahorrar ese dinero. Y la segunda y más importante, vamos a continuar viajando. Para ello la primera parada es Australia donde esperamos terminar de hacernos con el inglés, ahorrar lo que podamos y en unos meses volver a ponernos en marcha. Esta decisión es bastante arriesgada porque conlleva arruinarnos del todo y ya estamos viviendo lo que es viajar con lo mínimo y no es nada fácil. Pero error o no, es lo que nos pide el cuerpo y allá vamos los tres (moto incluida). En Chiang Mai mañana iremos al hospital para hacernos las pruebas médicas que piden para el visado, y en unos días bajaremos a Malasia desde donde esperamos enviar la moto.
Dejamos un resumen de los últimos meses. Y muchas gracias por los comentarios y apoyo durante todo este tiempo
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Laos nos ha sorprendido mucho, posiblemente es el país que más nos ha gustado del Sudeste Asiático. Allí llegamos justo para fin de año. Dimos un par de vuelta, encontramos una guest house un poco perdida, y los mismos que la llevaban nos invitó a pasar fin de año con ellos. Justamente lo acabamos de contar en el blog:
Fin de año en Laos | Desde la moto
Pero primero, cenamos los dos solos en un pequeño restaurante. Hay pequeños momentos del viaje muy tranquilos. En Laos no se celebra especialmente fin de año, en cambio el ambiente fue muy agradable. Una hamburguesa, una cerveza, y todo perfecto
Siempre hay alguna familia que nos acoge. En esta ocasión los de la guest house se fueron a dormir a las 23:30h?!?! Nos quedó claro que allí no se celebraba de la misma forma el fin de año. Pero los de la casa de al lado nos invitaron a unirnos para lanzar farolillos y beber unas cuantas cervezas más.
Aquí se puede ver un poco cómo está la carretera en algunos sitios. Fue una ruta intensa, pero nos encantó.
Comer en Laos no es fácil. La carne parece cortada como el jamón serrano, qué hambre. Es cierto que el menú es muy barato, pero necesitábamos comer un par como mínimo. Eso sí, muy rico. En general los sitios a donde fuimos no eran nada turísticos, y por supuesto las cartas no estaban en inglés, así que pedir era señalar cualquier cosa, y comer.
Luang Prabang nos gustó mucho. Pasamos una semana allí. Éstas son las cascadas.
Aunque lo que más nos gustó sin duda fue la familia de la guest house donde nos quedamos. Era un sitio en el bosque, se llegaba por un camino de tierra. Durante la semana que pasamos allí, nos llevamos muy bien con ellos. Cada día nos traían una cosa más extraña. Al principio fue un arroz dulce que asan dentro de bambú, después algas del Mekong (buff...), otro día carnet. Gente amabilísima y que se hizo querer. En algunos momentos las despedidas cuestan, y esta vez así fue.
Esto es el Buddha Park en Vientiane.
Un mes después, estábamos cruzando a Camboya. Diana está escribiendo ahora un post para el blog sobre las fronteras. En algunas nos tiramos mucho tiempo discutiendo para evitar timos. Aquí estamos justo en la entrada a Camboya.
En el viaje no nos habíamos puesto malos de quedarnos una semana en la cama, pero fue llegar a Camboya y que ocurriese. Después de comer mal durante un mes, llegamos a un restaurante con menú occidental y nos pusimos hasta arriba. Creemos que el pancake nos sentó mal. La cosa es que esa noche estábamos durmiendo en la tienda y de repente llegaron los vómitos :-S Pasamos una semana tirados en un hotel de un pueblo pegado a la frontera.
No le terminamos de pillar el punto a Camboya, aunque por otra parte nos lo pasamos bien, conocimos a gente y bajamos a kep a tomar una de las comidas más deliciosas del viaje: Cangrejo a la pimienta por $2!!
Angkor es uno de esos sitios que no te dejan indiferente, y para colmo se puede visitar con la moto (no nos quedó muy claro, pero entramos con la moto) recorriéndolo entero por dentro. Aquí además nos encontramos con Fernanda y Leandro con quien estuvimos un par de días.
En Bangkok estuvimos un par de semanas. Allí comenzamos a sufrir el calorazo de esta época. Atascos a casi 40 grados. Ahora parece que nos vamos acostumbrando, pero los atascos de Bangkok fueron toda una experiencia
Aquí estábamos en el aeropuerto. Queremos mandar la moto a Australia, pero finalmente bajaremos a Kuala Lumpur a intentarlo desde allí.
Un abrazo,
Diana y Javier.