Incluso mi maldito caballo con toda seguridad seria el resultado de una evolucion genetica dirigida por el hombre, una buena mezcla de diversas cualidades de diferentes equinos para optener la mejor raza, es mas, hasta la misma naturaleza es la que siempre esta en evolucion, pero aqui se quiere ir contra-natura, contra la evolucion.
Bueno, es una opinión.
Entre la hípica y al aire acondicionado no encuentro relación, pero sí que puedo hacer una analogía para intentar explicarme, porque veo que lo hago fatal.
Vamos a hacer una cosa. Vamos a fundar la "hípica biónica". Para ello, vamos a llevarnos a Munich un magnífico semental negro de raza española, con carácter y brio, de los que dejan huella en los jinetes. Lo vamos a meter en el quirófano central de la "Unidad Biónica de BMW", en donde en colaboración con Bosch, vamos a modificarlo un poco. Previa anestesia general, vamos a implantarle por el ano un "disruptor vertebral", un giróscopo electrónico miniatura, un gps también miniaturizado, y para acabar, en la cabeza, una centralita milimétrica biocompatible (UCB) con el cerebro equino, la joya de la corona de los ingenieros de Bosch. Todos estos dispositivos se contectarán a la UCB naturalmente por fibra óptica implantada a través de las arterias del caballo.
Para los no entendidos, un disruptor vertebral es un aparato que se intercala en la columna vertebral del animal, y es capaz de gestionar todas las conexiones nerviosas que pasan por la columna, ya dejándolas inalteradas, ya interceptando la señal del cerebro y sustituyéndola por la suya propia. Otra joya nacida del afán de evolución de los ingenieros de Bosch, oye.
Bueno, pues con este sistema implantado en nuestro fantástico azabache negro (indoloro para el caballo y totalmente bio-compatible), y tras un proceso de afinamiento del software, tenemos:
- Un caballo indesbocable, porque la centralita, cuando detecta a través del GPS que el caballo supera cierta velocidad, toma el control de las patas del caballo y las inmoviliza.
- Un sistema anti-encabritamiento. Cuando el giróscopo de estado sólido implantado detecta una inclinación en el torso del caballo superior a 20º, el sistema a través del disruptor vertebral inmoviliza los músculos de las patas posteriores, impidiendo así que el caballo tenga la fuerza necesaria para elevar su cuerpo. Extraordinario.
- Un sistema anti-coces. El mismo principio que el anterior, pero con las patas delanteras.
- Un "fail-safe". Esto os va a encantar. En la coronilla del caballo, al alcance del piloto, los ingenieros de Bosch han implantado un pulsador rojo grande, al estilo de las paradas de emergencia de los ascensores, y conectado a la UCB. Cuando el jinete detecte que el caballo no le haga caso, empiece con movimientos nerviosos o molestos, o simplemente cuando se aburra, sólo con dar un coscorrón al caballo y apretar el pulsador, lo pone en "modo safe", en el que el caballo queda inmovilizado relichando amigablemente y moviendo la cola. Garantizado en menos de 50 ms.
Pues bien, ahora cogemos nuestro fantástico caballo biónico y se lo llevamos a cualquier jinete experimentado de Jerez de la Frontera, de Cardiff o de Texas, donde prefiráis. Le explicamos lo que le hemos hecho al caballo y cómo funciona, sin dejarle hablar. Una vez acabada la explicación, esperamos a que se reponga, y si no se desmaya o se indispone, escuchamos todas las alegaciones que tiene que hacer a semejante barbaridad y sobre nuestra horrible y deformada idea de la hípica.
Pues bien, de entre esas alegaciones del jinete que seguro os imagináis, podríamos sacar las mias a las motos semi-automáticas, salvando las distancias y teniendo en cuenta que mi ejemplo es una exageración.
Básicamente, el jinete os diría con palabras muchos más gruesas, que os habéis cargado todo lo que de interesante, atractivo, instructivo y gratificante tiene la hípica, ni más ni menos. Y que la hípica biónica no es hípica ni es nada.
Eso sí, él es un retrógrado anti-evolución salido de las cavernas.