¿Cómo afecta el alcohol a la conducción?
Publicado por
canalMOTOR, 15 Dic 2015
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Beber alcohol antes de conducir supone una de las causas más graves de accidente de tráfico. Si quieres saber cómo afecta el alcohol a la conducción, sigue leyendo, aunque lo más importante es que reduce los reflejos y el comportamiento.
Según datos de la Dirección General de Tráfico, durante 2015 el 29% de los conductores y el 21% de los peatones fallecidos habían superado los límites de alcohol en sangre. Además, según las encuestas, un 42% de los conductores de nuestro país afirman que han bebido y conducido alguna vez.
Dadas las graves consecuencias que tiene el alcohol al volante es fundamental conocer todos los aspectos sobre cómo afecta el alcohol a la conducción. También es importante que a partir de una tasa de alcohol de 0,5 g/l, los efectos en casi todas las personas son más que evidentes. Pero no sólo hay que tener en cuenta ese límite legal, sino que hay que ser consciente que con sólo haber tomado una copa de vino o cerveza, el conductor se expone a un mayor riesgo.
Según el nivel de alcoholemia, los efectos pueden ser diferentes. A continuación te detallamos las alteraciones más habituales y peligrosas que se pueden dar cuando consumes alcohol y después coges el coche:
- Se suelen subestimar los efectos y alteraciones que el alcohol produce en el organismo. Es muy habitual en estos casos escuchar la frase “yo controlo”.
- Se reduce el sentido de la responsabilidad.
- El campo visual disminuye en gran medida.
- Aumenta el tiempo de reacción.
- Surgen problemas para mantener la concentración visual.
Si bebes, no conduzcas. Por tu seguridad y la de todos
Tomando como base estas alteraciones, si bebes y conduces debes saber que:
- Tu capacidad para atender a dos fuentes de información queda gravemente alterada, algo que puede ser especialmente peligroso en incorporaciones a una vía o situaciones de mucho tráfico.
- Es mucho más difícil percibir los elementos que hay en los laterales de la vía, como por ejemplo si se circula por un túnel.
- Resulta más difícil mantener un nivel de atención adecuado y aparece la
fatiga.
- Se perciben peor las luces y se es más sensible a los deslumbramientos.
- Se altera el equilibrio.
- Los movimientos pierden precisión.
Además de estos puntos, cuando conduces habiendo bebido, el tiempo de reacción, de decisión y de respuesta aumenta considerablemente, por lo que si surge una situación crítica en carretera, como esquivar un coche o frenar de repente, seguramente no se salvará de forma satisfactoria.
Después de conocer con más detalle cómo afecta el alcohol a la conducción, recuerda siempre la máxima “si bebes, no conduzcas” para proteger tu propia integridad y la del resto de usuarios de la vía. Además, acompaña tus desplazamientos con el
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