kowalski gs
Curveando
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Hace unos días publiqué una foto de mí en el hilo sobre el club de los 100 km/h, aproveché que estaba de viaje por los Alpes y puse una foto en la que aparecía sentado sobre unas rocas contemplando el paisaje, hice la broma de poner en el pie de foto "meditando sobre el tema", alguno de los que me conocen física o virtualmente saben que tan solo era eso una broma, pero enseguida salió un forero calificando la foto de "topicazo" y que diciendo que no hace falta ir a los Alpes, Cabo Norte o al desierto para disfrutar de la moto.
Creo que le contesté que como en su caso, se puede disfrutar hasta escribiendo desde casa.
Porque cuesta entender ya, que puede sorprender a la gente, si es que es eso lo que espera.
Cuando todo está hecho, descubierto, visitado, explorado, fotografiado y consumido, no debe de ser ser ese el camino de nuestra búsqueda o por lo menos no se debe de quedar ahí, tan solo en eso. Y la fotografía es un ejemplo, todo está fotografiado pero tu forma de ver es la que hace a la foto distinta y una forma personal de viajar también hará tu viaje distinto.
Y todo esto a que viene? Viene porque para mí los Alpes es un lugar mágico que me lleva a mi primera imagen del Montblanc. Y todo empieza cuando tenía 16 años y acompañe en coche a mi cuñado ( como un hermano ) diez años mayor que yo a ver a una tía suya que se había quedado recientemente viuda y vivía en Aix les bains.
Luego descubrí que como yo me eduqué en un colegio francés hasta los doce años, le venía muy bien de interprete ya que él tan solo lo chapurreaba.
Desde allí, visitamos Ginebra con el momento estelar del viaje, ya que al llegar a la frontera ( entonces habia ) la policía Suiza le pidió los papeles del coche y él tan sólo llevaba fotocopias, en España por entonces se robaban coches y papeles, los suizos dijeron después de arduas negociaciones que el coche ni de coña pasaba y nosotros tan flamencos como somos aquí, les preguntamos ante su incredulidad si podíamos entrar caminando en el país, como llevábamos pasaporte en regla no pudieron encontrar motivo para negarse, dejamos el coche aparcado y cruzamos caminando la frontera como seguramente haría algún compatriota nuestro emigrando en los años cincuenta y sesenta, con el hambre y la miseria como compañero de viaje, a dos kilómetros habia un pueblo con bus que nos llevó a Ginebra.
Pero lo que me marcó para siempre fue días después la visión en Chamonix del Montblanc, esa mole inmensa blanca resplandeciente por el sol y ese glaciar visto tan de cerca me impactó, nunca había visto nada parecido y sobre todo parecía que lo podías tocar con los dedos. Con esa edad no había visto nada semejante ni en pirineos ni en ningún sitio. Y ese día me prometí que volvería a los Alpes y por supuesto en moto.
Volví dos o tres años después, todavía en coche y con parte de mi familia y disfrute de caminatas interminables por sendas y bosques maravillosos, de excursiones y comidas en el campo. Nunca pude hacer escalada, el vértigo me supera y llevo toda mi vida luchando luchando con él y aunque no es de los peores que he visto en amigos, me incapacita para escalar. Siento auténtica admiración por los escaladores, ojalá hubiera sido capaz.
Con los años, puede ir en moto y a partir ese momento, cualquier excusa era buena para pasar aunque fuera tan solo rozar los Alpes de pasada. Hasta el viaje de Bretaña y otro a Normandia, hice la vuelta por allí.....desde luego muchos de por aquí habrán ido más que yo.
Este año he vuelto de nuevo, desde el 18 no volvía, el 19 tocó Estambul y el 20 ya sabemos. En el 21 vendí mi gs y compré la gsa, había que llevar a la gris hielo a hacer las presentaciones y rendir pleitesia a los dioses Alpes.
Además me hacía ilusión porque visitaba de nuevo el Grossglockner, después de casi veinticinco años después y con el mismo amigo. Mi amigo después de aquel viaje no había vuelto por los Alpes y este año teníamos ilusión por recordar y compartir ese momento.
Viajamos con nuestras esposas y me tocó hacer de cicerone, ha sido intenso pero gratificante. Ver la cara de asombro y satisfacción de ellos compensa la paliza de km y la de horas que me he tirado con los mapas, mapas sí, para sacar etapas y ver lo máximo posible.
Darse un abrazo en el Gross tanto tiempo después....seguramente el frío del glaciar ha ayudado a conservar nuestra amistad.
Por lo demás, creo que esto se acaba, cada vez estoy más convencido. Van a limitar el uso de estas carreteras, he visto demasiada masificacion, sobre todo en Dolomitas, insoportable.
La zona del nueve, es mi favorita, creo se mantiene más a salvo, está menos visitada. Para mí es mi lugar favorito, el Furka y el Grimsel son lugares que repetiría una y otra vez, disfruto conduciendo y sentado en una piedra contemplando aquello.
No volveré más al Stelvio, lo tengo decidido. No me aporta nada, no disfruto ni subiendo ni allí arriba, sin embargo el fluelapass ha sido una sorpresa, así como Davos donde me hospedé en hotel magnífico y bien de precio, al igual que en Innsbruck en la que ya había estado, pero aproveché para visitar el trampolín y alguna cosa más.
La verdad es que viajar en moto, facilita la comunicación con las personas, nos suelen ver con simpatía salvo excepciones, no lo estropeemos, se ve algún lacasito haciendo lo que no toca por esos lugares...
He visto mucha variedad de motos, en Europa la hegemonía de BMW ya no está tan marcada, he visto mucha Africa, KTM y Ducati.
Los precios en Suiza caros, Austria me pareció barata comparada con Suiza y Francia e Italia cada vez más caras, pero nada que no sea asumible.
Y volveré una vez más? Pues aunque uno va teniendo una edad y nunca sabe el tiempo de descuento, volveré. Y eso que los sabios dicen que no vuelvas a los sitios donde has sido feliz, pero yo es que soy feliz siempre allí.
Si no habéis ido, no lo dudéis y olvidaros de tópicos y típicos.
PD: las pegatinas fardan mucho cuando vendes la moto.
Creo que le contesté que como en su caso, se puede disfrutar hasta escribiendo desde casa.
Porque cuesta entender ya, que puede sorprender a la gente, si es que es eso lo que espera.
Cuando todo está hecho, descubierto, visitado, explorado, fotografiado y consumido, no debe de ser ser ese el camino de nuestra búsqueda o por lo menos no se debe de quedar ahí, tan solo en eso. Y la fotografía es un ejemplo, todo está fotografiado pero tu forma de ver es la que hace a la foto distinta y una forma personal de viajar también hará tu viaje distinto.
Y todo esto a que viene? Viene porque para mí los Alpes es un lugar mágico que me lleva a mi primera imagen del Montblanc. Y todo empieza cuando tenía 16 años y acompañe en coche a mi cuñado ( como un hermano ) diez años mayor que yo a ver a una tía suya que se había quedado recientemente viuda y vivía en Aix les bains.
Luego descubrí que como yo me eduqué en un colegio francés hasta los doce años, le venía muy bien de interprete ya que él tan solo lo chapurreaba.
Desde allí, visitamos Ginebra con el momento estelar del viaje, ya que al llegar a la frontera ( entonces habia ) la policía Suiza le pidió los papeles del coche y él tan sólo llevaba fotocopias, en España por entonces se robaban coches y papeles, los suizos dijeron después de arduas negociaciones que el coche ni de coña pasaba y nosotros tan flamencos como somos aquí, les preguntamos ante su incredulidad si podíamos entrar caminando en el país, como llevábamos pasaporte en regla no pudieron encontrar motivo para negarse, dejamos el coche aparcado y cruzamos caminando la frontera como seguramente haría algún compatriota nuestro emigrando en los años cincuenta y sesenta, con el hambre y la miseria como compañero de viaje, a dos kilómetros habia un pueblo con bus que nos llevó a Ginebra.
Pero lo que me marcó para siempre fue días después la visión en Chamonix del Montblanc, esa mole inmensa blanca resplandeciente por el sol y ese glaciar visto tan de cerca me impactó, nunca había visto nada parecido y sobre todo parecía que lo podías tocar con los dedos. Con esa edad no había visto nada semejante ni en pirineos ni en ningún sitio. Y ese día me prometí que volvería a los Alpes y por supuesto en moto.
Volví dos o tres años después, todavía en coche y con parte de mi familia y disfrute de caminatas interminables por sendas y bosques maravillosos, de excursiones y comidas en el campo. Nunca pude hacer escalada, el vértigo me supera y llevo toda mi vida luchando luchando con él y aunque no es de los peores que he visto en amigos, me incapacita para escalar. Siento auténtica admiración por los escaladores, ojalá hubiera sido capaz.
Con los años, puede ir en moto y a partir ese momento, cualquier excusa era buena para pasar aunque fuera tan solo rozar los Alpes de pasada. Hasta el viaje de Bretaña y otro a Normandia, hice la vuelta por allí.....desde luego muchos de por aquí habrán ido más que yo.
Este año he vuelto de nuevo, desde el 18 no volvía, el 19 tocó Estambul y el 20 ya sabemos. En el 21 vendí mi gs y compré la gsa, había que llevar a la gris hielo a hacer las presentaciones y rendir pleitesia a los dioses Alpes.
Además me hacía ilusión porque visitaba de nuevo el Grossglockner, después de casi veinticinco años después y con el mismo amigo. Mi amigo después de aquel viaje no había vuelto por los Alpes y este año teníamos ilusión por recordar y compartir ese momento.
Viajamos con nuestras esposas y me tocó hacer de cicerone, ha sido intenso pero gratificante. Ver la cara de asombro y satisfacción de ellos compensa la paliza de km y la de horas que me he tirado con los mapas, mapas sí, para sacar etapas y ver lo máximo posible.
Darse un abrazo en el Gross tanto tiempo después....seguramente el frío del glaciar ha ayudado a conservar nuestra amistad.
Por lo demás, creo que esto se acaba, cada vez estoy más convencido. Van a limitar el uso de estas carreteras, he visto demasiada masificacion, sobre todo en Dolomitas, insoportable.
La zona del nueve, es mi favorita, creo se mantiene más a salvo, está menos visitada. Para mí es mi lugar favorito, el Furka y el Grimsel son lugares que repetiría una y otra vez, disfruto conduciendo y sentado en una piedra contemplando aquello.
No volveré más al Stelvio, lo tengo decidido. No me aporta nada, no disfruto ni subiendo ni allí arriba, sin embargo el fluelapass ha sido una sorpresa, así como Davos donde me hospedé en hotel magnífico y bien de precio, al igual que en Innsbruck en la que ya había estado, pero aproveché para visitar el trampolín y alguna cosa más.
La verdad es que viajar en moto, facilita la comunicación con las personas, nos suelen ver con simpatía salvo excepciones, no lo estropeemos, se ve algún lacasito haciendo lo que no toca por esos lugares...
He visto mucha variedad de motos, en Europa la hegemonía de BMW ya no está tan marcada, he visto mucha Africa, KTM y Ducati.
Los precios en Suiza caros, Austria me pareció barata comparada con Suiza y Francia e Italia cada vez más caras, pero nada que no sea asumible.
Y volveré una vez más? Pues aunque uno va teniendo una edad y nunca sabe el tiempo de descuento, volveré. Y eso que los sabios dicen que no vuelvas a los sitios donde has sido feliz, pero yo es que soy feliz siempre allí.
Si no habéis ido, no lo dudéis y olvidaros de tópicos y típicos.
PD: las pegatinas fardan mucho cuando vendes la moto.
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