Casi probada, para decir verdad. Pues está mañana apenas hemos podido hacer unos 150 km con ella.
Lo primero, dar las gracias a BMW, al concesionario ALBAMOCIÓN y a Antonio Felipe, por hacer posible esta prueba.
Sé que se han dado las circunstancias para poder probar las dos motos casi a la vez, y que no siempre puede hacerse. Pero en todo caso, agradezco igualmente la deferencia de dejarme sus motos... Gracias, gracias, gracias.
Me acompañaba una 1200 del mismo color, de 2918. La de la foto. Así que las hemos podido comparar bien.
Lo primero, decir que después de probar ayer la GS1250, las impresiones con la RT han estado más diluidas. Me explico:
El salto cualitativo que ha dado la GS, a mi juicio, ha sido grande, mucho. Y la verdad, no era algo que me esperase.
Vengo probando GS casi desde que las sacaron, y siempre acabo diciendo lo mismo: Sí, pero...
En cambio ahora es un SÍ rotundo.
Con la RT es distinto. La RT actual, la 1200 que se vendió desde 1 de septiembre de 2017, es ya una moto muy refinada, muy perfeccionada. Y en ese sentido la nueva 1250 sólo aporta "más de lo mismo".
Aunque no es poco, la verdad.
No sé, quizás los dueños de las GS y Adventure 2018 puedan decir igual. No sé... Pero yo lo desconozco. Y me gusta hablar de lo que sé...
Lo que tengo claro es que los nuevos motores van directos a la línea de flotación de las flamantes y renovadas K1600. Y es que la manera de entregar la potencia, con un par tan elevado, es muy muy parecida.
Y el placer de conducción, igual; pero con una agilidad infinitamente mejor. Y eso que la K últimas son ejemplares en ese sentido.
Para los que no lo sepan, tuve una 2017 durante 13000 km
Volviendo a lo que hablamos...
La RT hoy, como la GS ayer, tienen una subida lineal de potencia, muy fluida y notoria, con un par motor que se debe acercar mucho al de la seis cilindros. Y que no me extrañaría que al tener en cuenta el peso, acabe siendo mejor.
Por lo menos, en la ligera GS.
Con respecto a la RT, la he sacado del concesionario con casi 0 km, por lo que el motor debe hacerse todavía.
Aún así, ya hay cosas que puedo decir.
Por ejemplo, que la caja de cambios, relaciones y cambio pro son exactamente iguales, al menos en tacto, al de mi RT 2018.
A 4000 rpm vas a 120 y a 5000 vas a 150. Y eso, lo mismo en GS que en RT 1250.
Igualmente al meter primera en los semáforos, el clonck característico persiste. No tan fuerte como en las RT y GS primeras, pero sigue.
Y el Cambio Pro, que sin ser duro, no es tan refinado como el resto.
Lo que cambia y mucho es el sonido del motor y escape. Más ronco y grave.
Mi amigo decía que era como el de las Ducati últimas.
En cuanto al tacto bóxer característico, no existe ya en uso normal. Me refiero a ese ritmo irregular, con coces más o menos acentuadas...
En la RT de 2014 se producía por debajo de 3000 vueltas. En mi Blanquita de 2018, por debajo de las 2200. Y en ésta te tienes que ir a buscarlo en las 1500 vueltas... Es decir, en tercera, a 20 km/ h; o en sexta, a 45 km/h.
Y aún así, el motor sale...
Por encima de 2000, ya digo, rotundidad, linealidad, y subida fulgurante de la potencia y velocidad.
Respecto al chasis y amortiguación, aparenta no haber cambios; sin embargo, la moto va más asentada que antes, muy lineal en las curvas. Se deja hacer igual que antes, pero con una sensación de ir más por su sitio.
Eso sí, hay ahora sólo dos modos, Road y Dynamic, y en todo caso, la amortiguación va en automático, con lo que se adapta ella sola al asfalto dudoso y bacheado.
Por ese lado, "No problem".
En definitiva, una moto más refinada, potente y asentada en la carretera.
A mi modo de ver, todos los que tengan el select a punto de vencer, tienen en la 1250 una excelente moto. Bastante mejor que la que dejan. Una compra que, si les gusta la RT, no pueden dejar escapar.
Los del modelo 2018, con la caja de cambios y el pro actual, creo sinceramente que no vale la pena el cambio, a menos que te guste llevar lo último.
Desde luego, la RT, si ya era redonda, ahora todavía lo es más.
Saludos
Enviado desde mi Redmi 5 Plus mediante Tapatalk
Lo primero, dar las gracias a BMW, al concesionario ALBAMOCIÓN y a Antonio Felipe, por hacer posible esta prueba.
Sé que se han dado las circunstancias para poder probar las dos motos casi a la vez, y que no siempre puede hacerse. Pero en todo caso, agradezco igualmente la deferencia de dejarme sus motos... Gracias, gracias, gracias.
Me acompañaba una 1200 del mismo color, de 2918. La de la foto. Así que las hemos podido comparar bien.
Lo primero, decir que después de probar ayer la GS1250, las impresiones con la RT han estado más diluidas. Me explico:
El salto cualitativo que ha dado la GS, a mi juicio, ha sido grande, mucho. Y la verdad, no era algo que me esperase.
Vengo probando GS casi desde que las sacaron, y siempre acabo diciendo lo mismo: Sí, pero...
En cambio ahora es un SÍ rotundo.
Con la RT es distinto. La RT actual, la 1200 que se vendió desde 1 de septiembre de 2017, es ya una moto muy refinada, muy perfeccionada. Y en ese sentido la nueva 1250 sólo aporta "más de lo mismo".
Aunque no es poco, la verdad.
No sé, quizás los dueños de las GS y Adventure 2018 puedan decir igual. No sé... Pero yo lo desconozco. Y me gusta hablar de lo que sé...
Lo que tengo claro es que los nuevos motores van directos a la línea de flotación de las flamantes y renovadas K1600. Y es que la manera de entregar la potencia, con un par tan elevado, es muy muy parecida.
Y el placer de conducción, igual; pero con una agilidad infinitamente mejor. Y eso que la K últimas son ejemplares en ese sentido.
Para los que no lo sepan, tuve una 2017 durante 13000 km
Volviendo a lo que hablamos...
La RT hoy, como la GS ayer, tienen una subida lineal de potencia, muy fluida y notoria, con un par motor que se debe acercar mucho al de la seis cilindros. Y que no me extrañaría que al tener en cuenta el peso, acabe siendo mejor.
Por lo menos, en la ligera GS.
Con respecto a la RT, la he sacado del concesionario con casi 0 km, por lo que el motor debe hacerse todavía.
Aún así, ya hay cosas que puedo decir.
Por ejemplo, que la caja de cambios, relaciones y cambio pro son exactamente iguales, al menos en tacto, al de mi RT 2018.
A 4000 rpm vas a 120 y a 5000 vas a 150. Y eso, lo mismo en GS que en RT 1250.
Igualmente al meter primera en los semáforos, el clonck característico persiste. No tan fuerte como en las RT y GS primeras, pero sigue.
Y el Cambio Pro, que sin ser duro, no es tan refinado como el resto.
Lo que cambia y mucho es el sonido del motor y escape. Más ronco y grave.
Mi amigo decía que era como el de las Ducati últimas.
En cuanto al tacto bóxer característico, no existe ya en uso normal. Me refiero a ese ritmo irregular, con coces más o menos acentuadas...
En la RT de 2014 se producía por debajo de 3000 vueltas. En mi Blanquita de 2018, por debajo de las 2200. Y en ésta te tienes que ir a buscarlo en las 1500 vueltas... Es decir, en tercera, a 20 km/ h; o en sexta, a 45 km/h.
Y aún así, el motor sale...
Por encima de 2000, ya digo, rotundidad, linealidad, y subida fulgurante de la potencia y velocidad.
Respecto al chasis y amortiguación, aparenta no haber cambios; sin embargo, la moto va más asentada que antes, muy lineal en las curvas. Se deja hacer igual que antes, pero con una sensación de ir más por su sitio.
Eso sí, hay ahora sólo dos modos, Road y Dynamic, y en todo caso, la amortiguación va en automático, con lo que se adapta ella sola al asfalto dudoso y bacheado.
Por ese lado, "No problem".
En definitiva, una moto más refinada, potente y asentada en la carretera.
A mi modo de ver, todos los que tengan el select a punto de vencer, tienen en la 1250 una excelente moto. Bastante mejor que la que dejan. Una compra que, si les gusta la RT, no pueden dejar escapar.
Los del modelo 2018, con la caja de cambios y el pro actual, creo sinceramente que no vale la pena el cambio, a menos que te guste llevar lo último.
Desde luego, la RT, si ya era redonda, ahora todavía lo es más.
Saludos
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