ovejanegra
Curveando
Bueno, pues ayer fue el estreno.
La fui a buscar a unos 100 Km de mi ciudad, y la vuelta fue por carretera en buenas condiciones, con algún tramo de curvas abiertas.
La XJR, para el que no la conozca, es el "último mohicano" de aquella tribu de motos japos naked grandes, con tetras generalmente de aire, pero no siempre, que se fabricaron a finales de los 80 y los 90. Me refiero a la CB1300, la Zephyr, la GSX1400, etc. Ya solo queda en el mercado la XJR 1300, que se ha mantenido casi inalterada, con algunos refinamientos como la inyección en 2007.
La unidad que me he quedado es de 2010 y tiene 30.000 Km. Es de color negra integral, con el motor cromado y la instrumentación moderna. Motor de inyección, escape único al lado derecho. Está toda de serie, y como extras tiene protectores de motor, cúpula desmontable, y colín desmontable para convertirla en monopuesto.
Postura y comodidad
La XJR es una moto grande, aunque no demasiado si la comparamos con las motos actuales. En los 90 era un monstruo. Hoy es una moto grandecilla. Creo que la estatura perfecta para esta moto sería a partir del 1,75, pero yo soy pequeño (1,68), y no tengo demasiado problema para manejarla. Con los dos pies toco con el talón elevado pero no de puntillas. De un lado, inclinándome un poco, toco bien con la planta. Nada que no se solucione con un poco de maña.
Moverla en parado es un poco engorroso, pero facilita mucho el trance el asa del pasajero, generosa y robusta, que te da mucha seguridad para controlarla. Dispone de pata de cabra y caballete central, bastante robustos ambos. Tengo que coger el truco al caballete, que tiene su misterio. No es fácil levantar 260 Kg en mojado.
La postura es turística tirando a rácing. Estribos un pelo retrasados, levemente tumbado sobre el depósito sin recargar demasiado los antebrazos, y el asiento es amplio y cómodo. Tiene una dureza intermedia, ni roca ni sofá. Es factible hacer con él grandes tiradas.
Impresiones en marcha
Lo primero, la suavidad del tetra. El que haya llevado un molinillo japo, reconocerá enseguida el tacto de la moto. Rumor constante casi sin vibraciones, que se convierte en silbido salvaje a partir de las 6.000 rpm. Responde bien al gas y sube vueltas con mucha facilidad.
Lo segundo, bajos para aburrir. Esta Yamaha equipa la válvula de escape EXUP, que cierra electromecánicamente el escape a bajas vueltas, y lo abre a altas. Con eso mejora mucho los bajos, talón de aquiles de los tetras japos. Tienes fuerza suficiente en todo el arco verde del cuentavueltas (hasta las 10.000 rpm).
De esta forma, esta moto de puede conducir de dos maneras: en plan tranquilo, entre 2.000 y 5.000 rpm y velocidades hasta 120 Km/h, sin que te falte fuerza en ninguna marcha (se te acaban las marchas y no te das cuenta), y en plan cañero, manteniendo el motor entre 5.000 y 9.000 vueltas, que es donde está el máximo par y potencia. Entonces tienes una aceleración brutal alcanzado velocidades de puntos sin darte cuenta. Bueno, tú sí que te das cuenta, la moto ni se entera. Claro, ahí es donde el consumo se dispara.
Conducirla tiene su aquél. Es fácil de inclinar, a pesar de su peso. La fuerza de su motor también ayuda a pensar que llevas una moto más ligera de lo que es. El contramanillar no es tan evidente ni tan fácil como en las motos de manillar ancho, pero ayuda un montón, sobre todo en virajes cerrados. Si la llevas alta de vueltas (en torno a 7.000), no sales de las curvas, te catapulta fuera. Si la llevas a bajo régimen, se comporta como una rutera normal, estable y predecible.
Las suspensiones se comportan bien. La trasera es muy decente, y la horquilla quizás es lo que menos me ha gustado. Creo que la llevo mal regulada y tengo que hacer pruebas (tiene nada menos que tres ajustes), pero ahora tiene poco recorrido y no la veo muy consistente, aunque se hunde poco en las frenadas por el corto recorrido. Es el aspecto a mejorar, o regulando o cambiando muelles. Pero vamos, de momento tengo de sobras.
Sí que he notado que tiende a cerrar el manillar en las curvas, sobre todo a derechas. Otra de las cosas que me hacen pensar que tengo que regular bien la horquilla. Se soluciona bien con contramanillar, y quizás un amortiguador de dirección ayudaría. Pero eso será más adelante, si cuando me haga a ella y la ajuste veo que lo necesita.
Los frenos son muy correctos. El trasero es un freno de verdad, no un estabilizador, y el delantero tiene buen tacto y detiene la moto rápido en caso de emergencia. De todas formas, en esta moto el freno motor es muy eficaz, y en carreteras de curvas no ratoneras casi no hay que tocarlos. En ciudad van muy bien, y es fácil pararla en caso de emergencia. No tiene ABS.
Estoy acostumbrado a llevar motos naked, así que la protección aerodinámica la noto correcta. Vengo de una moto con posición de conducción recta, así que esta me resulta más cómoda y aerodinámica al ir un poco tumbado. El aire no me ha molestado casi nada hasta los 140 Km/h. A partir de ahí, estás tan ocupado manteniéndote en el asiento (la moto acelera brutalmente), que no sabría decir.
Los adelantamientos son muy sencillos en cualquier marcha, pero en 4ª los haces supersónicamente. La verdad es que da una gran seguridad, subiendo rápidamente de vueltas sin apenas vibrar ni sonar. Quizás demasiada. Es una moto con la que te tienes que controlar, porque el límite lo pones tú, no la máquina.
Continuará.
La fui a buscar a unos 100 Km de mi ciudad, y la vuelta fue por carretera en buenas condiciones, con algún tramo de curvas abiertas.
La XJR, para el que no la conozca, es el "último mohicano" de aquella tribu de motos japos naked grandes, con tetras generalmente de aire, pero no siempre, que se fabricaron a finales de los 80 y los 90. Me refiero a la CB1300, la Zephyr, la GSX1400, etc. Ya solo queda en el mercado la XJR 1300, que se ha mantenido casi inalterada, con algunos refinamientos como la inyección en 2007.
La unidad que me he quedado es de 2010 y tiene 30.000 Km. Es de color negra integral, con el motor cromado y la instrumentación moderna. Motor de inyección, escape único al lado derecho. Está toda de serie, y como extras tiene protectores de motor, cúpula desmontable, y colín desmontable para convertirla en monopuesto.
Postura y comodidad
La XJR es una moto grande, aunque no demasiado si la comparamos con las motos actuales. En los 90 era un monstruo. Hoy es una moto grandecilla. Creo que la estatura perfecta para esta moto sería a partir del 1,75, pero yo soy pequeño (1,68), y no tengo demasiado problema para manejarla. Con los dos pies toco con el talón elevado pero no de puntillas. De un lado, inclinándome un poco, toco bien con la planta. Nada que no se solucione con un poco de maña.
Moverla en parado es un poco engorroso, pero facilita mucho el trance el asa del pasajero, generosa y robusta, que te da mucha seguridad para controlarla. Dispone de pata de cabra y caballete central, bastante robustos ambos. Tengo que coger el truco al caballete, que tiene su misterio. No es fácil levantar 260 Kg en mojado.
La postura es turística tirando a rácing. Estribos un pelo retrasados, levemente tumbado sobre el depósito sin recargar demasiado los antebrazos, y el asiento es amplio y cómodo. Tiene una dureza intermedia, ni roca ni sofá. Es factible hacer con él grandes tiradas.
Impresiones en marcha
Lo primero, la suavidad del tetra. El que haya llevado un molinillo japo, reconocerá enseguida el tacto de la moto. Rumor constante casi sin vibraciones, que se convierte en silbido salvaje a partir de las 6.000 rpm. Responde bien al gas y sube vueltas con mucha facilidad.
Lo segundo, bajos para aburrir. Esta Yamaha equipa la válvula de escape EXUP, que cierra electromecánicamente el escape a bajas vueltas, y lo abre a altas. Con eso mejora mucho los bajos, talón de aquiles de los tetras japos. Tienes fuerza suficiente en todo el arco verde del cuentavueltas (hasta las 10.000 rpm).
De esta forma, esta moto de puede conducir de dos maneras: en plan tranquilo, entre 2.000 y 5.000 rpm y velocidades hasta 120 Km/h, sin que te falte fuerza en ninguna marcha (se te acaban las marchas y no te das cuenta), y en plan cañero, manteniendo el motor entre 5.000 y 9.000 vueltas, que es donde está el máximo par y potencia. Entonces tienes una aceleración brutal alcanzado velocidades de puntos sin darte cuenta. Bueno, tú sí que te das cuenta, la moto ni se entera. Claro, ahí es donde el consumo se dispara.
Conducirla tiene su aquél. Es fácil de inclinar, a pesar de su peso. La fuerza de su motor también ayuda a pensar que llevas una moto más ligera de lo que es. El contramanillar no es tan evidente ni tan fácil como en las motos de manillar ancho, pero ayuda un montón, sobre todo en virajes cerrados. Si la llevas alta de vueltas (en torno a 7.000), no sales de las curvas, te catapulta fuera. Si la llevas a bajo régimen, se comporta como una rutera normal, estable y predecible.
Las suspensiones se comportan bien. La trasera es muy decente, y la horquilla quizás es lo que menos me ha gustado. Creo que la llevo mal regulada y tengo que hacer pruebas (tiene nada menos que tres ajustes), pero ahora tiene poco recorrido y no la veo muy consistente, aunque se hunde poco en las frenadas por el corto recorrido. Es el aspecto a mejorar, o regulando o cambiando muelles. Pero vamos, de momento tengo de sobras.
Sí que he notado que tiende a cerrar el manillar en las curvas, sobre todo a derechas. Otra de las cosas que me hacen pensar que tengo que regular bien la horquilla. Se soluciona bien con contramanillar, y quizás un amortiguador de dirección ayudaría. Pero eso será más adelante, si cuando me haga a ella y la ajuste veo que lo necesita.
Los frenos son muy correctos. El trasero es un freno de verdad, no un estabilizador, y el delantero tiene buen tacto y detiene la moto rápido en caso de emergencia. De todas formas, en esta moto el freno motor es muy eficaz, y en carreteras de curvas no ratoneras casi no hay que tocarlos. En ciudad van muy bien, y es fácil pararla en caso de emergencia. No tiene ABS.
Estoy acostumbrado a llevar motos naked, así que la protección aerodinámica la noto correcta. Vengo de una moto con posición de conducción recta, así que esta me resulta más cómoda y aerodinámica al ir un poco tumbado. El aire no me ha molestado casi nada hasta los 140 Km/h. A partir de ahí, estás tan ocupado manteniéndote en el asiento (la moto acelera brutalmente), que no sabría decir.
Los adelantamientos son muy sencillos en cualquier marcha, pero en 4ª los haces supersónicamente. La verdad es que da una gran seguridad, subiendo rápidamente de vueltas sin apenas vibrar ni sonar. Quizás demasiada. Es una moto con la que te tienes que controlar, porque el límite lo pones tú, no la máquina.
Continuará.
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