He recibido algunas consultas últimamente sobre estos temas, y por si a alguno le puede interesar, os pongo un ladrillo estilo Pingu pero en medida XXXXL, y sé que a Pingu le va a gustar. Vamos allá:
Hay cuatro factores que influyen en la forma de actuar en el paso por una curva y mientras se prepara y se va haciendo la trazada. Éstos son:
- Posición.
- Movimiento.
- Administración del equilibrio.
- Tiempo de ejecución.
Generalmente, cuando se explican las cosas en los manuales o en los foros de técnicas de conducción, se habla de los dos primeros, del tercero nadie sabe nada, y del cuarto pocas veces. Pero vamos a explicarlos, antes de llegar al tema de este hilo.
- Posición: Como su nombre indica, es la posición en la que estamos en la moto en un momento determinado, para hacer algo o para mantener una acción.
- Movimiento. Es lo que hacemos para pasar de una posición a otra, o desde una posición para ejecutar alguna acción en la conducción.
- Administración del equilibrio. Lo explico más abajo, es el tema de este hilo.
- Tiempo de ejecución. La conducción es más fina y perfecta si todas las acciones necesarias se inician y finalizan en su momento exacto, la precisión es saber hacer las cosas bien, y sobre todo, en su momento adecuado. Acelerar, frenar, tumabar, no es lo mismo hacerlo en su momento, que dos segundos antes o después de cuando corresponde.
Vamos, pues, con el tema que os quiero explicar, es de cosecha propia y no he visto que se mencione algo sobre esto en ningún texto sobre técnicas de conducción. Os copio un texto procedente de los apuntes de los cursillos de Trazada 10.
ADMINISTRACIÓN DEL EQUILIBRIO
Voy a describir un sistema potenciador del movimiento, que es el provocar una situación de desequilibrio para luego aprovecharla como punto de partida de un movimiento, el cual será más fácil y rápido de hacer partiendo de esta posición.
Empecemos por una definición:
“La equilibriocepción o sentido del equilibrio es uno de los sentidos fisiológicos. Les permite a humanos y animales caminar sin caerse.”
Este equilibrio puede ser estático, como estar de pie o haciendo la vertical (llamada por muchos “hacer el pino”), o dinámico, como andar, correr, ir en bicicleta, ir en moto, esquiar...
El sentido del equilibrio es algo que tenemos en mayor o menor medida, y que podemos administrar dosificándolo según la necesidad que tengamos de su uso. Igual como administramos el uso de la fuerza en función del esfuerzo que vayamos a hacer en una acción determinada.
Hay muchos movimientos que son más fáciles de realizar si antes de hacerlos pasamos de una situación de equilibrio a desequilibrio. Un ejemplo: Andar. Fijaos como antes de dar un paso, estamos provocando un desequilibrio para trasladar ligeramente el eje de nuestro cuerpo hacia delante desde la parte superior, de forma que su propio peso vaya en el sentido del avance y así pueda ser fácilmente seguido del paso que vamos a dar. Otro: Cuando estamos estáticos haciendo la vertical, para andar con las manos desequilibramos ligeramente el peso para que ese avance en el espacio pueda ser seguido por los pasos hechos con las manos, igualando la velocidad de avance a la de los pasos, si no queremos caernos. Toda clase de movimientos mucho más sofisticados, provocando antes situaciones de desequilibrio intencionadas para que así éstos sean posibles, son habituales en la gimnasia artística. El gimnasta a veces se “deja caer” para aprovechar ese impulso en su movimiento posterior. Queda claro que estamos hablando de situaciones de desequilibrio provocadas voluntariamente, no las accidentales.
En el caso que nos ocupa, el de las motos, este concepto tiene una utilidad enorme. Cuando he explicado la posición sobre la moto, para pasar curvas por carretera, he indicado que:
“Sin sacar rodilla ni descolgarse, el cuerpo se adelanta ligeramente, se bajan un poco los codos, se adelanta algo el hombro del lado interior de la curva, los dos hombros se echan suavemente hacia el interior, y se ayuda al giro con una ligera presión en el puño del manillar del lado interior de la curva. Si la inclinación de la moto va a ser importante, conviene subir la punta del pié del lado interior al estribo, para que no roce con el asfalto. La línea de la trazada debe ser uniforme, sin eses ni bandazos, y la llegada a la curva debe ser dirigiendo desde antes la moto al punto del inicio del giro, para evitar cambios de trayectoria en la entrada, es decir, se llega con la moto ya colocada en posición.”
Ahora vamos a estudiar la forma de que esa acción y en esa posición, nos resulte lo más fácil de hacer con un mínimo esfuerzo. Aprovechando la técnica indicada de administración del equilibrio como paso previo a la facilitación o potenciación de un movimiento, la vamos a aplicar en la secuencia de movimientos que hacemos para pasar una curva. Hemos de tener en cuenta que en esa secuencia de movimientos, de lo que se trata es mover la moto con la mayor precisión y mínimo esfuerzo, no es solo mover el cuerpo. Al echar el cuerpo hacia el lado interior de la curva, todavía con la moto recta, estamos provocando una situación de desequilibrio, en relación con la posición de equilibrio que llevábamos en línea recta. Dicho de otra forma, “nos dejamos caer un poco” hacia el interior de la curva. Eso hace que el desplazamiento del peso de nuestro cuerpo genere una fuerza hacia el lado interior, que luego podemos aplicar transversalmente en la moto en la zona donde la estamos sujetando con las piernas, con lo cual la moto nos sigue en el movimiento. Al hacer eso, la dirección gira ella sola hacia el interior de la curva, sin necesidad de hacer contramanillar o haciéndolo solamente como ayuda para precisar ese movimiento, si hace falta. Al girar la moto y entrar en la curva, esa fuerza de caída hacia el interior es compensada por la fuerza centrífuga de la moto, y solamente hay que mantener la inclinación proporcional al radio de la curva y a la velocidad que vayamos. Así, el peso de la moto no lo notamos, pasa la curva como si tuviera el apoyo de un peralte. Cuando conviene iniciar la vuelta a la vertical de la moto y encararla hacia la salida, dando gas progresivamente y volviendo a situar el cuerpo hasta la posición inicial, se consigue con suavidad y sin ningún esfuerzo.
Conclusiones y ventajas del sistema indicado:
- Al no tener que hacer apenas contramanillar o poder evitarlo completamente, la rueda delantera hace el giro ella misma sin que nadie la fuerce, no se dibuja en el asfalto una “ese” y así la estabilidad en superficies deslizantes o de poco agarre es mucho mayor.
- Se consigue girar de una forma natural y sin esfuerzo, es mucho menos cansado hacerlo con la técnica del paso del equilibrio al desequilibrio.
- En caso de necesidad y sobre todo para las motos pesadas, siempre queda la posibilidad de usar además el contramanillar, complementariamente a este sistema, para facilitar la operación.
Esta forma de actuar sirve para entrenar y mejorar nuestro sentido del equilibrio sobre la moto, lo cual nos ayuda a tener mejor precisión en las trazadas y a capacitarnos más para poder contrarrestar las posibles pérdidas de estabilidad de la moto en superficies deslizantes.
¿Y qué pasa si no nos aprovechamos de esta técnica basada en la provocación del desequilibrio? Que hacemos fuerza para mover la moto desde una situación de equilibrio en la que el peso está centrado, y nos falta punto de apoyo para que sea efectiva. Es decir, movemos la moto hacia un lado y nosotros vamos en sentido contrario por falta de apoyo, es como si empujáramos algo sin inclinarnos antes hacia delante, poca cosa íbamos a hacer. En ese caso, hay que recurrir al contramanillar para poder girar la moto, perdiendo las ventajas propias de la conducción trasera, lo cual en superficies deslizantes nos hace perder seguridad al tener que depender de la estabilidad de una rueda delantera que está siendo forzada a iniciar un giro y a hacer un trabajo que podía estar mejor repartido.
Os deseo que practicando esto, si tenéis ganas de probarlo, que vuestras motos vayan solas a partir de ahora y sin ningún esfuerzo

Hay cuatro factores que influyen en la forma de actuar en el paso por una curva y mientras se prepara y se va haciendo la trazada. Éstos son:
- Posición.
- Movimiento.
- Administración del equilibrio.
- Tiempo de ejecución.
Generalmente, cuando se explican las cosas en los manuales o en los foros de técnicas de conducción, se habla de los dos primeros, del tercero nadie sabe nada, y del cuarto pocas veces. Pero vamos a explicarlos, antes de llegar al tema de este hilo.
- Posición: Como su nombre indica, es la posición en la que estamos en la moto en un momento determinado, para hacer algo o para mantener una acción.
- Movimiento. Es lo que hacemos para pasar de una posición a otra, o desde una posición para ejecutar alguna acción en la conducción.
- Administración del equilibrio. Lo explico más abajo, es el tema de este hilo.
- Tiempo de ejecución. La conducción es más fina y perfecta si todas las acciones necesarias se inician y finalizan en su momento exacto, la precisión es saber hacer las cosas bien, y sobre todo, en su momento adecuado. Acelerar, frenar, tumabar, no es lo mismo hacerlo en su momento, que dos segundos antes o después de cuando corresponde.
Vamos, pues, con el tema que os quiero explicar, es de cosecha propia y no he visto que se mencione algo sobre esto en ningún texto sobre técnicas de conducción. Os copio un texto procedente de los apuntes de los cursillos de Trazada 10.
ADMINISTRACIÓN DEL EQUILIBRIO
Voy a describir un sistema potenciador del movimiento, que es el provocar una situación de desequilibrio para luego aprovecharla como punto de partida de un movimiento, el cual será más fácil y rápido de hacer partiendo de esta posición.
Empecemos por una definición:
“La equilibriocepción o sentido del equilibrio es uno de los sentidos fisiológicos. Les permite a humanos y animales caminar sin caerse.”
Este equilibrio puede ser estático, como estar de pie o haciendo la vertical (llamada por muchos “hacer el pino”), o dinámico, como andar, correr, ir en bicicleta, ir en moto, esquiar...
El sentido del equilibrio es algo que tenemos en mayor o menor medida, y que podemos administrar dosificándolo según la necesidad que tengamos de su uso. Igual como administramos el uso de la fuerza en función del esfuerzo que vayamos a hacer en una acción determinada.
Hay muchos movimientos que son más fáciles de realizar si antes de hacerlos pasamos de una situación de equilibrio a desequilibrio. Un ejemplo: Andar. Fijaos como antes de dar un paso, estamos provocando un desequilibrio para trasladar ligeramente el eje de nuestro cuerpo hacia delante desde la parte superior, de forma que su propio peso vaya en el sentido del avance y así pueda ser fácilmente seguido del paso que vamos a dar. Otro: Cuando estamos estáticos haciendo la vertical, para andar con las manos desequilibramos ligeramente el peso para que ese avance en el espacio pueda ser seguido por los pasos hechos con las manos, igualando la velocidad de avance a la de los pasos, si no queremos caernos. Toda clase de movimientos mucho más sofisticados, provocando antes situaciones de desequilibrio intencionadas para que así éstos sean posibles, son habituales en la gimnasia artística. El gimnasta a veces se “deja caer” para aprovechar ese impulso en su movimiento posterior. Queda claro que estamos hablando de situaciones de desequilibrio provocadas voluntariamente, no las accidentales.
En el caso que nos ocupa, el de las motos, este concepto tiene una utilidad enorme. Cuando he explicado la posición sobre la moto, para pasar curvas por carretera, he indicado que:
“Sin sacar rodilla ni descolgarse, el cuerpo se adelanta ligeramente, se bajan un poco los codos, se adelanta algo el hombro del lado interior de la curva, los dos hombros se echan suavemente hacia el interior, y se ayuda al giro con una ligera presión en el puño del manillar del lado interior de la curva. Si la inclinación de la moto va a ser importante, conviene subir la punta del pié del lado interior al estribo, para que no roce con el asfalto. La línea de la trazada debe ser uniforme, sin eses ni bandazos, y la llegada a la curva debe ser dirigiendo desde antes la moto al punto del inicio del giro, para evitar cambios de trayectoria en la entrada, es decir, se llega con la moto ya colocada en posición.”
Ahora vamos a estudiar la forma de que esa acción y en esa posición, nos resulte lo más fácil de hacer con un mínimo esfuerzo. Aprovechando la técnica indicada de administración del equilibrio como paso previo a la facilitación o potenciación de un movimiento, la vamos a aplicar en la secuencia de movimientos que hacemos para pasar una curva. Hemos de tener en cuenta que en esa secuencia de movimientos, de lo que se trata es mover la moto con la mayor precisión y mínimo esfuerzo, no es solo mover el cuerpo. Al echar el cuerpo hacia el lado interior de la curva, todavía con la moto recta, estamos provocando una situación de desequilibrio, en relación con la posición de equilibrio que llevábamos en línea recta. Dicho de otra forma, “nos dejamos caer un poco” hacia el interior de la curva. Eso hace que el desplazamiento del peso de nuestro cuerpo genere una fuerza hacia el lado interior, que luego podemos aplicar transversalmente en la moto en la zona donde la estamos sujetando con las piernas, con lo cual la moto nos sigue en el movimiento. Al hacer eso, la dirección gira ella sola hacia el interior de la curva, sin necesidad de hacer contramanillar o haciéndolo solamente como ayuda para precisar ese movimiento, si hace falta. Al girar la moto y entrar en la curva, esa fuerza de caída hacia el interior es compensada por la fuerza centrífuga de la moto, y solamente hay que mantener la inclinación proporcional al radio de la curva y a la velocidad que vayamos. Así, el peso de la moto no lo notamos, pasa la curva como si tuviera el apoyo de un peralte. Cuando conviene iniciar la vuelta a la vertical de la moto y encararla hacia la salida, dando gas progresivamente y volviendo a situar el cuerpo hasta la posición inicial, se consigue con suavidad y sin ningún esfuerzo.
Conclusiones y ventajas del sistema indicado:
- Al no tener que hacer apenas contramanillar o poder evitarlo completamente, la rueda delantera hace el giro ella misma sin que nadie la fuerce, no se dibuja en el asfalto una “ese” y así la estabilidad en superficies deslizantes o de poco agarre es mucho mayor.
- Se consigue girar de una forma natural y sin esfuerzo, es mucho menos cansado hacerlo con la técnica del paso del equilibrio al desequilibrio.
- En caso de necesidad y sobre todo para las motos pesadas, siempre queda la posibilidad de usar además el contramanillar, complementariamente a este sistema, para facilitar la operación.
Esta forma de actuar sirve para entrenar y mejorar nuestro sentido del equilibrio sobre la moto, lo cual nos ayuda a tener mejor precisión en las trazadas y a capacitarnos más para poder contrarrestar las posibles pérdidas de estabilidad de la moto en superficies deslizantes.
¿Y qué pasa si no nos aprovechamos de esta técnica basada en la provocación del desequilibrio? Que hacemos fuerza para mover la moto desde una situación de equilibrio en la que el peso está centrado, y nos falta punto de apoyo para que sea efectiva. Es decir, movemos la moto hacia un lado y nosotros vamos en sentido contrario por falta de apoyo, es como si empujáramos algo sin inclinarnos antes hacia delante, poca cosa íbamos a hacer. En ese caso, hay que recurrir al contramanillar para poder girar la moto, perdiendo las ventajas propias de la conducción trasera, lo cual en superficies deslizantes nos hace perder seguridad al tener que depender de la estabilidad de una rueda delantera que está siendo forzada a iniciar un giro y a hacer un trabajo que podía estar mejor repartido.
Os deseo que practicando esto, si tenéis ganas de probarlo, que vuestras motos vayan solas a partir de ahora y sin ningún esfuerzo


