Mi agradecimiento a un desconocido motero, aunque sea un mensaje en botella perdida en el mar.
Extranjero, solo hablaba algo de inglés. Calvo, unos 50 años. No le vi la matrícula. Iba solo, con una Yamaha 1200 SuperTeneré.
Sentados los dos en la misma terraza, tomando café, desde allí vió un clavo en la rueda trasera de mi moto aparcada al lado.
Fué el miércoles, 8 de mayo, en ruta despoblada. A-226. Allepuz. Teruel. 15'00h.
Se levantó, me lo señaló. Y si, vi un objeto metálico. Pero el neumático estaba hinchado.
Solo le dije ok.
100 quilómetros después saltó la alarma del sensor de presión.
Pronto super porque. Aunque conseguí llegar a casa hinchando en gasolineras.
Me siento en deuda. Cambiaría mi seco ok por un abrazo sincero.
Solo se me ha ocurrido contarlo
Extranjero, solo hablaba algo de inglés. Calvo, unos 50 años. No le vi la matrícula. Iba solo, con una Yamaha 1200 SuperTeneré.
Sentados los dos en la misma terraza, tomando café, desde allí vió un clavo en la rueda trasera de mi moto aparcada al lado.
Fué el miércoles, 8 de mayo, en ruta despoblada. A-226. Allepuz. Teruel. 15'00h.
Se levantó, me lo señaló. Y si, vi un objeto metálico. Pero el neumático estaba hinchado.
Solo le dije ok.
100 quilómetros después saltó la alarma del sensor de presión.
Pronto super porque. Aunque conseguí llegar a casa hinchando en gasolineras.
Me siento en deuda. Cambiaría mi seco ok por un abrazo sincero.
Solo se me ha ocurrido contarlo