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Es maña, en motos cargadas o con precarga baja cuesta más subirlas (la palanca que hace el caballete parte de un ángulo peor), pero tampoco es una cuestión de fuerza física. Una vez que pillas la dinámica lo haces sin pensar.
Yo llevo años haciéndolo así con cualquier moto:
1) Mano izquierda al manillar recto (aunque dá igual como esté). Sólo la uso de apoyo para no caerme, no hago nada especial con ella.
2) Mano derecha al asa, cinta o a lo que sea que tenga la moto.
3) Equilibro los dos apoyos del caballete central.
4) Cargo el peso del cuerpo en el caballete. No "piso" el caballete, si no incluso me queda el otro pie en el aire si es necesario. Osea, "cargar peso". Y por último...
5) Con la mano derecha tirar hacia arriba. Si eres fino, con esa mano puedes controlar la fuerza con la que sube al caballete, tirando más o menos (para que no llegue arriba como un coche de choque).
Esa mano derecha es también clave. Si tiras del asa hacia arriba pisando el caballete, esa fuerza que haces con la mano no levanta la moto, porque no estás pisando el suelo con los pies: se va al punto de apoyo, el caballete. La palanca que este hace es mayor, y la moto sube más fácil.
No es cuestión de intentar levantar la motocicleta con los brazos, eso es imposible. Sólo es poner peso en el caballete central y el brazo de palanca hará la mayor parte del esfuerzo.
Como anécdota, mi primera motocicleta con caballete central fue una Honda CBF 1000A. Pesaba unos 240kg. Me empeñé en ponerla en el caballete y la primera vez estuve como media hora de reloj intentándolo, agarré una jodida del copón y me fui a casa reventao.
Mirándolo en perspectiva supongo que haría lo que hace todo el mundo: pisar el caballete de forma insuficiente, dejando el pie izquierdo en el suelo, e intentar subirla con los brazos haciendo fuerza. Y claro, así es difícil o imposible.
Tampoco leía foros ni nada de aquella, así que la segunda vez agarré otra buena jodida pero la acabé subiendo, a base de hacer fuerza colo un tarugo. Me costó bastante, y empecé a imaginar que algo hacía mal, no era lógico tanto esfuerzo.
Al final pues acabé dándome cuenta de que la clave era cargar el peso del cuerpo y el tirón con la mano, y desde entonces subo cualquier moto sin pensar en lo que estoy haciendo.