Pues ya hemos acabado Albania, entramos por Igoumenutsa, donde había una concentración de Harley Davidson doce mil motos, visitamos la zona arqueológica de Butrinto, después de una mejillonada en el lugar indicado, primera noche en Sarande, agradable pueblo costero, buena cena en el lugar indicado. Al día siguiente carretera SH8 bordeando la costa, impresionante lo que están construyendo en Drimandhe beach, en un par de años Albania estará peor que Croacia, pasamos el puerto de Llogara con sus impresionantes vistas a 1000 metros sobre el mar, una parada para comer un poco de cordero y destino Berat, pueblo muy bonito, cena en Lili Home Food, un espectáculo, despues de cenar empezo a poner chupitos de raki (aguardiente albanés de 40 grados) y nos tuvimos que largar por que íbamos a acabar borrachos.
La siguiente etapa variamos los planes para hacer noche en Komar con idea de coger el ferry a Fierze al día siguiente, para llegar a Komar 25 km de carretera mala de cojones. Por la mañana cogimos el ferry a tope de vehículos y personas hasta que no podía más, en Europa al capitán lo meterían en la cárcel, el paseo muy bonito aunque muy incómodo por la falta de espacio. Finalizamos el día en Prizren, Kosovo.
Siguiente etapa por preciosas carreteras de montaña con final en Shkoder.
La siguiente ruta fuimos al parque nacional Theth, impresionante lo que están construyendo, y de calidad. Seguimos a Montenegro por carreteras muy bonitas y terminamos en Kotor, bajando por "la serpiente", impresionantes vistas a 1000 metros sobre la ciudad. Acojonante de bonito.
Siguiente etapa, bordeamos la bahía de Kotor con unas vistas de catálogo de agencia de viaje, y llegamos a Croacia destino Dubrovnik, subimos al mirador para ver la ciudad desde las alturas y hemos pasado un par de días de turismo. Verdaderamente es estresante, como bien dice Rioja, masificado, caro, de tres comidas ninguna merece ser mencionada.
En Albania, Kosovo y Montenegro la gente fenomenal, encantadora, parece mentira que hace dos días hayan estado en guerra, como recuerdan la cantidad de lápidas conmemorativas de gente muerta en las cunetas, y los pequeños cementerios en medio de la nada.
Buena comida, buena cerveza y buenos precios.
Sin problemas para pagar en euros, con tarjeta te cobran en muchos sitios.
Hay que venir pronto antes de que se masifique. Nos cruzamos con gente de viaje en moto por todas partes, mucho alemán, italianos, eslovenos, etc.