-Bienvenido al club de los ofendiditos.
-¿Cómo? ¿Que ya había un club?
-Así es.
-Y ¿por qué nadie me había dicho nada?
-No lo sabemos.
-Pues vaya mierda.
-¿Le apunto o no?
-Sí, apúnteme. Pero que sepa que esto no va a quedar así.
-Yo he venido aquí a disfrutar de la gastronomía inglesa.
-Me parece muy bien, pero no te comas el cabecero de la cama.
-Pues es lo mejor que he probado en todo el día.
-Hijo, cena algo...
-Padre, me lo impide esta angustia que me provoca saberme irremediablemente libre...
-Y un poco también que haya coliflor.
-También.
-Lazaro, levántate y anda.
-(¡PLOM!)
-Ya se nos ha vuelto a matar, ¿otra vez le has atado los cordones?
-¡Seeeh!
-JAJAJAJAJAJAJAJ -JAJAJAJAJAJAJA..Ayyy...
¿Lo revivo?
-¡Dále!
-A veces cuando me llaman los de telefonícas y me pillan de buenas me gusta regalarles mis conocimientos sobre la vida. Ej:
-¿Es usted el titular de la línea?
-¿Qué es ser un titular? ¿Poseer algo? ¿Acaso poseemos algo más que muestra propia psique? No, amiga. No somos nadie...