Bueno pues después de 15 días el lunes van a peritar la moto y espero que lo hagan con compromiso pues así empezaran la reparación, la situación ha sido esta, juzgar vosotros mismos:
Pues, el miércoles estuve en el concesionario y me dijeron que no sabían nada, el jueves llamo a mi compañía AMV y les digo que pasa, ellos escuren el bulto y me dicen que es Mapfre no da contestación, le pregunto el plazo que tiene Mapfre para dar la contestación y me dicen que un año
y me insisten que la puedo arreglar yo a lo cual yo me niego mientras no me la periten. La hermana de un amigo trabaja en Mapfre y me dice que a Mapfre no les a llegado el parte de AMV, ante esto Mapfre me dice que el viernes por la mañana le lleve los datos del su asegurado y que si les acerco la moto me la peritan en el acto, yo le digo que la moto esta en el taller y no puedo acercársela. Llamo a AMV y tengo unas palabras >
con ellos los cuales me aseguran que el parte lo mandaron el día 1 a lo cual yo les pido que me manden el justificante de que el día 1 mandaron el parte y se niega a dármelo me dice que me lo mandan por Fax y yo le digo que no tengo fax que me lo manden por correo y se siguen negando, total que después de un rato solo consigo que manden un 2º parte a Mapfre. Viernes 10.00 de la mañana me dispongo a ir a Mapfre y me llama mi compañía AMV y me dice o casualidad que Mapfre ya ha contestado y el lunes la peritan.
Cada uno que saque las conclusiones que quiera yo este es mi ultimo año con AMV.
Lo dicho haber si tardan poco ya que me esta esperando la quilla en la tienda de repuestos es el capricho después del disgusto.
Pues, el miércoles estuve en el concesionario y me dijeron que no sabían nada, el jueves llamo a mi compañía AMV y les digo que pasa, ellos escuren el bulto y me dicen que es Mapfre no da contestación, le pregunto el plazo que tiene Mapfre para dar la contestación y me dicen que un año


Cada uno que saque las conclusiones que quiera yo este es mi ultimo año con AMV.
Lo dicho haber si tardan poco ya que me esta esperando la quilla en la tienda de repuestos es el capricho después del disgusto.