Había una vez una pareja de ancianos y un día, cuando el esposo regresa del trabajo se encuentra a su anciana mujer en la cama. Ella le dice insinuando:
- Cariño, me puse mi traje de Eva para ti.
- ¡Ay! Pero antes de ponértelo haberle dado una planchadita.
- Cariño, me puse mi traje de Eva para ti.
- ¡Ay! Pero antes de ponértelo haberle dado una planchadita.