Juan Xixon
Arrancando
Que barato sale atropellar a una multitud, el día que me pase algo así tengo que acordarme de decirle a los agentes que me puse nervioso... >
Copiado de La Voz de Asturias.
La titular del Juzgado de Instrucción de Cangas de Onís decretó la puesta en libertad sin fianza del conductor Rafael M.F., quien a las siete de la mañana del 8 de agosto pasado arrolló con su coche a una treintena de personas en las inmediaciones del puente de Ribadesella, que celebraba ese día la fiesta del descenso de las piraguas. El auto de libertad incluía la obligatoriedad de personarse en el juzgado una vez a la semana. El conductor ratificó la declaración que previamente había realizado ante la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ribadesella donde reconocía que "me puse nervioso" cuando se vio rodeado de una multitud al intentar atravesar el puente de Ribadesella y al ver que, aunque tocaba el cláxon, la gente no se apartaba y empezaba a zarandear su vehículo y golpearlo. Según el relato del conductor, sintió "miedo" al verse acorralado e intentó salir con el coche "como pude", mientras intentaba calmar a su mujer, Rebeca R., que pedía a gritos que la sacara de ahí cuanto antes. Rafael M.F. reconoció que aceleró "un poco". Una docena de heridos presentaron denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil de Ribadesella. El conductor y su mujer recibieron asistencia médica por la agresión sufrida.

Copiado de La Voz de Asturias.
La titular del Juzgado de Instrucción de Cangas de Onís decretó la puesta en libertad sin fianza del conductor Rafael M.F., quien a las siete de la mañana del 8 de agosto pasado arrolló con su coche a una treintena de personas en las inmediaciones del puente de Ribadesella, que celebraba ese día la fiesta del descenso de las piraguas. El auto de libertad incluía la obligatoriedad de personarse en el juzgado una vez a la semana. El conductor ratificó la declaración que previamente había realizado ante la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ribadesella donde reconocía que "me puse nervioso" cuando se vio rodeado de una multitud al intentar atravesar el puente de Ribadesella y al ver que, aunque tocaba el cláxon, la gente no se apartaba y empezaba a zarandear su vehículo y golpearlo. Según el relato del conductor, sintió "miedo" al verse acorralado e intentó salir con el coche "como pude", mientras intentaba calmar a su mujer, Rebeca R., que pedía a gritos que la sacara de ahí cuanto antes. Rafael M.F. reconoció que aceleró "un poco". Una docena de heridos presentaron denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil de Ribadesella. El conductor y su mujer recibieron asistencia médica por la agresión sufrida.