Una mujer ejecutiva destinada temporalmente en Londres por negocios
recibe una carta de su novio desde Madrid. La carta decía lo
siguiente:
Querida Cristina:
Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa
es
demasiado grande. Tengo que admitir que te he sido infiel dos veces
desde que te fuiste y creo que ni tu ni yo nos merecemos esto, lo
siento.
Por favor devuélveme la foto que te envié.
Con amor. Carlos
La mujer, muy herida, le pidió a todas sus compañeras de trabajo
que le
regalaran fotos de sus novios, hermanos, amigos, tíos, primos, etc.
Junto con la foto de Carlos, incluyó todas esas otras fotos que
había
recolectado de sus amigas. Había 57 fotos en el sobre y una nota que
decía:
Querido Carlos,
Perdóname, pero no puedo recordar quien coño eres Por favor, busca
tu foto en el paquete y me devuelves el resto.
MORALEJA: Aún derrotada... ¡ hay que SABER JODER AL ENEMIGO
recibe una carta de su novio desde Madrid. La carta decía lo
siguiente:
Querida Cristina:
Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa
es
demasiado grande. Tengo que admitir que te he sido infiel dos veces
desde que te fuiste y creo que ni tu ni yo nos merecemos esto, lo
siento.
Por favor devuélveme la foto que te envié.
Con amor. Carlos
La mujer, muy herida, le pidió a todas sus compañeras de trabajo
que le
regalaran fotos de sus novios, hermanos, amigos, tíos, primos, etc.
Junto con la foto de Carlos, incluyó todas esas otras fotos que
había
recolectado de sus amigas. Había 57 fotos en el sobre y una nota que
decía:
Querido Carlos,
Perdóname, pero no puedo recordar quien coño eres Por favor, busca
tu foto en el paquete y me devuelves el resto.
MORALEJA: Aún derrotada... ¡ hay que SABER JODER AL ENEMIGO