Prueba precompra R 1200 RS (viniendo de una F 800 GT)
La primera impresión es el tamaño, es ligeramente más grande que mi moto actual, sin embargo parce más compacta, una vez montado en ella la sensación de grandeza desaparece por completo, la dirección es ligera y el conductor se acopla perfectamente en el asiento. Se nota algo la diferencia de altura entre el asiento de la 800 GT (80 cm) y el de la R 1200 RS (82 cm), si bien es una diferencia escasa, en mi caso (170 cm de altura) he notado que apoyo los pies con algo menos de soltura, lo que me está haciendo pensar en pedir el asiento bajo (de 79 cm) como opción, por su mayor seguridad en el tráfico de ciudad,, aunque en carretera el asiento de 82 cm es el adecuado por flexión de rodilla y ubicación en la moto; tendré que ver el precio de los dos asientos y la posibilidad de usar uno en cada situación, ciudad o carretera.
Segunda impresión, la unidad de prueba que me han cedido llevaba un silenciador Akaprovic, el cual emite un sonido mucho más ronco que el mismo silenciador en la 800 GT, un sonido más “maduro”, más de moto grande, lo que hace que aun sin quitar el dBkiller, anunciemos nuestra presencia con mucha más intensidad. No sé si mejora algo la potencia, lo que sí es seguro es que reducirá el peso de la moto.
El acceso a la moto es fácil, curiosamente más cómoda por la derecha en vez de por la izquierda como la 800 GT, aunque a lo mejor es impresión mía. Tenía algo de miedo con la mayor altura que la 800 pero se nota muy poco y el caro de paso es casi el mismo. La pata de cabra permite bajar menos la moto que en la 880 y se la ve mucho más robusta, también va situada mucho más delante lo que obliga, al principio, a buscarla para apoyar la moto.
Una vez subido en la moto de prueba, que no contaba ni con el sistema keyless ni el cambio “pro” se aprecian las pistonadas del motor bóxer con una cierta intensidad, las piñas son cómodas, con mucha botonera, que no he practicado nada, solo poner y quitar la luz diurna y en una retención por obras en la calzada los intermitentes simultáneos, y el mando giratorio del navegador en la izquierda. Los semimanillares son cómodos y la postura nada forzada. Llama la atención la sensación de ligereza en una moto que pesa aproximadamente 240 kg, frente a los 210 de la 800 GT; en ningún caso se muestra como una moto pesada o lenta de respuesta.
Al insertar la primera marcha el cambio produce un fuerte sonido metálico, mayor que el de la 800 GT, pero en marcha es generalmente fiable, silencioso y preciso; en alguna ocasión me ha costado encontrar la segunda marcha pero creo que ha sido más por desconocimiento del tacto del embrague que por falta de precisión en la caja de cambios. Si he notado que a veces el cambio es ruidoso pero puede ser debido a lo mismo. El tacto del embrague hidráulico cambia con relación al de cable de la 800 GT, teniendo menos recorrido en vacío, lo que hace que a veces se acelere en vacío, supongo que es vicio de conducción de la GT y que requiere un breve periodo de acostumbramiento.
Los frenos son bastante más enérgicos que en la 800 GT, lo que hace que en las frenadas intensas haya que dosificar algo, la frenada integral se nota poco si bien la moto frena como los ángeles, incluso demasiado diría yo.
En circulación por ciudad, un breve recorrido por Majadahonda, estaba deseando salir a carretera con ella pero quería también probarla en tráfico urbano; he notado que al poner el intermitente a la derecha, es fácil tocar la rueda de control del navegador (llevaba el mío puesto) y en vez de poner el intermitente variar la pantalla presente en el navegador o ambas cosas a la vez. Por cierto el manejo con la rueda es bastante intuitivo y fácil. El resto de la información no la he tocado, ni he variado el modo de motor ni el de suspensión, me los han dejado colocados ambos en modo Road y así han ido todo el camino; si he intentado variar la información del cuadro pero no he sido capaz y tampoco me habían dicho como se hace. El cuadro ofrece una cantidad inmensa de información que, creo, se puede elegir y a lo mejor es conveniente reducirla de cara a una mayor visibilidad. Como anécdota llevaba unas gafas de sol polarizadas y me resultaba casi imposible ver la hora ya que, en la posición de cuadro que llevaba los números son bastante pequeños y mi vista de cerca ya no es la óptima sin gafas.
Una vez en marcha y repostada con la gasolina que pensaba gastar he circulado por Majadahonda, dando una pequeña vuelta, la sensación en glorietas, rotondas, pasos de peatones elevados , algún semáforo en rojo, ha sido de comodidad y seguridad absoluta, al principio, al no tener cogido el tacto al freno delantero (en mi moto el trasero lo tengo prácticamente sin estrenar y en esta no lo he tocado) las primeras frenadas han sido un poco bruscas, entrando en alguna sobre pintura vial recién regada (no por regar o limpiar las calles sino para fastidiarme la prueba) el ABS en funcionamiento. La verdad es que es bastante poco intrusivo (creo que también desconectarle, cosa que no ocurre en la 800 GT) y ofrece mucha seguridad. La moto es noble y en cuanto se suelta un pelín la manta del freno recupera la verticalidad instantáneamente.
Desde Majadahonda me he dirigido, ya por autovía a la carretera de Galapagar, con intención de probar la subida del puerto, ha sido una subida cómoda y tranquila, tampoco iba a apurar mucho y para colmo estaban pintando la carretera. La moto se ha manifestado muy estable, mantiene perfectamente la trayectoria y a baja velocidad (en la retención ocasionada por las obras de la carretera se ha mostrado cómoda y ligera.
Me ha llamado la atención la pantalla me la han dado con ella en la posición alta, en la primera detención la he bajado y ofrece buena protección, si bien mi talla no es considerable, al rato la he vuelto a colocar en la posición elevada y hay una gran diferencia con la protección de serie de la 800 GT, e incluso también con la pantalla Givi media que llevo en ella,
Del puerto de Galapagar he seguido por Colmenarejo, Valdemorillo, El Escorial a volver a Galapagar para bajar el puerto. En los tramos de carretera algo virada la estabilidad es excelente, la respuesta del motor espectacular y llama la atención, comparando con la 800 GT la elasticidad, en la 800 hay que tirar en alguna ocasión de embrague o bajar mucho de marcha, en la RS no he utilizado primera más que para arrancar y en las zonas lentas, en tercera el motor respondía perfectamente al acelerador sin tener que tocar el embrague. Como ya he señalado el tacto del hidráulico es diferente al de cable de la 800, al menos en mi caso requerirá acostumbrarme a él.
El sonido del motor es precioso con algún petardeo al reducir, que le da un cierto aire racing, muy agradable.
Solo he apurado algo el motor al salir de alguna rotonda respondiendo perfectamente, con una trayectoria limpia y estable. Al entrar en las rotondas hay que tener cuidado con los frenos, ya que frena mucho más que la 800 y si bien en ningún caso bloquea, si no se dosifica la frenada, el frenazo es bastante brusco.
Para los que estamos acostumbrados a conducir una F 800 GT en verano hay un cambio significativo, el bastidor no quema, no se siente el intensísimo calor, casi infernal que sentimos al acercarnos a las zonas descubiertas del bastidor, lo que produce una mayor medida con relación a la pequeña.
Solo le veo dos defectos, el primero el precio, a ver como convenzo a mi mujer que esto no es un gasto sino una inversión, el segundo que hasta la semana 41 (primeros de octubre) no llega al concesionario.
Vssss