P
puntolimitecero
Invitado
Hace unos días, un miembro del foro me hizo una propuesta que consistía en que él me enviaría un amortiguador original viejo para que yo intentase reacondicionarlo con la condición de que expusiese aquí los resultados que luego servirían de guía, no sólo para él, sino también para el resto de miembros que algún día se pudiesen encontrar con la coyuntura de reparar y aprovechar lo que hay o gastarse un pastón en algo mejor.
Evidentemente, no pude resistirme al reto, entre otras cosas, porque me apetece, y porque también me servirá a mí de conejillo de indias para una hipotética reparación del original de mi moto, que todavía funciona de manera aceptable, pero al que ya había pensado hacer una reforma en la zona de los anclajes por el motivo que leeréis unas líneas más adelante. La verdad es que me viene de perlas.
Ayer he recibido el amortiguador y, en un primer vistazo antes de comenzar a desarmarlo, he visto en él ciertos síntomas de vejez que el de mi moto no tiene y que requieren un análisis y un razonamiento que nos llevarán a darnos cuenta de que estos amortiguadores originales, sin entrar a juzgar, de momento, el funcionamiento de la parte hidráulica, no pueden cumplir como debieran con su función.
El primer de talle que pude apreciar es que este amortiguador ha estado montado “al revés” en la moto. Esto no sería un inconveniente si no fuese porque el anclaje de aluminio toca en el chasis en ciertos momentos, lo que, además de alterar el correcto funcionamiento, provoca un deterioro de ambos elementos.
Esta es la huella que dejó el contacto del chasis con el anclaje:
Por lo tanto, la posición correcta de este amortiguador en nuestra moto para evitar este inconveniente es la siguiente:
También se pueden apreciar unas marcas en el interior del casquillo interior de uno de los anclajes, producidas por los filetes de la rosca del tornillo de fijación. Esto evidencia una falta de apriete del tornillo, de manera que, en un momento dado, el tornillo se mueve dentro del casquillo, y eso no está bien, ya que tornillo y casquillo han de comportarse como un mismo elemento:
Otro detalle apreciable es el desgaste de “uno sólo” de los nervios del protector plástico que va entre el muelle y la botella del amortiguador. Este hecho es indicativo de que el amortiguador ha estado trabajando sometido a una excesiva flexión.
¿Por qué ha ocurrido esto? Si pensamos y razonamos el funcionamiento de un amortiguador sin necesidad de recurrir a fórmulas ni cálculos de dinámica de fuerzas, podemos ver que el funcionamiento ideal del mismo se produce cuando las reacciones de las fuerzas que actúan sobre él lo hacen en la dirección longitudinal.
Para ello, es imprescindible que el amortiguador pivote en sus extremos, o sea, que pueda girar libremente sobre sus puntos de anclaje.
Pero ocurre que nuestro amortiguador lleva montados en sus anclajes unos silentblocks, que no son más que dos casquillos de acero concéntricos unidos por otro casquillo de goma pegado a los primeros, y este sistema no permite un giro libre de los extremos del amortiguador, sino que se opone a él, con lo cual aparece una componente que produce una resultante que tiende a hacer trabajar al amortiguador a flexión:
Los amortiguadores buenos, los caros, los que están sometidos a condiciones de trabajo duras, no montan ese tipo de silentblock, sino unas rótulas que permiten que el amortiguador pivote sobre sus extremos.
Ese es uno de los detalles que marca la diferencia entre un amortiguador bueno y uno mediocre o malo. ¿De qué sirve que un amortiguador tenga una hidráulica buena si al final estos silentblocks van a interferir en el buen funcionamiento del conjunto?
Por eso, yo ya había pensado en sustituir esos silentblocks por rótulas que irán engrasadas y selladas con un retén por cada lado. En la siguiente foto se puede ver la rótula con uno de los retenes:
Y como ejemplo, fijaos en este amortiguador de una moto de trial al que he hecho una marca en el casquillo de fijación del anclaje para que podáis apreciar cómo gira libremente:
Aquí podéis ver otras fotos de amortiguadores con rótula:
Seguiremos informando.
Saludos
Evidentemente, no pude resistirme al reto, entre otras cosas, porque me apetece, y porque también me servirá a mí de conejillo de indias para una hipotética reparación del original de mi moto, que todavía funciona de manera aceptable, pero al que ya había pensado hacer una reforma en la zona de los anclajes por el motivo que leeréis unas líneas más adelante. La verdad es que me viene de perlas.
Ayer he recibido el amortiguador y, en un primer vistazo antes de comenzar a desarmarlo, he visto en él ciertos síntomas de vejez que el de mi moto no tiene y que requieren un análisis y un razonamiento que nos llevarán a darnos cuenta de que estos amortiguadores originales, sin entrar a juzgar, de momento, el funcionamiento de la parte hidráulica, no pueden cumplir como debieran con su función.
El primer de talle que pude apreciar es que este amortiguador ha estado montado “al revés” en la moto. Esto no sería un inconveniente si no fuese porque el anclaje de aluminio toca en el chasis en ciertos momentos, lo que, además de alterar el correcto funcionamiento, provoca un deterioro de ambos elementos.
Esta es la huella que dejó el contacto del chasis con el anclaje:


Por lo tanto, la posición correcta de este amortiguador en nuestra moto para evitar este inconveniente es la siguiente:

También se pueden apreciar unas marcas en el interior del casquillo interior de uno de los anclajes, producidas por los filetes de la rosca del tornillo de fijación. Esto evidencia una falta de apriete del tornillo, de manera que, en un momento dado, el tornillo se mueve dentro del casquillo, y eso no está bien, ya que tornillo y casquillo han de comportarse como un mismo elemento:

Otro detalle apreciable es el desgaste de “uno sólo” de los nervios del protector plástico que va entre el muelle y la botella del amortiguador. Este hecho es indicativo de que el amortiguador ha estado trabajando sometido a una excesiva flexión.


¿Por qué ha ocurrido esto? Si pensamos y razonamos el funcionamiento de un amortiguador sin necesidad de recurrir a fórmulas ni cálculos de dinámica de fuerzas, podemos ver que el funcionamiento ideal del mismo se produce cuando las reacciones de las fuerzas que actúan sobre él lo hacen en la dirección longitudinal.
Para ello, es imprescindible que el amortiguador pivote en sus extremos, o sea, que pueda girar libremente sobre sus puntos de anclaje.

Pero ocurre que nuestro amortiguador lleva montados en sus anclajes unos silentblocks, que no son más que dos casquillos de acero concéntricos unidos por otro casquillo de goma pegado a los primeros, y este sistema no permite un giro libre de los extremos del amortiguador, sino que se opone a él, con lo cual aparece una componente que produce una resultante que tiende a hacer trabajar al amortiguador a flexión:

Los amortiguadores buenos, los caros, los que están sometidos a condiciones de trabajo duras, no montan ese tipo de silentblock, sino unas rótulas que permiten que el amortiguador pivote sobre sus extremos.
Ese es uno de los detalles que marca la diferencia entre un amortiguador bueno y uno mediocre o malo. ¿De qué sirve que un amortiguador tenga una hidráulica buena si al final estos silentblocks van a interferir en el buen funcionamiento del conjunto?
Por eso, yo ya había pensado en sustituir esos silentblocks por rótulas que irán engrasadas y selladas con un retén por cada lado. En la siguiente foto se puede ver la rótula con uno de los retenes:

Y como ejemplo, fijaos en este amortiguador de una moto de trial al que he hecho una marca en el casquillo de fijación del anclaje para que podáis apreciar cómo gira libremente:


Aquí podéis ver otras fotos de amortiguadores con rótula:



Seguiremos informando.
Saludos